Obama da prioridad a M¨¦xico en su segundo mandato
Energ¨ªa, migraci¨®n y seguridad en la frontera centrar¨¢n el encuentro entre Pe?a Nieto y el presidente de EE UU en la primera semana de mayo
La visita oficial de Barack Obama a M¨¦xico en la primera semana de mayo subraya la prioridad que suponen para la Casa Blanca las relaciones con el vecino del Sur y la importancia estrat¨¦gica de la frontera com¨²n cuando est¨¢ en discusi¨®n la aprobaci¨®n de una reforma migratoria que marcar¨¢ el segundo mandato del presidente estadounidense. De su trascendencia da idea el hecho de que M¨¦xico sea el segundo destino internacional elegido por Obama tras su estancia en Israel, el gran aliado de EE UU en Oriente Pr¨®ximo. El viaje representa tambi¨¦n un espaldarazo a la agenda de reformas anunciada por el presidente Enrique Pe?a Nieto y a la oportunidad de negocio que implicar¨¢ el despegue de la segunda econom¨ªa m¨¢s grande de Am¨¦rica Latina.
Obama visitar¨¢ M¨¦xico y Costa Rica entre el 2 y el 4 de mayo. Pese a que las visitas al extranjero del inquilino de la Casa Blanca suelen ser preparadas con meses de antelaci¨®n, a¨²n no se ha hecho p¨²blico d¨®nde se encontrar¨¢n ambos pol¨ªticos. Aunque ya se han visto con anterioridad, esta ser¨¢ la primera reuni¨®n de los dos presidentes desde sus respectivas tomas de posesi¨®n, en diciembre y enero pasados. La visita se produce tambi¨¦n en v¨ªsperas del 5 de Mayo, conmemoraci¨®n de la batalla de Puebla de 1862 en la que M¨¦xico derrot¨® a las tropas francesas, pero sobre todo D¨ªa del Orgullo Mexicano en Estados Unidos.
La agenda de trabajo tendr¨¢ como temas principales la migraci¨®n, la seguridad y las relaciones econ¨®micas. La Casa Blanca batalla actualmente en el Congreso para lograr la aprobaci¨®n en los pr¨®ximos meses de una reforma que regularizar¨¢ a 11 millones de inmigrantes indocumentados, la mayor¨ªa de origen mexicano. Condici¨®n para ello es la garant¨ªa de seguridad en los m¨¢s de 3.000 kil¨®metros de frontera terrestre com¨²n entre los dos pa¨ªses, por donde diariamente cruzan personas, armas y drogas.
¡°La visita de Obama es una deferencia hacia Pe?a Nieto pero tambi¨¦n el reconocimiento de que algo no funciona bien en el flanco sur de EE UU¡±, opina Sergio Aguayo, profesor del Colegio de M¨¦xico. ¡°Una frontera segura ha sido una clave estrat¨¦gica para EE UU desde 1929 cuando la presidencia de Plutarco El¨ªas Calles. Funcion¨® bien durante d¨¦cadas, pero en los ¨²ltimos a?os hace aguas por todas partes. Que venga Obama es una se?al de la prioridad que le concede el presidente de EE UU a M¨¦xico en su segundo mandato. Es una oportunidad para revisar la relaci¨®n bilateral¡±, a?ade.
Para el historiador y novelista H¨¦ctor Aguilar Cam¨ªn, la visita debe servir para ¡°replantear¡± la relaci¨®n y la cooperaci¨®n entre dos pa¨ªses. ¡°Los problemas de migraci¨®n, drogas o violencia no son solo mexicanos, son binacionales, regionales, exigen una responsabilidad global. No pueden seguir pidi¨¦ndonos que persigamos a los capos a tiros, no basta el control policial, es necesario controlar el mercado de las drogas. Debemos tratarnos como socios y no como amenazas¡±, afirma.
Ese es el esp¨ªritu con el que llegar¨¢ Obama a tenor de sus declaraciones el mi¨¦rcoles a varias cadenas hispanas de EE UU. El presidente quiere que la relaci¨®n no est¨¦ basada solo en la seguridad sino profundizar en el desarrollo y la cooperaci¨®n econ¨®mica, sobre todo del comercio y del sector energ¨¦tico. En esas entrevistas, Obama destac¨® el trabajo realizado por el presidente Felipe Calder¨®n (2006-2012), pero lament¨® que ¡°a veces la relaci¨®n se caracteriza justamente por ser de frontera o simplemente sobre los carteles de la droga¡±, cuando, en realidad, apunt¨® ¡°es m¨¢s que eso¡±.
En el mismo sentido se ha orientado Pe?a Nieto desde la campa?a electoral del a?o pasado. El nuevo Gobierno del PRI es partidario de que la seguridad no monopolice la agenda bilateral y de darle mayor ¨¦nfasis econ¨®mico. Las reformas educativas y de las telecomunicaciones para fomentar la competencia ya en marcha, as¨ª como las anunciadas reformas energ¨¦tica, que contempla la apertura del monopolio de petr¨®leo Pemex a la iniciativa privada, y fiscal han desatado las expectativas de los inversores internacionales en M¨¦xico en un momento en que parecen reducirse las oportunidades de negocio en pa¨ªses como China y Brasil.
Desde la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio con EE UU y Canad¨¢, en 1994, M¨¦xico ha ido integr¨¢ndose en la econom¨ªa de EE UU. El 80% de las exportaciones mexicanas tiene por destino el vecino del norte y el 40% de lo que ¨¦ste exporta est¨¢ hecho en M¨¦xico. Analistas y pol¨ªticos coinciden en que sobre la base de los acuerdos comerciales, la apertura y modernizaci¨®n del sector energ¨¦tico mexicano, sobre todo en la explotaci¨®n del shale gas, podr¨ªa dar lugar a medio plazo a un boom econ¨®mico en Norteam¨¦rica con importantes consecuencias geopol¨ªticas mundiales.
Pero ese futuro a¨²n no est¨¢ aqu¨ª y la violencia sigue presente de manera atroz en la vida cotidiana de los mexicanos. Durante el fin de semana se registraron decenas de muertos en varias zonas del pa¨ªs y el n¨²mero de v¨ªctimas no se ha reducido respecto al sexenio de Calder¨®n. Pese a que el Gobierno del PRI ha anunciado una nueva estrategia de seguridad, que a¨²n est¨¢ por concretar, en sus primeros tres meses ha habido m¨¢s de 3.000 muertos derivados de la lucha contra el crimen organizado. El propio Pe?a Nieto ha prometido que en un a?o entregar¨¢ resultados, pero a la sociedad civil mexicana empieza a agot¨¢rsele la paciencia.
Despu¨¦s de 70.000 muertos y m¨¢s de 25.000 desaparecidos en los ¨²ltimos cinco a?os en la guerra contra el narcotr¨¢fico, cada vez son m¨¢s frecuentes las revelaciones sobre la violaci¨®n sistem¨¢tica de los derechos humanos por parte de las fuerzas de seguridad empleadas en esa lucha. El problema estar¨¢ latente durante el encuentro entre Pe?a Nieto y Obama y es m¨¢s que previsible que las organizaciones humanitarias de ambos pa¨ªses aprovechar¨¢n la visita para denunciarlo. El Gobierno del PRI ha logrado disipar la sospecha de que era proclive al entendimiento con los carteles, se ha fijado como objetivo la reducci¨®n de la violencia y estudia una revisi¨®n de la Iniciativa M¨¦rida ¨Cel programa de cooperaci¨®n en seguridad con EE UU- m¨¢s orientada hacia el fortalecimiento del Estado de derecho que a la entrega de equipos militares, pero m¨¢s pronto que tarde tendr¨¢ que atender esas demandas.
En Costa Rica, Obama prev¨¦ reunirse con la presidenta Laura Chinchilla as¨ª como con los jefes de Estado de los pa¨ªses centroamericanos y la Rep¨²blica Dominicana que participan en una reuni¨®n del Sistema de la Integraci¨®n Centroamericana (SICA). La regi¨®n vive desde hace tiempo una ola de violencia por la creciente actividad de los carteles de la droga y de las maras. Un informe del Congressional Research Service calcula que el 84% de la coca¨ªna que llega a EE UU pasa por el Istmo y en m¨¢s de 80.000 los miembros de las pandillas que operan en El Salvador, Honduras y Guatemala. El ¨²ltimo presidente de EE UU que visit¨® Costa Rica fue Bill Clinton en 1997.
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