Palestina se siente la gran olvidada de las elecciones israel¨ªes
El conflicto y el proceso de paz son los grandes olvidados de las elecciones israel¨ªes Los palestinos quieren seguir avanzando hacia la independencia aunque sea en solitario
Por mucho que los partidos en las elecciones israel¨ªes se hayan empe?ado en ignorarlo, el muro existe. Y los asentamientos. Existen tambi¨¦n los pasos fronterizos. Y los 4,2 millones de personas que habitan en los territorios palestinos. A tenor del discurso pol¨ªtico en las elecciones de Israel, nadie lo dir¨ªa. Desaparecidas de ¨¦l quedaron las menciones al proceso de paz y al posible Estado palestino. Pero a la otra parte del muro, aunque no tengan la potestad de votar en los comicios israel¨ªes, los palestinos sienten que en sus resultados hay mucho en juego. Tanto, como la salvaci¨®n de la ¨²ltima posibilidad de tener, finalmente, su propio Estado.
La m¨¢s que probable victoria de la coalici¨®n que el Likud de Benjam¨ªn Netanyahu ha formado con el ultranacionalista Yisrael Beiteinu, liderado por Avigdor Lieberman, ¡°abrasa cualquier esperanza de una soluci¨®n de dos Estados, con apoyo internacional, y la posibilidad de una paz duradera en la zona¡±, seg¨²n un reciente documento interno de la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina (OLP). Cunde en esa organizaci¨®n el sentimiento de que los partidos y la sociedad israel¨ª han dejado de considerar acuciante el asunto palestino. Opinan que en Israel, Palestina ya ni siquiera es un problema, absorto el pa¨ªs en la amenaza procedente de Ir¨¢n y en su situaci¨®n econ¨®mica.
¡°Este es el final de la soluci¨®n de los dos Estados¡±, explica la legisladora Hanan Ashrawi, integrante del Comit¨¦ Ejecutivo de la OLP. ¡°No es s¨®lo ret¨®rica verbal, no es s¨®lo ch¨¢chara, no es s¨®lo competici¨®n ling¨¹¨ªstica entre los candidatos. Este gobierno, sobre el terreno, est¨¢ destruyendo la soluci¨®n de los dos estados. Construye m¨¢s asentamientos. Roba m¨¢s tierra. Intensifica y aumenta la anexi¨®n de Jerusal¨¦n y la construcci¨®n de asentamientos dentro y alrededor de Jerusal¨¦n, aislando la ciudad de una forma cada vez mayor¡±, a?ade.
Como muchos otros palestinos, Ashrawi no cree que lo que considera una ag¨®nica y lenta muerte de la soluci¨®n de los dos Estados obedezca s¨®lo a las gestiones del gobierno de Netanyahu. ¡°Los israel¨ªes como sociedad tienen una responsabilidad, y si eligen a este tipo de gobierno, eso significa que todos esos discursos sobre la soluci¨®n de los dos Estados no es m¨¢s que palabrer¨ªa vac¨ªa¡±, a?ade.
¡°Esto no es s¨®lo un problema de Netanyahu, es un problema de la sociedad israel¨ª en general¡±, coincide Firas Shomali, residente de Bel¨¦n de 41 a?os, que trabaja en el sector de la mercadotecnia. ¡°No hay esperanza. Los asentamientos no van a parar de crecer, y seguir¨¢n devorando nuestra tierra, nuestra agua, nuestra electricidad e incluso nuestro aire¡±.
De hecho, en el corto camino de Jerusal¨¦n a Ramala se ven varios de esos asentamientos de israel¨ªes dentro de Cisjordania, vallados, fortificados, de techo rojizo, en lo alto de promontorios, por razones de seguridad. En verano, los colonos en esta zona superaron los 350.000. En una sola semana de diciembre, Netanyahu autoriz¨® la construcci¨®n de 11.000 nuevos hogares. No son planes de futuro. Son realidades, que sobre el terreno avanzan a un ritmo vertiginoso.
¡°Nosotros ya imaginamos cu¨¢l es el mapa de Palestina seg¨²n Netanyahu: un archipi¨¦lago sin fronteras con m¨¢s pa¨ªses que Israel¡±, explica Xavier Abu Eid, portavoz de la OLP. ¡°Nos han privado del 60% de los territorios anexados de Cisjordania, nos han privado de Jerusal¨¦n y nos han privado de la conexi¨®n con Gaza. Es el mapa del apartheid¡±, asegura, empleando un t¨¦rmino que ya forma parte del l¨¦xico com¨²n en los territorios palestinos. ¡°Ni siquiera hablar¨ªa de la soluci¨®n de un Estado. Es la realidad de un solo Estado¡±, a?ade.
Esto no quiere decir que los palestinos hayan perdido la esperanza de ver nacer su propio pa¨ªs en un futuro. Creen que la decisi¨®n unilateral de declarar su propio Estado observador en la ONU fue un acierto diplom¨¢tico. ¡°All¨ª en Israel, ya no les importamos¡±, explica Tarifi Ayman, de 40 a?os, que regenta una tienda en el centro de Ramala. ¡°No quieren ver una Palestina independiente. Pero nosotros miramos al futuro, y vamos a seguir luchando por ella. Y vamos a seguir persiguiendo la creaci¨®n del Estado de forma uniltareal, con o sin Israel¡±.
Cuando se le pregunta por los temores de algo que preocupa a la comunidad internacional, una tercera intifada, alimentada por los asentamientos y la indolencia que detectan los palestinos en Israel, Ayman es tajante: ¡°Si la hubiera, aqu¨ª en Cisjordania ser¨ªa pac¨ªfica, con el fin ¨²ltimo de la independencia. De darse, ser¨ªa una intifada diplom¨¢tica¡±.
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