M¨¦xico y EE UU revisar¨¢n la Iniciativa M¨¦rida
La cooperaci¨®n en seguridad dar¨¢ prioridad al fortalecimiento de las instituciones y del Estado de derecho
La cooperaci¨®n entre M¨¦xico y Estados Unidos en seguridad y lucha contra el crimen organizado plasmada en la Iniciativa M¨¦rida tomar¨¢ un nuevo rumbo en los pr¨®ximos meses dando mayor prioridad al refuerzo de las instituciones y del Estado de derecho mexicano que a las transferencias de equipos militares, seg¨²n fuentes conocedoras del proceso. As¨ª lo recomienda el Departamento de Estado norteamericano en su ¨²ltimo Informe de Estrategia Internacional de Control de Narc¨®ticos 2013, en el que se dice que ¡°los futuros esfuerzos bilaterales deben enfatizar el fortalecimiento de las instituciones mexicanas¡±, de forma que ¡°las reformas del sector de la justicia, la reducci¨®n en la demanda de drogas y la cultura de la legalidad jueguen un mayor papel¡±. El informe advierte que ¡°la corrupci¨®n permanece como el principal impedimento a los esfuerzos de M¨¦xico contra el narcotr¨¢fico¡±.
La coincidencia de nuevas Administraciones en los dos pa¨ªses, con la llegada del presidente del PRI, Enrique Pe?a Nieto, y el segundo mandato de Barack Obama, es vista por el nuevo Gobierno mexicano como una oportunidad para revisar la relaci¨®n bilateral construyendo una agenda ¡°m¨¢s centrada en asuntos econ¨®micos¡± y avanzando en la ¡°normalizaci¨®n de la seguridad¡± en la frontera. Aunque fuentes del Ejecutivo mexicano aseguran que a¨²n no se han celebrado reuniones espec¨ªficas sobre la Iniciativa M¨¦rida, la nueva estrategia de seguridad anunciada por el PRI tiene por objetivo la reducci¨®n de la violencia y gira en torno a la prevenci¨®n y superaci¨®n de la debilidad institucional. Esa oportunidad podr¨¢ concretarse en la Cumbre del Tratado de Libre Comercio de Am¨¦rica del Norte (NAFTA, en sus siglas en ingl¨¦s) prevista para septiembre en M¨¦xico y a la que asistir¨¢ Obama.
La Iniciativa M¨¦rida entr¨® en vigor en 2008 bajo la presidencia de George W. Bush y tuvo por fundamento la asunci¨®n de los dos pa¨ªses de una ¡°responsabilidad compartida¡± ante la amenaza del narcotr¨¢fico. A este fin, el Congreso de EE UU aprob¨® un fondo de ayuda de 1.400 millones de d¨®lares para tres a?os, de los que en septiembre de 2012 hab¨ªan llegado a su destino 1.100, es decir, el 70% del total.
Ese dinero se dividi¨® en tres apartados. Seg¨²n escribe Eric L. Olson, Investigador del Instituto M¨¦xico, del Woodrow Wilson International Center for Scholars, en el Atlas de la Seguridad y la Defensa de M¨¦xico 2012, el primero, dedicado a la lucha contra el narcotr¨¢fico as¨ª como a la seguridad fronteriza acapar¨® el 64% del presupuesto e ¡°implic¨® equipo de muy alto costo, como 21 aeronaves para el uso de las fuerzas militares y policiales¡±. El segundo, destinado a la capacitaci¨®n y modernizaci¨®n de las fuerzas de seguridad se llev¨® el 24% del pastel, y el tercero, orientado hacia la promoci¨®n del Estado de Derecho y reforma de las instituciones judiciales mexicanas, solo el 15%.
La colaboraci¨®n provoc¨® durante el sexenio del presidente Felipe Calder¨®n susceptibilidades nacionalistas en M¨¦xico, cuya opini¨®n p¨²blica no ve con buenos ojos la libertad de acci¨®n de la que gozan los agentes antidroga gringos en su territorio, y verdaderos esc¨¢ndalos como el ametrallamiento por polic¨ªas federales mexicanos de un veh¨ªculo de agentes de inteligencia estadounidenses en las afueras del DF en agosto del a?o pasado.
Aparte de su pol¨¦mica contribuci¨®n a la a¨²n m¨¢s controvertida guerra contra el narco de Calder¨®n, la Iniciativa M¨¦rida obtuvo resultados, sostiene Olson, en la mejora del tejido social en¡± comunidades vulnerables como Monterrey, Ciudad Ju¨¢rez, Tijuana¡± -la violencia ha descendido recientemente en las dos ¨²ltimas-; el ¡°fortalecimiento del r¨¦gimen de extradici¨®n, que alcanz¨® cifras r¨¦cord¡± y la capacitaci¨®n de miles de funcionarios del sistema de justicia, entre ellos 7.500 polic¨ªas federales.
El investigador del Instituto Mexicano de la Competitividad, Alejandro Hope, considera que si bien la Iniciativa M¨¦rida es ¡°demasiado peque?a como para cambiar la ecuaci¨®n comparada con el Plan Colombia¡±, ha tenido efectos positivos ¡°en la construcci¨®n de confianza entre los dos pa¨ªses y en la aceptaci¨®n por EE UU de corresponsabilidad en el problema¡±. Hope no descarta que cuando ambos pa¨ªses revisen el programa cambie incluso de nombre para ¡°darle el sello de la nueva Administraci¨®n priista¡±.
Aunque la primera presidencia de Obama dio prioridad a partir de 2010 a las reformas institucionales sobre otras ¨¢reas, los avances del programa de cooperaci¨®n han sido limitados al tiempo que ha crecido la preocupaci¨®n estadounidense por el aumento de las denuncias de violaciones de los derechos humanos por parte de las fuerzas armadas mexicanas.
Tras subrayar los progresos de M¨¦xico en el decomiso de drogas y armas, erradicaci¨®n de cultivo y detenci¨®n de narcotraficantes, el informe del Departamento de Estado destaca algunas tareas pendientes como las reformas en la justicia, la tardanza en la aplicaci¨®n de la ley contra el lavado de dinero que aprobada en octubre de 2012 no entrar¨¢ en vigor hasta el verano o la facilidad con que polic¨ªas estatales y municipales mal pagados y mal entrenados se corrompen.
El presupuesto de M¨¦xico en todas las ¨¢reas de seguridad en 2013 es de 9.400 millones de d¨®lares aproximadamente, un 3,7% m¨¢s que en 2012, y el Congreso de EE UU aprob¨® en el presente a?o fiscal una partida de 234 millones dentro de la Iniciativa M¨¦rida. Pero las pol¨ªticas de prevenci¨®n tardan en dar resultados y la corrupci¨®n, como dice el investigador de la UNAM y editor del Atlas de la Seguridad en M¨¦xico, Ra¨²l Benitez Manaut, sigue siendo el tal¨®n de Aquiles de la estrategia de pacificaci¨®n: ¡°Si no hay una guerra sistem¨¢tica contra la corrupci¨®n no tendr¨¢ ¨¦xito la otra. Los golpes al crimen organizado siempre ser¨¢n d¨¦biles sino se golpea tambi¨¦n a los funcionarios implicados en el narcotr¨¢fico¡±.
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