El papa que se hace la comida
Suave y humilde en las formas, Bergoglio destaca por sus firmes convicciones
Jorge Mario Bergoglio es, ante todo, un sacerdote que cree en el poder de la oraci¨®n y lo transmite tanto en el trato con los dem¨¢s como en las decisiones que toma. Hasta que comenz¨® el c¨®nclave, viv¨ªa solo en una habitaci¨®n de la segunda planta de un anexo a la catedral metropolitana de Buenos Aires, un lugar cuyo funcionamiento es una buena muestra del car¨¢cter de quien hasta anoche era su titular: una iglesia abierta durante todo el d¨ªa en cuyas dependencias se realizan actividades de ayuda social y al mismo tiempo se cuida extremadamente la liturgia, desde las misas, a la exposici¨®n permanente de la forma consagrada o la presencia ininterrumpida de sacerdotes confesando.
Cuando fue creado cardenal en 2001, el flamante pont¨ªfice no encarg¨® vestimentas nuevas, sino que pidi¨® que se arreglara todo lo que se pudiera aprovechar de su antecesor. Fiel a esta sencillez, en su primera aparici¨®n p¨²blica como papa, Francisco ha utilizado solamente la sotana blanca, sin otros revestimientos propios de su nueva dignidad. Es m¨¢s, el maestro de ceremonias, monse?or Marini, le tuvo que alcanzar a toda la velocidad la estola para que impartiera su primera bendici¨®n.
Pero la sencillez del nuevo papa no debe ser interpretada como candidez o debilidad. Todo lo contrario. El papa Francisco se inclina humildemente ante el pueblo de Roma y pide su bendici¨®n, pero el cardenal Bergoglio se ha mantenido firme ante los Gobiernos de N¨¦stor Kirchner (2003-2006) primero y de su mujer Cristina Fern¨¢ndez, despu¨¦s, hasta tal punto que Kirchner decidi¨® cambiar el lugar al que acud¨ªa como presidente al tradicional Te Deum con motivo de la fiesta nacional para no escuchar los reproches del cardenal. Con la oposici¨®n argentina desarbolada, Bergoglio se convirti¨® en la ¨²nica persona de Argentina ante la cual el presidente ten¨ªa que escuchar en p¨²blico y sin r¨¦plica una cr¨ªtica feroz a la pobreza y creciente desigualdad social que atravesaba el pa¨ªs. Una versi¨®n muy diferente del triunfalista discurso peronista oficial.
El nuevo papa da mucha importancia a los s¨ªmbolos y ha rescatado algunos de la antigua tradici¨®n cristiana ca¨ªdos en desuso en los ¨²ltimos a?os, como el que los sacerdotes impongan las manos sobre la cabeza de los fieles al final de algunas misas. En esa misma l¨ªnea de defender la ortodoxia se ha mostrado tajante ante las autoridades civiles en materia de aborto y uniones homosexuales.
De car¨¢cter reservado, sabe convertir en una ceremonia ¨ªntima desde una misa en la catedral a un bautizo familiar. No es descartable que sorprenda alguna vez a sus asistentes personales --la conocida como familia pontificia--, cocinando. Entre otras cosas el Colegio Cardenalicio ha elegido a un papa que se hace la comida. M¨¢s dif¨ªcil lo tendr¨¢ ahora para caminar esquivando viandantes, como sol¨ªa hacer hasta hace diez d¨ªas por las calles de Buenos Aires. Y presenciar en directo los partidos de su equipo: el San Lorenzo de Almagro.
Y de nuevo su car¨¢cter reservado no debe llevar a enga?o. Francisco conoce perfectamente la importancia de los medios de comunicaci¨®n. Durante su etapa al frente del arzobispado de Buenos Aires, levant¨® una eficaz oficina de informaci¨®n al frente de la cual puso consecutivamente a sacerdotes expertos en la materia. Horas antes de la fumata blanca, su oficina de prensa convocaba a una misa ayer para iluminar a los cardenales a elegir papa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.