Los ricos son vulnerables
El poder econ¨®mico es hoy m¨¢s f¨¢cil de obtener, m¨¢s dif¨ªcil de ejercer y m¨¢s f¨¢cil de perder
La crisis econ¨®mica ha hecho que la clase media en Europa y Estados Unidos hoy sea mucho m¨¢s vulnerable a los avatares que empujan a una familia hacia la pobreza. Y en los pa¨ªses de menores ingresos, a pesar del indudable progreso de algunos, la mayor parte de la poblaci¨®n sigue siendo pobre. Mientras tanto, la desigualdad econ¨®mica ha venido agudiz¨¢ndose. Entre 1970 y 2012, los ingresos del 1% de la poblaci¨®n de EE UU que m¨¢s gana se duplicaron, pasando del 10% al 20% del total. Y durante aproximadamente ese mismo lapso, los ingresos del 10% de la poblaci¨®n m¨¢s pobre solo crecieron un 3,6%. Y sabemos que la carga m¨¢s pesada del ajuste econ¨®mico europeo no ha reca¨ªdo precisamente en quienes m¨¢s tienen.
Esta dura realidad, sin embargo, oculta otra tendencia que comenz¨® antes de la crisis econ¨®mica y que va a continuar despu¨¦s de que esta amaine: las grandes empresas y sus m¨¢ximos directivos est¨¢n perdiendo poder. Esto es dif¨ªcil de creer en tiempos de tanta y tan justificada indignaci¨®n ante una crisis causada por las decisiones de los empresarios m¨¢s poderosos y por el hecho de que muchos de ellos no parecen haber pagado un precio muy alto por sus errores. Sin embargo¡
Tanto la gente m¨¢s rica del mundo como quienes dirigen empresas que parecen fortalezas inexpugnables son m¨¢s vulnerables que antes a la p¨¦rdida de poder, dinero y prestigio. Esto de ninguna manera implica que haya que tenerles l¨¢stima. Obviamente, siguen estando muy bien. Pero suponer que en las alturas del poder econ¨®mico no est¨¢n ocurriendo profundas transformaciones es un error.
Seg¨²n Emmanuel S¨¢ez, de la Universidad de California, el 1% de mayor renta en EE UU vio reducirse sus ingresos en un 36% a ra¨ªz de la crisis, mientras que el restante 99% sufri¨® una ca¨ªda del 11,6%. En 2012, 441 de las mil personas m¨¢s ricas del mundo que figuran en la lista de Forbes experimentaron una ca¨ªda en su patrimonio. Es obvio que una p¨¦rdida del 11% en los ingresos de una familia que a duras penas llega a fin de mes es una cat¨¢strofe, mientras que la ca¨ªda de un tercio en los ingresos de quienes m¨¢s ganan no tiene mayores consecuencias. Pero el hecho es que actualmente quienes m¨¢s ganan tienen una situaci¨®n menos segura que antes.
Y no solo en ingresos; sus empleos tambi¨¦n son menos seguros. En EE UU, la permanencia de un alto directivo en su puesto se ha reducido a la mitad respecto a la d¨¦cada de los noventa: de 10 a 5 a?os. En 2011, el 14% de los m¨¢ximos responsables de las 2.500 empresas m¨¢s grandes del mundo dejaron su cargo involuntariamente.
Lo mismo ocurre con las empresas mismas: ya no es tan f¨¢cil como antes mantener una posici¨®n de liderazgo. Un estudio de Diego Comin y Thomas Philippon mostr¨® que, en 1980, una compa?¨ªa de EE UU en el 20% superior de su sector solo ten¨ªa un riesgo del 10% de quedar fuera de ese nivel en los cinco a?os subsiguientes. Dos d¨¦cadas despu¨¦s, esa probabilidad se hab¨ªa elevado al 25%. En el sector financiero ¡ªsiempre uno de los m¨¢s poderosos¡ª las grandes empresas tradicionales han quebrado o son acosadas por nuevos competidores. En el segundo semestre de 2010, los 10 mayores hedge funds (fondos de riesgo) ¡ªla mayor¨ªa de ellos desconocidos para el p¨²blico¡ª ganaron m¨¢s que los seis bancos m¨¢s grandes del mundo en su conjunto. Esos diez fondos solo emplean a unos pocos miles de personas, mientras que los bancos m¨¢s grandes tienen cientos de miles de empleados.
Otro riesgo que ha aumentado mucho para las grandes empresas y sus directivos es el de sufrir un accidente que arruina su reputaci¨®n. Una investigaci¨®n de Oxford Metrica encontr¨® que las empresas due?as de las marcas de mayor renombre mundial tienen, en un periodo de cinco a?os, un 82% de probabilidad de sufrir un accidente que reduce dr¨¢sticamente el valor de su marca. Hace dos d¨¦cadas, esta probabilidad era tan solo del 20%.
?Qu¨¦ significa todo esto? No significa que el poder econ¨®mico est¨¦ desapareciendo ni, mucho menos, que su capacidad de influir sobre pol¨ªticos y gobernantes est¨¦ menguando. Significa, s¨ª, que la situaci¨®n de los m¨¢s ricos y de los responsables de grandes empresas ya no es tan c¨®moda y permanente como antes. El poder econ¨®mico, como muchos otros en estos tiempos, es ahora m¨¢s f¨¢cil de obtener, mas dif¨ªcil de ejercer y m¨¢s f¨¢cil de perder. Y eso es una buena noticia.
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