Estados Unidos, de nuevo ante el abismo de una crisis econ¨®mica
¡°Los efectos del secuestro son todav¨ªa peores que el nombre¡±, ha advertido el presidente Barack Obama en un astillero en Virginia


Estados Unidos se encuentra de nuevo al borde de una crisis econ¨®mica provocada por la reiterada incapacidad pol¨ªtica de la Casa Blanca y el Congreso de llegar a un acuerdo sobre un presupuesto. Si un milagro no lo evita, este fin de semana entrar¨¢ en vigor un dr¨¢stico recorte del gasto p¨²blico que, seg¨²n los expertos, provocar¨¢ masivas p¨¦rdidas de empleos, una brusca desaceleraci¨®n del crecimiento y otros graves perjuicios en muchos ¨¢mbitos, incluida la seguridad nacional.
El drama esta vez se conoce como secuestro y no es muy distinto a otros episodios recientes de terminolog¨ªa igualmente llamativa, como el abismo fiscal o el techo de deuda. En el caso del secuestro, como ha dicho hoy Barack Obama en un astillero de Virginia contratado por la Armada, ¡°los efectos son todav¨ªa peores que el nombre¡±.
Como en esos casos anteriores en los que EE UU se ha encontrado a las puertas de la crisis, el problema de fondo sigue siendo la visi¨®n irreconciliable de republicanos y dem¨®cratas sobre el modelo de sociedad, que est¨¢ haciendo este pa¨ªs ingobernable. Obama pretende impulsar desde la Casa Blanca una pol¨ªtica econ¨®mica expansiva y de atenci¨®n social; los republicanos, que controlan el Congreso, exigen austeridad y reducci¨®n del d¨¦ficit por encima de todo.
Esas diferencias estuvieron a punto de provocar un verdadero colapso econ¨®mico mundial al final del a?o pasado, pero se evit¨® con un acuerdo en la madrugada del 1 de enero que permiti¨® subir los impuestos a los ingresos altos y pospuso la decisi¨®n sobre los recortes de gastos hasta el 1 de marzo.
El problema de fondo sigue siendo la visi¨®n irreconciliable de republicanos y dem¨®cratas sobre el modelo de sociedad, que est¨¢ haciendo EEUU ingobernable.
Ya hemos llegado a esa fecha y no se ha alcanzado ning¨²n acuerdo, por lo que el viernes empezar¨¢n a aplicarse recortes de 85.000 millones de d¨®lares sobre pr¨¢cticamente todos los organismos y servicios p¨²blicos. La mitad de esa cantidad afectar¨¢ al presupuesto militar. La otra mitad se repartir¨¢ entre el resto de los departamentos.
La Casa Blanca ha descrito en t¨¦rminos dantescos el panorama ante el que se encuentra el pa¨ªs: los veteranos de guerra dejar¨¢n de cobrar sus cheques, habr¨¢ largas colas y retrasos en los aeropuertos porque habr¨¢ que reducir las horas de trabajo de controladores y personal de seguridad, miles de familias se quedar¨¢n sin ayuda escolar o sin atenci¨®n sanitaria, se retrasar¨¢n las gestiones de todos los ministerios, 800.000 empleados civiles del Pent¨¢gono tendr¨¢n que tomarse d¨ªas de descanso sin cobrar, 10.000 maestros ser¨¢n temporalmente enviados a casa. La Oficina de Control del Presupuesto del Congreso ha calculado que, si el secuestro se produce, la econom¨ªa norteamericana perder¨¢ alrededor de 750.000 puestos de trabajo al final de este a?o.
¡°Estos recortes no son inteligentes, no son justos y suponen un da?o autoinfligido a nuestra econom¨ªa que no tendr¨ªa por qu¨¦ producirse¡±, ha dicho Obama a los trabajadores a los que pidi¨® en Virginia que presionen al Congreso para que se eviten esas medidas.
Algunas de las consecuencias m¨¢s preocupantes de esta crisis afectan a la seguridad. Leon Panetta, a punto de dejar de ser secretario de Defensa, advirti¨® recientemente: ¡°El secuestro, esa locura legislativa que fue dise?ada para ser tan malo, tan malo, que nadie en su sano juicio permitiese que ocurriera, degradar¨¢ nuestra capacidad para responder a desaf¨ªos internacionales, precisamente en un momento de creciente inestabilidad alrededor del planeta¡±. Coincidiendo con ¨¦l, John McCain, uno de los m¨¢s influyentes republicanos en el Senado, ha asegurado que el tijeretazo previsto al presupuesto militar ¡°pondr¨¢ en peligro nuestra seguridad y, literalmente, nuestra capacidad de defender a la naci¨®n¡±.
Como dec¨ªa Panetta, el secuestro se acord¨® en 2011, por iniciativa de la Casa Blanca, para superar el obst¨¢culo que hab¨ªa en aquel momento sobre el techo de deuda. Impong¨¢monos un castigo tan grande que estemos obligados a llegar a un acuerdo antes, pensaron entonces los legisladores. Pero los republicanos de la C¨¢mara de Representantes creen ahora que el castigo no es tan grande, y que este recorte ¨Cparte de un total de reducci¨®n del gasto de 1,2 billones de d¨®lares en 10 a?os- viene muy bien para rebajar el d¨¦ficit.
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