Los islamistas ganan la batalla constitucional en Egipto
El texto obtiene un apoyo cercano al 64%, seg¨²n los resultados oficiosos La Carta Magna sale adelante entre denuncias de irregularidades y con un Morsi cada vez m¨¢s aislado
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El tumultuoso Egipto posrevolucionario ya tiene su nueva Constituci¨®n. Seg¨²n los resultados oficiosos publicados por la prensa local, el s¨ª recab¨® un apoyo sustancialmente mayor este s¨¢bado en la segunda fase del refer¨¦ndum sobre el borrador constitucional apadrinado por las fuerzas islamistas. No obstante, su victoria se ha visto empa?ada por numerosas denuncias de irregularidades. Por el momento, dif¨ªcilmente la nueva Carta Magna reconducir¨¢ la atribulada transici¨®n egipcia hacia la senda de la estabilidad.
Gracias a la participaci¨®n en los principales bastiones islamistas, el respaldo al texto constitucional en las urnas se elev¨® en la segunda fase a un 71%, unos 15 puntos m¨¢s que en la primera. Por ejemplo, en las provincias sure?as de Beni Suef y Qena roz¨® el 85%. Sumando ambas jornadas, la cifra se sit¨²a en un 64%. De las 27 provincias, el no se ha impuesto en tres, y en dos de ellas por un escaso margen.
Los l¨ªderes islamistas se han felicitado por la consecuci¨®n de un hito que califican de ¡°hist¨®rico¡±. ¡°Esperamos que la aprobaci¨®n de la nueva Constituci¨®n sea una oportunidad hist¨®rica para unir todas las fuerzas pol¨ªticas sobre la base del respeto mutuo", declar¨® Murad Al¨ª, uno de los portavoces del Partido Libertad y Justicia (PLJ), el brazo electoral de los Hermanos Musulmanes. De acuerdo con la normativa vigente, no se requer¨ªa ning¨²n tipo de mayor¨ªa cualificada para ratificar la ley fundamental.
No obstante, la oposici¨®n considera ileg¨ªtimo el proceso de redacci¨®n y aprobaci¨®n de la Constituci¨®n. ¡°Se han registrado unas irregularidades generalizadas que han alterado el resultado... Vamos a presentar una denuncia document¨¢ndolas al Fiscal general y a la Comisi¨®n Electoral¡±, afirm¨® en un comunicado el Frente de Salvaci¨®n Nacional, la principal coalici¨®n opositora que re¨²ne a personalidades pol¨ªticas como el premio Nobel de la Paz Mohamed el Baradei, y los excandidatos presidenciales Amr Musa y Hamdin Sabbahi.
La participaci¨®n subi¨® en la segunda vuelta por la movilizaci¨®n de los bastiones islamistas
Debido a la celeridad de la convocatoria a las urnas, ninguna organizaci¨®n internacional vigil¨® el refer¨¦ndum. S¨ª lo hizo una veintena de ONG egipcias, la mayor¨ªa de las cuales solicit¨® p¨²blicamente la repetici¨®n del proceso a causa del fraude. Entre las infracciones m¨¢s comunes citadas por los observadores estuvo la realizaci¨®n de campa?a en las mezquitas y dentro de los propios colegios electorales, as¨ª como la falta de jueces para garantizar la limpieza de la votaci¨®n.
La Comisi¨®n Electoral est¨¢ estudiando las alegaciones antes de ofrecer el resultado oficial de la consulta. Ahora bien, las opciones de que desaire al Gobierno y exija la repetici¨®n del proceso entero son m¨¢s bien escasas. Tambi¨¦n durante las elecciones presidenciales hubo pruebas de fraude, pero las autoridades judiciales que supervisaron los comicios concluyeron que eran menores y no influyeron de forma decisiva en el resultado.
A decir por sus declaraciones durante los ¨²ltimos d¨ªas, los islamistas parecen ser conscientes de la necesidad de ampliar el respaldo social a la Carta Magna. ¡°Los art¨ªculos que rechaza la oposici¨®n son una quincena. Estamos dispuestos a negociar con ellos enmiendas, y aprobarlas en el nuevo Parlamento¡±, dice Ashraf Ismail, l¨ªder de los Hermanos Musulmanes en la provincia de Beni Suef.
M¨¢s all¨¢ del elevado porcentaje recabado por el no, hay otro dato muy significativo: la participaci¨®n apenas super¨® el 30%, la cifra m¨¢s baja de todas las votaciones celebradas tras la ca¨ªda de Hosni Mubarak, hace casi dos a?os. En las elecciones presidenciales, casi la mitad del censo ejerci¨® su derecho al voto. ¡°Una Constituci¨®n que solo apoya el 20% del censo, frente al 80% que la rechaza o la boicotea no goza del consenso suficiente para ser leg¨ªtima¡±, opina el analista Abdel Maguid.
Actitud desafiante de la oposici¨®n
La oposici¨®n, formada sobre todo por partidos laicos, mostr¨® ayer una actitud desafiante que hace presagiar nuevos pulsos. ¡°Continuaremos luchando para hacer caer esta Constituci¨®n a trav¨¦s de medios pac¨ªficos¡±, proclam¨® Amr Hamzawy, una figura pol¨ªtica ascendente entre los liberales. Los resultados de ninguna de las cinco citas con las urnas desde la ca¨ªda de Mubarak han conducido a la clase pol¨ªtica hacia la b¨²squeda de consensos. En el horizonte ya se perfila la pr¨®xima batalla: las elecciones legislativas, previstas para dentro de un par de meses.
Pero este refer¨¦ndum s¨ª podr¨ªa servir para poner fin a las manifestaciones de las ¨²ltimas semanas, algunas de las cuales desembocaron en batallas campales entre islamistas y laicos y se saldaron con una decena de v¨ªctimas mortales. Con su entrada en vigor, la Constituci¨®n derogar¨¢ el decreto que otorgaba a Morsi un poder cuasi absoluto, ra¨ªz de la en¨¦sima crisis pol¨ªtica del Egipto posrevolucionario. Hasta la elecci¨®n de la nueva Asamblea Popular, el poder legislativo pasar¨¢ de las manos de Morsi a las del Senado, donde las diversas corrientes islamistas gozan de una amplia mayor¨ªa.
Por sus declaraciones, la Hermandad parece consciente de la necesidad de ampliar el consenso en torno a la Constituci¨®n
A grandes rasgos, se puede concluir que Morsi y los Hermanos Musulmanes se han salido con la suya en el pulso con la oposici¨®n gracias a su formidable maquinaria electoral, a¨²n imbatida. Ahora bien, su ¨²ltima victoria parece m¨¢s bien p¨ªrrica. Entre sus elevados costes, un poder judicial declarado en rebeld¨ªa, una oposici¨®n m¨¢s unida y la dimisi¨®n de siete de los asesores presidenciales. El Ejecutivo no es inmune a las disensiones que han provocado las pol¨¦micas decisiones del rais Morsi.
La renuncia de mayor peso tuvo lugar el s¨¢bado, antes de que se cerraran las urnas: el vicepresidente Mahmud Mekki. Juez de reconocido prestigio por haberse atrevido a plantar cara a Mubarak, Mekki ya estuvo a punto de dimitir en las ¨²ltimas semanas. Pese a que algunas informaciones apuntaron tambi¨¦n a la salida del director del Banco Central, el Gobierno se apresur¨® el s¨¢bado a desmentirlo.
Una de las posibles lecciones de la batalla constitucional es la confirmaci¨®n de que los islamistas forman una minor¨ªa social que, gracias a su alto nivel de movilizaci¨®n y cohesi¨®n, se torna mayor¨ªa pol¨ªtica en las urnas. Ahora bien, no posee la capacidad de decidir el destino de Egipto sin el consentimiento de una parte importante de la sociedad. En este sentido, constituye toda una advertencia que en El Cairo, aut¨¦ntico cerebro del pa¨ªs, el porcentaje del no alcanzara un 57%.
Con la econom¨ªa al borde del colapso, los Hermanos Musulmanes deben decidir si se empecinan en gobernar de forma unilateral, o bien hacen prop¨®sito de enmienda y tienden puentes a la oposici¨®n. El poder absoluto conlleva una responsabilidad exclusiva, y si fueran incapaces de superar los enormes desaf¨ªos que tiene el pa¨ªs, las urnas podr¨ªan acabar pasando factura. Incluso a la m¨¢s poderosa maquinaria electoral de Oriente Pr¨®ximo.
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