El alumno aventajado de Ch¨¢vez

Nada m¨¢s conocerse los primeros resultados, Rafael Correa acudi¨® a la calle Shyris de Quito a festejar la victoria ante cientos de seguidores. Delante de su esposa y de sus tres hijos, el antiguo profesor universitario de Econom¨ªa, de 49 a?os, con doctorados en B¨¦lgica y Estados Unidos, record¨® lo que ven¨ªa repitiendo en los ¨²ltimos meses: que solo est¨¢ de paso. Que la antorcha de la ¡°revoluci¨®n ciudadana¡± deber¨¢n recogerla ahora los m¨¢s j¨®venes. Y, sobre todo, las mujeres. Eso dijo ante un p¨²blico donde no faltaban mujeres j¨®venes protegiendo del fr¨ªo a sus beb¨¦s en brazos. Hay quienes piensan que Correa aprovechar¨¢ la mayor¨ªa absoluta en la Asamblea para reformar la Constituci¨®n y garantizarse as¨ª en 2017 la cuarta reelecci¨®n. Pero el domingo, sin que nadie le preguntara, insisti¨® en que est¨¢ de paso.

Correa aprovech¨® su primera conferencia de prensa para dedicarle la victoria a su admirado Hugo Ch¨¢vez. Y el Gobierno venezolano difundi¨® esa misma noche la felicitaci¨®n de Ch¨¢vez a Correa. Hay muchas similitudes en la pol¨ªtica y el vocabulario de ambos. Correa tambi¨¦n habla de ¡°revoluci¨®n ciudadana¡±, ataca la pol¨ªtica del Fondo Monetario Internacional, fomenta los subsidios a los m¨¢s pobres y reform¨® la Constituci¨®n en 2008, con lo cual se abri¨® paso a la reelecci¨®n en 2009 y 2013.

Sus cr¨ªticos sostienen que la soberbia y el car¨¢cter desp¨®tico son tambi¨¦n muy similares a los de Ch¨¢vez. Igual que su af¨¢n por controlar los medios de comunicaci¨®n, el poder judicial y los organismos electorales. Pero reconocen una diferencia sustancial respecto a Venezuela: en Ecuador el d¨®lar es moneda oficial desde el a?o 2000; y eso ha evitado que Correa incurra en los excesos inflacionistas de Argentina y Venezuela.

El precio del petr¨®leo tambi¨¦n sopl¨® a favor de Correa, igual que con Ch¨¢vez. En los cinco a?os previos se mantuvo en una media de 31,4 d¨®lares por barril y durante su mandato promedi¨® los 77,5 d¨®lares, m¨¢s del doble que en el lustro anterior. Pero a diferencia de Venezuela, esa bonanza expansiva se ha reflejado en las infraestructuras de una forma que ni su principal rival, Guillermo Lasso, se ha atrevido a negar.