Excarcelado el cura condenado por la muerte del obispo guatemalteco Gerardi
Mario Orantes se beneficia de una redenci¨®n de pena tras haber cumplido la mitad de la condena El obispo fue asesinado en 1998, tras presentar un informe sobre los cr¨ªmenes cometidos por el Ej¨¦rcito y los paramilitares durante la guerra civil guatemalteca
El sacerdote Mario Orantes N¨¢jera, de 48 a?os, condenado en 2001 a 20 de c¨¢rcel por el delito de ¡°ejecuci¨®n extrajudicial en grado de complicidad¡± por el asesinato del obispo Juan Gerardi, recuperar¨¢ la libertad cerca de la medianoche de este viernes, tras ser beneficiado por la figura de redenci¨®n de penas, que permite la excarcelaci¨®n de los reos que hayan cumplido la mitad de su condena y acreditado buena conducta.
Orantes, que este viernes por la ma?ana recibi¨® la notificaci¨®n de su liberaci¨®n, reiter¨® su inocencia por la muerte del obispo y anunci¨® que hablar¨¢ con el arzobispo primado de Guatemala, Julio Vian, para ser incardinado a alguna parroquia y poder ejercer su ministerio. En relaci¨®n al firme rechazo a su libertad expresado por la Organizaci¨®n de Derechos Humanos del Arzobispado (ODHA), fundada por el malogrado obispo Gerardi, Orantes dijo que todos debemos respetar la ley y que la ODHA, que ejerci¨® como acusaci¨®n particular en el juicio, ¡°no tiene nada que decir al respecto¡±.
Por el asesinato del obispo Gerardi? fueron condenados tambi¨¦n tres militares: el coronel Byron Lima Estrada, de 78 a?os; su hijo, el capit¨¢n Byron Lima Oliva, de 42, y el sargento, Obdulio Villanueva. Este ¨²ltimo fue se?alado como presunto autor material y muri¨® decapitado en prisi¨®n el 12 de febrero de 2003, durante un mot¨ªn protagonizado por las violentas pandillas juveniles conocidas como maras.
Tras la liberaci¨®n de Orantes, ya s¨®lo permanece en prisi¨®n el capit¨¢n Lima Oliva. Su padre, el coronel Lima Estrada, recuper¨® su libertad en julio pasado tras acogerse, igualmente, a la figura de redenci¨®n de penas.
Orantes era coadjutor de Gerardi en la parroquia de San Sebasti¨¢n, donde el prelado muri¨® a golpes el 26 de abril de 1998. Dos d¨ªas antes de su brutal asesinato, el obispo present¨® su informe Guatemala: nunca m¨¢s, una investigaci¨®n sin precedentes de los cr¨ªmenes ocurridos durante la guerra civil que ensangrent¨® este pa¨ªs centroamericano entre 1960 y 1996. De acuerdo al estudio, que documenta 54.000 casos de graves violaciones a los derechos humanos, el Ej¨¦rcito y los grupos paramilitares hab¨ªan cometido el 90% de los cr¨ªmenes.
El templo de San Sebasti¨¢n, en el centro hist¨®rico de la capital guatemalteca, se ubica a escasos 200 metros de la sede del desaparecido Estado Mayor Presidencial, cuerpo militar que de encargado de velar por la seguridad del presidente y su familia, degener¨® a polic¨ªa pol¨ªtica encargada de la eliminaci¨®n de reales o supuestos ¡°enemigos del r¨¦gimen¡±.
El asesinato de Gerardi est¨¢ considerado el primer crimen pol¨ªtico de la posguerra guatemalteca y tanto la Iglesia Cat¨®lica como los grupos humanitarios consideran que los autores intelectuales siguen impunes.
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