Pesadillas del siglo XXI
Junto a los peligros tradicionales, nuevos desaf¨ªos a la seguridad global adquieren protagonismo Ciberataques y cambio clim¨¢tico destacan entre ellos
El arsenal nuclear del que dispone el r¨¦gimen norcoreano es fuente de comprensible preocupaci¨®n en muchas canciller¨ªas; las cabezas at¨®micas repartidas en varios centros de almacenaje en el ca¨®tico Pakist¨¢n tambi¨¦n producen leg¨ªtimos escalofr¨ªos en muchas espaldas, igual que el proliferar de c¨¦lulas terroristas en el Sahel y en otras regiones del planeta. Sin embargo, cuando el periodista de The New York Times Tim Weiner ¨Cseg¨²n relat¨® en una reciente conversaci¨®n en Madrid- pregunt¨® al director del FBI, Robert Mueller, qu¨¦ le quitaba el sue?o por la noche, este no contest¨® nada de eso. Sino esto: ¡°Un ciberataque m¨²ltiple que golpee las redes el¨¦ctricas de grandes ciudades y los sistemas inform¨¢ticos que gestionan sus principales servicios, como el abastecimiento de agua y los transportes¡±.
No se trata simplemente de la obsesi¨®n personal del l¨ªder de una agencia civil. Las preocupaciones de los militares no andan muy lejos. Mike Mullen, presidente del Estado Mayor de EE UU entre 2007 y 2011, declar¨® lo siguiente el a?o pasado: ¡°Nosotros estamos expuestos a dos amenazas existenciales. Una, es el arsenal nuclear ruso. Pero creo que eso lo tenemos muy bien controlado. La otra son los ciberataques. El desaf¨ªo, para m¨ª y muchos otros l¨ªderes, es realmente comprender esto. Ya no podemos delegar este asunto a alg¨²n sector de nuestras estructuras. Tenemos que comprender para poder tomar decisiones, invertir. Este desaf¨ªo est¨¢ destinado a crecer¡±.
Los ciberataques son el primero de una serie de desaf¨ªos a la seguridad global que exceden las nociones tradicionales y que, seg¨²n muchos expertos, van a tener un creciente protagonismo este siglo. ¡°Un ciberataque puede, de alguna manera, ser considerado una suerte de arma de destrucci¨®n masiva", comenta Richard Gowan, subdirector del Centro sobre Cooperaci¨®n Internacional de la Universidad de Nueva York. El desarrollo vertiginoso de la biotecnolog¨ªa tambi¨¦n abre un nuevo frente repleto de inc¨®gnitas. En otro orden conceptual, factores fuera del control de los Estados tambi¨¦n pueden exacerbar tensiones. Uno de ellos es el cambio clim¨¢tico, que amenaza con ahondar las fricciones por el acceso a los recursos y facilitar conflictos. La conferencia de Seguridad de M¨²nich, que se celebra este fin de semana, dedica desde hace algunos a?os un creciente espacio a estas amenazas que se suman o exacerban a las tradicionales. A continuaci¨®n, algunas reflexiones sobre ellas.
CIBERATAQUES
La pesadilla de Mueller y Mullen todav¨ªa no se ha materializado en ning¨²n pa¨ªs. ¡°Hasta ahora, afortunadamente no se han producido ciberataques a escala completa. Solo hemos visto episodios¡±, comenta Liina Areng, asesora de Relaciones Internacionales del Centro de Excelencia para Ciberdefensa de la OTAN, ubicado en Estonia. Sin embargo, algunos de esos episodios son muy instructivos. Precisamente en Estonia, el 26 de abril de 2007, las webs de las principales instituciones del Estado fueron acribilladas por una lluvia de mensajes basura procedentes de ordenadores de medio mundo que colaps¨® su capacidad de funcionamiento. Posteriores oleadas de ataques se abatieron sobre webs de bancos, peri¨®dicos, compa?¨ªas de telecomunicaci¨®n y ministerios durante al menos dos semanas. El episodio se produjo poco despu¨¦s del traslado, del centro de Tall¨ªn a las afueras, de un monumento a los ca¨ªdos sovi¨¦ticos. No paraliz¨® el pa¨ªs, pero asust¨® bastante.
¡°El ciberterrorismo, una campa?a de ataques a infraestructuras civiles cr¨ªticas, que son las m¨¢s vulnerables, es algo relativamente f¨¢cil de lograr. No hacen falta enormes recursos. Es una amenaza creciente, m¨¢s realista que una aut¨¦ntica ciberguerra entre potencias¡±, dice Areng, que fue consejera de ciberseguridad del Ministerio de Defensa estonio.
Las fuerzas armadas de las principales potencias llevan a?os prepar¨¢ndose en este dominio, pero la protecci¨®n de todos los centros civiles que permiten el normal acontecer de la vida moderna ¨Cbolsas de valores, bancos, telecomunicaciones, redes el¨¦ctricas, acueductos, transportes, etc.- es un aut¨¦ntico desaf¨ªo. ¡°Es necesaria mucha cooperaci¨®n. Entre Estados, entre p¨²blico y privado y entre privados. Nadie tiene la capacidad para controlar todo lo que ocurre, desde donde puede llegar la amenaza. Sin embargo, todav¨ªa hay desconfianzas entre Estados que impiden un flujo de informaci¨®n optimo¡±, observa Areng.
CAMBIO CLIM?TICO
Los expertos en seguridad definen el cambio clim¨¢tico como un ¡®multiplicador de amenazas¡¯ un factor que, por ejemplo, exacerba las tradicionales tensiones por los recursos h¨ªdricos, la producci¨®n energ¨¦tica y alimentar. Cleo Paskal, analista del centro de estudios Chatham House especializada en la materia, ofrece un buen ejemplo relacionado con el excepcionalmente caluroso verano ruso de 2010. ¡°Los terribles fuegos que se propagaron ese a?o tuvieron graves repercusiones en la producci¨®n de trigo, del que Rusia es gran exportadora. Eso caus¨® una subida en los precios. El aumento de los precios de los productos alimentarios b¨¢sicos como el pan fue uno de las causa clave del estallido del malestar social en varios pa¨ªses ¨¢rabes [a partir de finales de 2010], que a su vez ha provocado un aut¨¦ntico terremoto geoestrat¨¦gico¡±, comenta Paskal.
La pugna por el agua y la energ¨ªa es consustancial a la historia humana, pero el aumento demogr¨¢fico y la salida de la pobreza de centenares de millones de personas ¨Ccon su correspondiente cambio de praxis de consumo, alimentaci¨®n, etc.- incrementan de por s¨ª la presi¨®n sobre los recursos. Varios pa¨ªses ya est¨¢n comprando o alquilando tierras en otras regiones reducir su dependencia alimentaria. El cambio clim¨¢tico amenaza con multiplicar esas tensiones, afectando la disponibilidad de agua dulce ¨Cnecesaria para la agricultura pero tambi¨¦n para la producci¨®n de energ¨ªa (la hidroel¨¦ctrica, naturalmente, pero tambi¨¦n la nuclear)- provocando desastres naturales que destruyen infraestructuras y cosechas y, en definitiva, transformando muchas constantes en variables, algo peligroso para la estabilidad.
En otro orden de asuntos, se?ala Paskal, el deshielo del ¨¢rtico est¨¢ abriendo nuevas fronteras y el acceso a nuevos recursos, cuya conquista se antoja potencialmente conflictiva; la subida del nivel de los mares amenaza con hacer desaparecer islas que otorgan a sus respectivos Estados derechos mar¨ªtimos sobre amplias extensiones.
BIOTECNOLOG?A
Varios otros asuntos despiertan la inquietud de los expertos. Gowan apunta uno: ¡°Hemos hecho progresos en los ¨²ltimos a?os para enfrentarnos a pandemias. La experiencia de la gripe aviar ha fomentado avances y cooperaci¨®n. Pero, en cambio, creo que no estamos tan preparados para el terrorismo biol¨®gico. Los avances de la industria biotech son incre¨ªblemente r¨¢pidos y complejos. Es un ¨¢rea con poca legislaci¨®n internacional. Esto es algo acerca de que las agencias occidentales piensan bastante¡±. Si las tradicionales armas qu¨ªmicas asustan, las futuras armas biol¨®gicas aterran.
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