Genoma de 2013

De 2013 casi no sabemos a¨²n nada, salvo que es el primer a?o con todos sus d¨ªgitos diferentes desde 1987, pero ya el reci¨¦n nacido ha ofrecido los primeros s¨ªntomas de su eventual rumbo. Los Estados Unidos de Am¨¦rica, todav¨ªa la primera potencia por vocaci¨®n, no se han lanzado al abismo arrastrando tras s¨ª su econom¨ªa y la mundial. Amante del riesgo y de esperar hasta el l¨ªmite, su sistema pol¨ªtico ha utilizado las horas posteriores a la Nochevieja para parir un acuerdo remend¨®n y salir del paso, concedi¨¦ndose un plazo de dos meses m¨¢s para pactar un recorte de gastos que le permita atajar su enorme d¨¦ficit. Washington ha dado una patada a la lata hacia adelante ganando tiempo, imitando a la ya a?eja t¨¢ctica europea. EE UU no puede continuar gastando como un pa¨ªs con un gran Gobierno, mientras obtiene los ingresos fiscales de una naci¨®n con un peque?o Gobierno. Est¨¢ bien que China, su gran banquero, conf¨ªe en su primer deudor, pero nada dura para siempre. Le ha llegado la hora de afrontar la sostenibilidad de sus programas sociales, los subsidios p¨²blicos, sobre todo las pensiones y la sanidad para los jubilados.

Obama, por primera vez en una generaci¨®n, ha conseguido que paguen m¨¢s impuestos los m¨¢s ricos haciendo tragar cicuta a un Partido Republicano que ha perdido la raz¨®n. Pero le resta la contrapartida: qu¨¦ gastos debe sacrificar antes del 28 de febrero sin perder la cara ante su electorado, en la batalla pol¨ªtica m¨¢s importante de su segundo mandato. Los europeos, ya hechos a la cronificaci¨®n de la saga del euro, y con una perspectiva de otro a?ito en el infierno de la recesi¨®n y m¨¢s paro, a la espera de lo que Godot / Merkel tenga a bien tras las elecciones de septiembre, saludamos con j¨²bilo las subidas de las Bolsas tras el acuerdo en Washington. S¨ªntoma evidente de nuestra profunda depresi¨®n, tambi¨¦n psicol¨®gica. Nos lo debi¨¦ramos mirar. Por cierto, en 2013 se celebran los 60 a?os del estreno teatral de Esperando a Godot, de Samuel Beckett.

Todos los A?os Nuevos son exprimidos por las predicciones de analistas y visionarios varios. Suelen acertar en las grandes tendencias para fallar estrepitosamente en el detalle. Qui¨¦n nos hubiera dicho hace solo un lustro que nos tocaba entrar en el sexto a?o de la Gran Crisis. El Consejo Nacional de Inteligencia de Estados Unidos ya le ha pasado a Obama el Global trends 2030: alternative worlds. Antes de esa fecha, y por primera vez en la historia, una mayor¨ªa de la poblaci¨®n mundial no ser¨¢ pobre y una poderosa clase media, justo la que est¨¢ siendo laminada hoy en el p¨®quer de los mercados bajo el gobierno de la econom¨ªa, agrupar¨¢ a 3.000 millones, hoy 1.000, para una poblaci¨®n total de 8.300 millones; Asia superar¨¢ el poder econ¨®mico y militar, combinados, de EE UU y Europa; se agudizar¨¢n los conflictos por el acceso al agua y los derivados del cambio clim¨¢tico. Como ven, nada del otro mundo.

Nos gustar¨ªa conocer, sin embargo, el genoma que vertebrar¨¢ 2013 y el dibujo que tendr¨¢ el mundo. Demos por seguro que los pol¨ªticos continuar¨¢n decepcionando a los votantes. Como escribe Gideon Rachman en el Financial Times, qu¨¦ lejos queda el lema La libertad funciona, confiada creencia acu?ada tras la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn en 1989. Apostemos, con poco riesgo, a que los Gobiernos continuar¨¢n tratando mejor a los bancos que a los ciudadanos y a que proseguir¨¢ la dolorosa agon¨ªa de los peri¨®dicos en papel. Y el pr¨®ximo oto?o, con la llegada del 50? aniversario del asesinato de John F. Kennedy, nos veremos sumergidos por una ola de libros con nuevos datos sobre qui¨¦nes y por qu¨¦ asesinaron al presidente. Pero, ?no es posible concretar m¨¢s? S¨ª. Reino Unido no se saldr¨¢ en 2013 de la UE; China y Jap¨®n no ir¨¢n a la guerra por los islotes Senkaku / Diaoyu, que reivindican como propios en el mar de China Oriental; Estados Unidos llegar¨¢ a un acuerdo con Ir¨¢n para no bombardear sus instalaciones nucleares; finalmente se producir¨¢ una intervenci¨®n occidental en Siria.

Para iniciar el a?o con buen cuerpo busquemos un ¨ªndice de satisfacci¨®n que nos muestre qu¨¦ pa¨ªs es el mejor para nacer en 2013, el que ofrece las mejores oportunidades para una vida sana, segura y pr¨®spera. Lo ha hecho la Unidad de Inteligencia de The Economist (EIU). Convendr¨ªa nacer en Suiza o, de no ser posible, en Australia, Noruega o Suecia. Estados Unidos ocupa el puesto 16 y Espa?a el 28, por detr¨¢s de Italia o Francia, y por delante de Portugal, Grecia o Brasil. El beb¨¦ chino saldr¨ªa desde el lugar 49, y en cualquier caso habr¨ªa que evitar nacer en Nigeria, que cierra la lista. ?Feliz 2013!