¡°El nuevo Papa deber¨¢ enfrentarse al relativismo de los valores¡±

El cardenal brasile?o Odilo Pedro Scherer, de 62 a?os, es visto, por su experiencia pastoral, como el m¨¢s papable entre los purpurados brasile?os y quiz¨¢s de toda Am¨¦rica Latina. El arzobispo de la di¨®cesis de S?o Paulo, la mayor del mundo en n¨²mero de cat¨®licos, ha roto el silencio por primera vez despu¨¦s de la noticia de la renuncia del papa Benedicto XVI para decir lo que piensa sobre los retos de su sucesor.

A sabiendas de que ¨¦l es uno de los candidatos con m¨¢s posibilidades si el c¨®nclave se inclina por el nombramiento de un no europeo, el cardenal de S?o Paulo, considerado como moderado, ha sido muy prudente. Scherer ha apuntado, sin embargo, los que, seg¨²n ¨¦l, son los desaf¨ªos m¨¢s urgentes a los que se tendr¨¢ que enfrentar el nuevo papa: ¡°el subjetivismo y el relativismo total de los valores incluso de los ¨¦ticos y religiosos¡±.

Seg¨²n ¨¦l, no importa la nacionalidad ni la edad del pr¨®ximo papa, lo que se hace perentorio es escoger a la persona, de cualquier pa¨ªs, que sea capaz de enfrentarse con ese ¡°subjetivismo y relativismo¡± de los valores reinantes en el mundo y en la Iglesia, coloc¨¢ndose de alguna forma en la l¨ªnea del dimisionario papa Ratzinger. El cardenal ha desmentido los rumores de que Benedicto XVI ¡°estuviera aislado en el Vaticano¡±, dejando la puerta abierta a nuevas interpretaciones sobre los motivos reales de su renuncia.

Scherer agradeci¨® al papa Ratzinger ¡°todo el bien que hizo a la Iglesia¡± incluso ¡°en medio de tantos sufrimientos e incomprensiones¡±, aunque sin especificar a qu¨¦ tipo de incomprensiones se refer¨ªa. Seg¨²n ¨¦l, Benedicto XVI ¡°procur¨® hacerlo lo mejor posible para el bien de la Iglesia, pero no siempre fue bien interpretado¡± y especific¨® que fue un incomprendido en la confrontaci¨®n de las ideas, en el campo de la cultura y en el enfrentamiento con la opini¨®n p¨²blica.

El cardenal brasile?o ha recordado que la Iglesia ya se ha enfrentado en el pasado a muchos desaf¨ªos, y ha opinado que el que espera al nuevo papa es el de ¡°la posmodernidad, de una cultura sin valores s¨®lidos¡± que, seg¨²n ¨¦l, impregna al mundo y hasta a una parte de la Iglesia.

El cardenal em¨¦rito de Brasilia, Jos¨¦ Freire Fal?ao, que particip¨® en la elecci¨®n de Benedicto XVI en 2005, ha confirmado, por su parte, que los cardenales llegan al c¨®nclave sin un nombre escogido. Y solo all¨ª, en el silencio de la votaci¨®n, empezar¨¢n a aparecer los nombres.

Preguntado si antes de aquel c¨®nclave ya se hab¨ªan puesto de acuerdo sobre alg¨²n candidato especial, contesta que no. ¡°Los cardenales nos reun¨ªamos en grupos despu¨¦s de la cena, pero nadie hablaba de nombres de candidatos ni hac¨ªa campa?a. S¨®lo supimos que Ratzinger era un candidato fuerte despu¨¦s de las primeras votaciones secretas¡±. Y a?ade: ¡°En la primera votaci¨®n ninguno consigui¨® los dos tercios de los votos necesarios. En el segundo d¨ªa del c¨®nclave tuvieron lugar otras votaciones, por la ma?ana y por la tarde y solo en la tercera consigui¨® Ratzinger los dos tercios¡±.