El sistema electoral de Italia obliga a sellar alianzas

El sistema electoral italiano es de tipo proporcional: los votos se traducen en esca?os respetando el peso electoral de todas y cada una de las formaciones, para que las minor¨ªas acaben representadas en el Parlamento. Pero la ley aprobada en 2005 por el Gobierno de Berlusconi introdujo dos correcciones: un umbral m¨ªnimo para obtener esca?os (el 4% en la C¨¢mara de los Diputados, el 8% en el Senado) y una bonificaci¨®n de mayor¨ªa, que otorga a la coalici¨®n m¨¢s votada un cupo adicional hasta llegar al 55% de los esca?os. Ambas condiciones empujan a los partidos a aliarse en coaliciones. Antes de que Mario Monti decidiera entrar en la pol¨ªtica, dieron la ilusi¨®n de haber cimentado un sistema bipolar, con un bloque de centroderecha y otro de centroizquierda.

Los umbrales m¨ªnimos tienen el objetivo de evitar la excesiva fragmentaci¨®n pol¨ªtica y el premio a la mayor¨ªa deber¨ªa servir para forjar mayor¨ªas estables. Sin embargo, la reforma electoral de Berlusconi contiene un matiz que complica las cosas. En la C¨¢mara de los Diputados, el bloque que logra m¨¢s votos obtiene el 55% de los 630 diputados. Pero, en el Senado, la bonificaci¨®n no se otorga a escala nacional a la lista m¨¢s votada, sino sobre una base regional. Cada una de las 20 regiones del pa¨ªs env¨ªa a la C¨¢mara alta un n¨²mero de representantes proporcional a su poblaci¨®n. Y en cada una de ellas, la lista m¨¢s votada obtiene el premio. Esta circunstancia complica la formaci¨®n de mayor¨ªas en el Senado.

As¨ª, el Partido Democr¨¢tico sabe que ser la formaci¨®n con m¨¢s apoyos le va a asegurar un buen margen en la C¨¢mara de los Diputados, pero teme que no pase lo mismo en el Senado. Sabe que si el PDL de Berlusconi pacta con la Liga Norte, amabos van a conquistar Lombard¨ªa que, dada su poblaci¨®n, elige un elevado n¨²mero de senadores. La victoria de la izquierda ser¨ªa entonces incompleta y obligar¨ªa a sellar un pacto poselectoral con Monti.

Sin embargo, para que se realice la ¨²ltima jugada berlusconiana, hay un obst¨¢culo importante: la Liga no acepta el pacto con el PDL si el candidato a primer ministro es Berlusconi.