Solalinde arranca al Gobierno de M¨¦xico la promesa de proteger a los emigrantes
El cura conf¨ªa en el comisionado de Seguridad para acabar con los secuestros de sin papeles Las amenazas de muerte contra el sacerdote se mantienen
![In¨¦s Santaeulalia](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F9a06ac8d-a208-47ba-a427-435a0d9fd951.png?auth=c37e3ad1a4cecfce2d72b64299a766d07d1a7fd1b0fcd957d70bac7c5f719ae5&width=100&height=100&smart=true)
![El padre Solalinde, en la Ciudad de M¨¦xico.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/7SVOSQUHW2KXOZDMPRZ6F7XKWM.jpg?auth=77e6ae7678d5b9e281a80f3e2684e625e0f603627f3d6174e67d8cb98f2a15d0&width=414)
Vestido de blanco, con una cruz de madera colgando del pecho, el padre Alejandro Solalinde guarda una agenda negra sobre las rodillas. Abre sus notas y dice: ¡°Mire, esta frase la recuadr¨¦ bien¡±. Quiere poder esgrimir esas cinco palabras llegado el caso. ¡°No les vamos a fallar¡±. Es la promesa que Manuel Mondrag¨®n, comisionado de Seguridad del Gobierno mexicano, le hizo al cura esta semana. ¡°No les vamos a fallar¡±, repite Solalinde.
No fallarle al padre Solalinde significa acabar con los secuestros y las desapariciones que sufren miles de emigrantes cuando atraviesan M¨¦xico camino de Estados Unidos. No fallarle supone evitar que polic¨ªas federales sean c¨®mplices de esta tragedia de la que no hay cifras ni datos exactos. El padre calcula en unos 10.000 desaparecidos en los ¨²ltimos tres a?os. Es solo una estimaci¨®n. Las pocas certezas han llegado en forma de fosas comunes. 72 cad¨¢veres de emigrantes muertos en Tamaulipas un d¨ªa, 49 en Nuevo Le¨®n otro. Se sabe que el camino al norte est¨¢ salpicado de cuerpos. Muertos sin identificar, de la fosa a la morgue, sin m¨¢s datos que el n¨²mero de una ficha policial.
El padre Solalinde vive desde hace a?os para esos sin nombre. Su actividad al frente del centro de emigrantes Hermanos en el Camino, en Oaxaca le ha costado no pocas enemistades: civiles y eclesi¨¢sticas. Varias amenazas de muerte forzaron su salida del pa¨ªs el a?o pasado. Cuando volvi¨® se le asignaron cuatro agentes para su seguridad. ¡°Hay un cacique en Oaxaca que ha juntado dinero para pagarle a un sicario y matarme. Est¨¢ apoyado por pol¨ªticos fuertes del anterior Gobierno local. En la zona en la que est¨¢ hay mucha droga y armas, muchos intereses. Yo lo descubr¨ª y lo denunci¨¦¡±.
El padre habla de la muerte con la misma tranquilidad con la que habla de Jes¨²s, su ¡°referente¡±. No duda de que un d¨ªa ¡°alguien¡± acertar¨¢ y acabar¨¢ con su vida. ¡°Eso lo tengo claro. Estoy estorbando intereses muy grandes para la gente ciega que ve en el migrante una mercanc¨ªa. Yo me estoy metiendo con su mercanc¨ªa porque para m¨ª son lo m¨¢s valioso, son Jes¨²s en la persona de los pobres¡±.
Hay un cacique en Oaxaca que ha juntado dinero para pagarle a un sicario y matarme
La fuerza de su solo en apariencia fr¨¢gil presencia hace a?os que no pasa inadvertida. Ni siquiera para el poder. La anterior administraci¨®n, presidida por Felipe Calder¨®n, se sent¨® con ¨¦l varias veces pero no se gan¨® su afecto. ¡°Era un gobierno al que le entraban las cosas por una oreja y le sal¨ªan por la otra. Era un gobierno simulador, dec¨ªa que respetaba los derechos humanos de los migrantes y los pisoteaba¡±.
Ahora hay nuevas caras en el poder. Solalinde, que es premio Nacional de Derechos Humanos de M¨¦xico 2012, ha tenido un acercamiento esta semana con el comisionado Mondrag¨®n, m¨¢ximo jefe de la polic¨ªa en M¨¦xico. ¡°Me pareci¨® sincero, me dio buena espina. Creo que vale la pena darle una oportunidad. Prometi¨® escuchar y actuar¡±. Entonces el padre abre la agenda para no tergiversar las palabras. En los apuntes lleva anotadas las sensaciones que le dio el pol¨ªtico: ¡°Es c¨¢lido y trata muy bien a su personal¡±, pone en una cuartilla. Y lee: ¡°Dijo que trabajaba con emociones, que entre la polic¨ªa hay muy buena disposici¨®n, pero tambi¨¦n hay agentes que no miran al interlocutor y no analizan las cosas. Dijo que tiene como central al ser humano. Habl¨® de cero tolerancia en la corrupci¨®n y de priorizar el buen trato a la gente¡±.
La primera prueba al pol¨ªtico no tard¨® demasiado. Al poco de salir de la reuni¨®n con Mondrag¨®n, al padre le lleg¨® un aviso de uno de los informantes que tiene en todos los Estados. Le advert¨ªan del inminente secuestro de un grupo de 300 inmigrantes en Veracruz. Solalinde quiso probar al Gobierno. ¡°Le dije ¡®por favor, ay¨²deme¡¯¡±. En pocos minutos se mont¨® un operativo para proteger a los emigrantes. ¡°Funcion¨®¡±, dice sorprendido. Pese a la emoci¨®n, el panorama que dibuja de M¨¦xico es desolador: ¡°M¨¦xico est¨¢ coptado por la delincuencia. La misma polic¨ªa que cuida es la que secuestra y extorsiona en connivencia con los c¨¢rteles. Los que m¨¢s secuestran son los Zetas¡±.
![](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/MJLXLJPAUCKSJ45OQPEMNUR4M4.jpg?auth=e85525c933973dbf6636193c7fde6f522ff7422567ebccfaad03483a2bbf7190&width=414)
Pese a todo el Solalinde de esta semana es un Solalinde esperanzado que pasa por encima de sus problemas con el obispado. ¡°El obispo de Oaxaca no reconoce que lo que yo hago es un trabajo de Iglesia. Le gustar¨ªa meterme en una oficina y que fuera del escritorio al altar. Yo no soy as¨ª, hay demasiados desaf¨ªos en la Iglesia como para estar encerrado¡±. Para esos desaf¨ªos, el cura parece hoy recobrar la confianza en Roma.
¡°Este no va a ser un Papa de grandes discursos, de grandes escritos, pero va a hablar como hablan los profetas, por medio de signos, con sus ejemplos. El hecho de atreverse a llamar Francisco en una monarqu¨ªa como la eclesi¨¢stica es recordar que la Iglesia tiene que volver al camino de la pobreza. La misma renuncia de Benedicto XVI nos est¨¢ hablando de que ese sistema mon¨¢rquico ya tron¨®. El Estado del Vaticano debe desaparecer y existir solamente la Santa Sede. ?C¨®mo puede ser que un sacerdote se llame monse?or? Es un t¨ªtulo medieval que requiere de siervos, pero los siervos ya se acabaron¡±.
El padre Solalinde habla sin prisa para el diario EL PA?S, pero a su alrededor se ha ido amontonando gente. Tiene una conferencia en la Universidad Nacional Aut¨®noma de M¨¦xico (UNAM). Los agentes de la PGR que lo cuidan est¨¢n ya inquietos. ?l no. A¨²n tiene tiempo de posar para el fot¨®grafo. Antes de irse responde a una ¨²ltima pregunta. ?Tiene miedo? El padre sonr¨ªe: ¡°No, para nada. De nada ni de nadie. Me gusta mucho la vida, pero soy firme en lo creo¡±.
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