Un juicio a neonazis arranca en bochorno
La inflexibilidad burocr¨¢tica del tribunal alem¨¢n que juzga la banda que asesin¨® a ocho personas de origen turco excluye de las vistas a la prensa de ese pa¨ªs
La banda nazi NSU (Resistencia Nacionalsocialista) asesin¨® en Alemania a ocho personas de origen turco y a un griego, pero la Audiencia regional b¨¢vara donde se procesar¨¢ en abril a su integrante Beate Zsch?pe y a cuatro de sus presuntos c¨®mplices ha dejado sin acreditaci¨®n a los medios de Turqu¨ªa y de Grecia. La enorme controversia provocada por la exclusi¨®n de casi todos los periodistas extranjeros ha obligado a Berl¨ªn a interpelar a los representantes del tribunal para que cambien la lista de acreditados. El portavoz de Angela Merkel, Steffen Seibert, expres¨® su ¡°esperanza en que el inter¨¦s de los medios obtenga el trato adecuado¡±. Entre los cincuenta periodistas que obtendr¨¢n una plaza para informar desde la sala tampoco hay reporteros de los principales medios internacionales.
La Audiencia regional de M¨²nich aduce, en su defensa, que las acreditaciones fijas se otorgaron por riguroso orden de llegada. En Alemania, vienen a decir, la norma es la norma. No consideran posibilidades alternativas, como reservar plazas para las diversas lenguas o establecer prioridades seg¨²n el alcance de las audiencias. As¨ª se ha llegado al escenario grotesco de que la publicaci¨®n mensual del Partido Socialdem¨®crata de Alemania (SPD), llamada Vorw?rts, tenga reservada una plaza que les fue denegada a medios de alcance mundial como The New York Times, la BBC o a los grandes rotativos turcos Zaman y H¨¹rriyet.
La comisaria de Justicia y vicepresidenta de la Comisi¨®n Europea Viviane Reding califica este reparto de ¡°deficiente¡±. En declaraciones que publicar¨¢ el jueves el diario muniqu¨¦s S¨¹ddeutsche Zeitung, Reding reconoce que no es ¡°capaz de entender c¨®mo se ha permitido que se desate esta pol¨¦mica¡±. Toda vez que los asesinatos del tr¨ªo neonazi autodenominado NSU se mantuvieron sin resolver por m¨¢s de una d¨¦cada, durante la cual las autoridades los achacaron a inexistentes tramas mafiosas entre inmigrantes. No sin groser¨ªa racista, los medios sensacionalistas bautizaron la serie de cr¨ªmenes perpetrados entre 2000 y 2006 como ¡°los asesinatos del d?ner¡±, porque algunas de las v¨ªctimas regentaban peque?os negocios de comida r¨¢pida. Los otros dos integrantes de la banda fueron encontrados muertos en 2011. La polic¨ªa dice que se suicidaron.
La Comisi¨®n Parlamentaria del Bundestag encargada de esclarecer los hechos tras su salida a la luz en oto?o de 2011 ha revelado asombrosas irregularidades en las investigaciones sobre la banda terrorista. Arrojan sombras sobre los servicios secretos internos (Verfassungsschutz), donde se destruyeron numerosos documentos y expedientes relacionados con las pujantes organizaciones neonazis semiclandestinas del este alem¨¢n. En muchas de ellas militan informantes pagados por las autoridades. Las pesquisas ya le han costado el puesto al jefe de la Oficina Federal de los servicios secretos, as¨ª como a sus directores regionales en Turingia, Sajonia y Berl¨ªn.
En este contexto, la terquedad de la Audiencia de M¨²nich y su insistencia en que act¨²a conforme a las normas recuerdan a la invectiva del l¨ªder izquierdista Oskar Lafontaine contra las llamadas ¡°virtudes secundarias¡± alemanas ¡ªcomo el sentido del deber pervertido en legalismo¡ª: ¡°para ser precisos, son las que sirven para dirigir campos de concentraci¨®n¡±.
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