¡°Europa, o se federa, o se rompe¡±
Nicolas Berggruen y Nathan Gardels reflexionan sobre Occidente, Europa, y la comunicaci¨®n
En una conversaci¨®n mantenida ayer en Madrid, al margen de la presentaci¨®n de su libro, Nicolas Berggruen y Nathan Gardels ahondaron en varios de los argumentos desarrollados en Gobernanza inteligente para el siglo XXI. Este es un breve resumen de algunas de sus reflexiones.
OCCIDENTE
Las democracias occidentales viven instaladas en una suerte de complejo de superioridad que les impide aprender lecciones de los dem¨¢s y mejorar sus cada vez m¨¢s evidentes ineficiencias.
¡°Tenemos un complejo de superioridad¡±, dice Gardels. ¡°Es un sentimiento que se instal¨® tras el fin de la Segunda Guerra Mundial. Ahora vemos la pujanza de Oriente y somos incapaces de reconocer que, por ejemplo, el sistema de gobernanza chino est¨¢ siendo muy eficaz. Est¨¢ claro que hay muchas cosas inaceptables y criticables en ello, pero tambi¨¦n es obvio que est¨¢n haciendo cosas bien y que son capaces de trabajar para el largo plazo mientras nosotros somos a menudo rehenes del corto. Nosotros no estamos inevitablemente en el lado correcto de la historia¡±.
¡°S¨ª, sufrimos un complejo de superioridad¡±, argumenta Berggruen. ¡°Pero quiz¨¢ estamos a punto de tener tambi¨¦n uno de inferioridad. Y esto es una oportunidad. Occidente debe admitir que no tiene el monopolio de lo que funciona y abrirse a las lecciones que puede aprender de Oriente. Evidentemente, Occidente no va a importar el modelo de gobernanza chino o de Singapur, pero s¨ª puede adaptar elementos. Oriente tambi¨¦n puede extrapolar lecciones. Pese a los lugares comunes, creo que nosotros estamos mucho m¨¢s ideologizados que los chinos, que son muchos m¨¢s abiertos y pragm¨¢ticos¡±.
EUROPA
La construcci¨®n europea es un gran laboratorio para desarrollar nuevas formas de gobernanza adaptadas a nuestro tiempo. Pero la crisis, el populismo y el cortoplacismo la amenazan. ¡°La Uni¨®n Europea es una gran idea; un proyecto inacabado que encierra grandes lecciones¡±, reflexiona Berggruen. ¡°El problema es que fue construida por las elites, sin involucrar a los ciudadanos, y se ha quedado a medio camino, sin poderes reales en el centro. En la situaci¨®n actual, Europa, o se federa con m¨¢s poder en el centro, o se rompe. Pero tendr¨¢ que ser con el consenso de los ciudadanos. El gran reto es lograr convencer a la gente sin recurrir al populismo, sin ser extremistas¡±.
¡°La proliferaci¨®n del populismo es un peligro¡±, desarrolla Gardels. ¡°Europa tiene el 7% de la poblaci¨®n global, el 25% del PIB y el 50% del gasto social. Sus econom¨ªas sufren. La competencia global complica su crecimiento. Hemos pasado de una democracia industrial a una de consumidores. Europa, o se hace m¨¢s competitiva o renuncia a parte de su gasto social, no hay muchas otras alternativas. Los gobernantes lo saben. Pero lo que no saben es c¨®mo tomar las medidas necesarias sin perder las siguientes elecciones. El actual auge de Alemania se debe a las reformas de Gerhard Schr?der de 2003. ?l perdi¨® las elecciones tras hacerlas. Este es el problema: hacer que las democracias no queden paralizadas en las medidas de corto plazo por miedo a perder elecciones. Dise?ar instituciones que puedan pensar a largo plazo, con una legitimaci¨®n democr¨¢tica de fondo, pero no directamente sometida a elecciones¡±.
MEDIOS Y SOCIEDAD
Las nuevas tecnolog¨ªas y medios sociales aumentan la capacidad de control sobre los gobernantes, pero tambi¨¦n fomentan superficialidad y confusi¨®n. ?Cu¨¢l es el balance? ¡°Si uno mira la situaci¨®n actual, no tiene buen aspecto¡±, comenta Berggruen. ¡°La gente est¨¢ sobrecargada de informaci¨®n, se distrae en mil cosas en lugar de profundizar. La dispersi¨®n, la falta de concentraci¨®n puede minar la calidad y la fuerza del pensamiento. Adem¨¢s, el nuevo escenario debilita los medios tradicionales. Pero tengo la esperanza de que los aspectos positivos acaben prevaleciendo. Es fant¨¢stico que cada vez m¨¢s gente tenga acceso a la informaci¨®n; que pueda tener una voz. Y creo que al final, medios como EL PA?S y otros peri¨®dicos que representan aut¨¦nticos bienes de utilidad social acabar¨¢n sobreviviendo, porque la gente necesita fuentes de informaci¨®n contrastadas, de confianza¡±.
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