El mayor pueblo sin Estado del mundo lucha por su autonom¨ªa
Treinta millones de kurdos repartidos en varios pa¨ªses diferentes comparten naci¨®n e idioma
Son algo m¨¢s de 30 millones de personas que comparten una naci¨®n, un idioma y, en su mayor¨ªa, una religi¨®n. Pero no s¨®lo no conforman un Estado sino que est¨¢n repartidas entre varios pa¨ªses diferentes. Son el pueblo kurdo, generalmente considerado como el mayor del mundo sin Estado. Y es ahora, tras m¨¢s de un siglo de reivindicaciones nacionalistas, cuando los kurdos est¨¢n consiguiendo que se les reconozca una mayor autonom¨ªa.
Casi la mitad se encuentran en el sudeste de Turqu¨ªa, unos 7 millones viven en el noreste de Ir¨¢n, otros 6 millones en el norte de Irak y unos 2 millones en el noroeste de Siria. Las fronteras de estos cuatro pa¨ªses dividen la regi¨®n del Kurdist¨¢n y dan as¨ª cuatro nacionalidades diferentes a los kurdos.
Las primeras referencias a este pueblo aparecen durante la Edad Media, cuando empieza a surgir la identidad kurda com¨²n a toda una serie de pueblos de las regiones de Asia Central y Oriente Medio. En su mayor¨ªa son seguidores del islam sun¨ª y, de hecho, una de las figuras clave de los grandes califatos medievales, el sult¨¢n Saladino, que reconquist¨® Jerusal¨¦n y unific¨® Oriente Medio, era de origen kurdo.
M¨¢s adelante, el pueblo kurdo fue integrado dentro del Imperio Otomano y ya a finales del siglo XIX comenz¨® a surgir el nacionalismo kurdo moderno. Tras la Primera Guerra Mundial y la desaparici¨®n del Imperio Otomano, las potencias occidentales no tuvieron en cuenta las reivindicaciones kurdas y el nuevo mapa de la regi¨®n los dividi¨® entre los territorios de Turqu¨ªa, Ir¨¢n, Irak y Siria.
Desde entonces, las minor¨ªas kurdas en estos cuatro pa¨ªses han protagonizado diferentes luchas por sus derechos sociales y pol¨ªticos frente a Estados que no les otorgaban este reconocimiento. En ocasiones, estas luchas se han convertido en enfrentamiento armado entre facciones kurdas y fuerzas gubernamentales.
El episodio m¨¢s dram¨¢tico se vivi¨® seguramente en Irak el 16 de marzo de 1988, en los ¨²ltimos d¨ªas de la guerra entre este pa¨ªs e Ir¨¢n. Ese d¨ªa, la aviaci¨®n del presidente Saddam Hussein atac¨® con gas venenoso la ciudad kurda de Halabja, en el norte de Irak. Entre 3.200 y 5.000 personas murieron y se estima que entre 7.000 y 10.000 resultaron heridas, la mayor¨ªa civiles.
Este acto ha sido definido oficialmente como un acto de genocidio y est¨¢ considerado el mayor ataque de la historia con armas qu¨ªmicas contra poblaci¨®n civil.
En la actualidad, son precisamente los kurdos iraqu¨ªes los que han conseguido una mayor autonom¨ªa pol¨ªtica y econ¨®mica. Tras la invasi¨®n estadounidense de Irak en 2003, la comunidad kurda se hizo con el control de su territorio. El llamado Gobierno Regional Kurdo tiene su capital en Erbil, administra una gran parte de los recursos petrol¨ªferos de Irak y es una de las regiones con un mayor crecimiento econ¨®mico del mundo en los ¨²ltimos a?os.
Tras la I Guerra Mundial y la ca¨ªda del Imperio Otomano, las potencias occidentales no tuvieron en cuenta las reivindicaciones kurdas
En Turqu¨ªa, el Partido de los Trabajadores del Kurdist¨¢n (PKK, en kurdo) y el Estado llevan enfrentados desde 1984 en un conflicto armado que ha costado la vida a m¨¢s de 40.000 personas, la mayor¨ªa militantes kurdos y poblaci¨®n civil. La declaraci¨®n de alto el fuego hoy por parte de Abdal¨¢ Ocalan, el encarcelado l¨ªder del PKK, considerado un grupo terrorista por Turqu¨ªa, la Uni¨®n Europea y Estados Unidos, es un momento clave en un proceso de paz que se inici¨® a finales del a?o pasado y que podr¨ªa suponer el inicio del fin del conflicto. Para ello, los kurdos demandan una mayor autonom¨ªa pol¨ªtica y el reconocimiento de la naci¨®n kurda dentro de Turqu¨ªa.
Por su parte, la comunidad kurda en Ir¨¢n ha sido tambi¨¦n duramente reprimida por los sucesivos gobiernos de Teher¨¢n. Organizaciones defensoras de los derechos humanos como Amnist¨ªa Internacional han denunciado la persecuci¨®n pol¨ªtica y religiosa a la que los kurdos iran¨ªes se ven sometidos. Expertos en relaciones internacionales consideran que la actual pujanza de las comunidades kurdas en Irak y Turqu¨ªa pueda incentivar la lucha de los kurdos en Ir¨¢n.
Mientras tanto, la guerra civil en Siria, que estos d¨ªas ha cumplido dos a?os, ha servido a los sirios kurdos para conseguir una inesperada autonom¨ªa. En agosto del a?o pasado, las fuerzas del r¨¦gimen del presidente Bachar el Asad, exigidas por la duraci¨®n del conflicto y la llegada de los combates a Alepo, comenzaron a retirarse de los enclaves kurdos en el noreste del pa¨ªs. Esto permiti¨® al llamado Partido de la Uni¨®n Democr¨¢tica y su ala armada hacerse con el poder en esta regi¨®n, donde llevan meses construyendo lo que en la pr¨¢ctica es un Estado kurdo dentro del Estado sirio.
"Nosotros somos nosotros, y nosotros somos kurdos. Y ahora, por fin, nosotros somos nosotros", trataba de explicar en un ingl¨¦s b¨¢sico una activista kurda siria en el centro cultural de Al-Malikiyah, un pueblo kurdo en el extremo noreste de Siria, junto a las fronteras con Turqu¨ªa e Irak, mientras sus compa?eros ensayaban en el escenario canciones kurdas, hasta entonces prohibidas, tras dejar sus rifles AK-47 apoyados en las butacas.
Aunque oficialmente nadie habla de exigir independencia, las diferentes comunidades kurdas siguen hoy persiguiendo el reconocimiento de esa identidad y esperan que esas fronteras tengan cada vez menos significado.
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