Alivio y resentimiento en los autobuses para palestinos
El lunes pasado el Gobierno de Israel inaugur¨® dos l¨ªneas de autob¨²s que emplean palestinos
Son 5.000 los palestinos que cruzan a pie cada amanecer el paso de Eyal, de Cisjordania a Israel, para trabajar. Muchos, como Amer, de 27 a?os, viven cerca de la localidad palestina de Qalqiliya. Hasta la semana pasada ten¨ªa dos opciones para llegar a la construcci¨®n donde trabaja, en Kfar Saba: pagar 25 shekels (cinco euros) por trayecto a una furgoneta privadaq o conducir hasta el asentamiento jud¨ªo de Ariel, a 30 kil¨®metros de su casa, para tomar un autob¨²s p¨²blico, barato, que emplean israel¨ªes y en el que no se siente bienvenido.
Desde el pasado lunes, dos nuevas l¨ªneas de autob¨²s, la 210 y 211, operan desde Eyal hasta diversos puntos en el centro de Israel. Cuestan entre cinco y nueve shekels. Las emplean palestinos. Su creaci¨®n ha desatado una intensa pol¨¦mica. Algunas organizaciones no gubernamentales acusan a Israel de instaurar el apartheid: autobuses separados para jud¨ªos y palestinos. El lunes por la noche, el d¨ªa en que comenzaron a operar las nuevas l¨ªneas, dos veh¨ªculos de Afikim, la empresa que las opera, fueron quemados por unos desconocidos.
¡°Tener un autob¨²s al lugar al que vamos a trabajar es positivo¡±, dice Amer. ¡°Antes ir a trabajar me costaba 250 shekels semanales. Ir al trabajo era f¨¢cil. Volver no. A veces los coches de vuelta iban llenos. No paraban. Ten¨ªamos que tomar los autobuses de l¨ªnea hasta Ariel, con los israel¨ªes, y desde all¨ª buscar la forma de volver a casa. Con el autob¨²s sabes cu¨¢ndo sales y cu¨¢ndo regresas¡±.
Los nuevos autobuses, de la empresa p¨²blica Afikim, parten de Eyal entre las 4.00 y las 9.00, y regresan entre las 14.00 y las 19.00. El lunes se inauguraron 12 trayectos. La demanda ha sido tal que en cuatro d¨ªas ya se hab¨ªa incrementado esa cifra hasta 30. Ahora, el ministerio de Transporte estudia la creaci¨®n de l¨ªneas adicionales.
¡°Esos palestinos que cruzan a Israel no ten¨ªan servicio de autob¨²s para acudir a sus trabajos. Depend¨ªan de empresas piratas que les cobraban precios abusivos. Me han llegado informes de que esas compa?¨ªas llegaban a exigirles 1.000 shekels al mes por el derecho a tomar un coche de vuelta a Eyal¡±, asegura Dror Ganon, responsable de transporte p¨²blico en el Gobierno israel¨ª. ¡°No hemos creado l¨ªneas para palestinos. Hemos a?adido l¨ªneas que cualquiera puede tomar si paga billete. No hay l¨ªneas segregadas en Israel¡±.
El paso de Eyal es de uso palestino. No se ven israel¨ªes en ¨¦l. ¡°Esto es lo que es¡±, dice Debbie, de 49 a?os, que trabaja desde hace cinco a?os en una cafeter¨ªa en el paso, en zona israel¨ª. ¡°Aqu¨ª hay trabajadores palestinos. Si pones un autob¨²s aqu¨ª, lo emplear¨¢n palestinos. He visto a muchos de estos trabajadores enfadados con las compa?¨ªas piratas, por los precios y porque les trataban como ganado¡±.
Los conductores de esas compa?¨ªas de transporte privado est¨¢n ahora desocupados. ¡°Esos autobuses no son buenos. Llevamos aqu¨ª seis a?os, llevando a esas personas a trabajar. Esto nos ha fastidiado a todos¡±, asegura Sami Uda, un conductor de 47 a?os. ¡°El trabajo se ha esfumado¡±.
Las organizaciones no gubernamentales ven en estas l¨ªneas un problema subyacente m¨¢s grave. ¡°Esto es racismo¡±, asegura Sarit Michaeli, portavoz de la agrupaci¨®n B¡¯Tselem. ¡°Cuando esos palestinos regresaban a Cisjordania, sol¨ªan hacerlo en l¨ªneas de autob¨²s, como la que va Ariel, que emplean colonos jud¨ªos. Estos llevaban meses quej¨¢ndose de tener que compartir veh¨ªculo con palestinos. Ahora el Gobierno atiende a sus quejas con dos nuevas l¨ªneas¡±.
A Amer no le gustaba, es cierto, tomar esas l¨ªneas que emplean los colonos israel¨ªes. Porque el trayecto a casa era mucho m¨¢s largo. ¡°Y por la agresividad de algunos pasajeros jud¨ªos. Si no hab¨ªa asientos, nos presionaban para dejarles sitio¡±, dice. A algunos conocidos suyos, la polic¨ªa les ha hecho bajarse de los veh¨ªculos antes de cruzar la frontera con Cisjordania. ¡°Pero eso no es un problema de autobuses¡±, dice, resignado. ¡°Es un problema m¨¢s grande¡±.
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