Am¨¦rica Latina, el nuevo campo de batalla econ¨®mico entre China y EE UU
El gigante asi¨¢tico se convertir¨¢ en 2015 en el segundo m¨¢ximo inversor en la regi¨®n Su influencia en percibida de manera m¨¢s positiva que la del vecino del norte
La estabilidad democr¨¢tica y la prosperidad econ¨®mica de Am¨¦rica Latina en las dos ¨²ltimas d¨¦cadas han permitido que deje de ser considerada el ¡°patio trasero¡± de Estados Unidos. Buena parte de esa pujanza econ¨®mica se debe a la creciente presencia comercial de China en los pa¨ªses de la zona. El paulatino empuje del gigante asi¨¢tico en la regi¨®n puede amenazar la relaci¨®n de privilegio que todav¨ªa mantiene Estados Unidos con sus vecinos del sur, que, de momento, s¨®lo parece preocupado por el esa expansi¨®n comercial no pase las fronteras pol¨ªticas.
¡°La creciente econom¨ªa del pa¨ªs asi¨¢tico le obliga a buscar nuevos mercados, una necesidad que tambi¨¦n comparte Am¨¦rica Latina por los mismos motivos. Eso es bueno para la regi¨®n y, por tanto, tambi¨¦n es bueno para EE UU¡±, explica Daniel P. Erikson, asesor de la Oficina para Occidente del Departamento de Estado. La Comisi¨®n Econ¨®mica Para Latinoam¨¦rica y el Caribe (CEPAL) estima que en 2015, China sustituir¨¢ a la Uni¨®n Europea como segundo principal inversor en Am¨¦rica Latina, por detr¨¢s de EE UU. La fortaleza econ¨®mica de China ha tenido un profundo impacto en los pa¨ªses de la regi¨®n. El pa¨ªs asi¨¢tico es el principal socio comercial de Brasil, Chile y Per¨² y el segundo destino de las exportaciones de Argentina, Costa Rica y Cuba, seg¨²n CEPAL.
La creciente econom¨ªa del pa¨ªs asi¨¢tico le obliga a buscar nuevos mercados, una necesidad que tambi¨¦n comparte Am¨¦rica Latina por los mismos motivos"
China no s¨®lo est¨¢ recortando el protagonismo econ¨®mico de EE UU en el hemisferio sur del continente americano -ha pasado de capitalizar el 4% del intercambio comercial a ser el principal socio de muchos de sus pa¨ªses-, tambi¨¦n est¨¢ ganando la batalla de la percepci¨®n de su peso en la regi¨®n. Seg¨²n un estudio del Bar¨®metro de las Am¨¦ricas, elaborado por la Universidad de Vanderbilt y el Proyecto de Opini¨®n P¨²blica de Am¨¦rica Latina, el 68,2% de los ciudadanos de Am¨¦rica Latina y el Caribe, considera que la influencia del gigante asi¨¢tico en la zona es positiva, mientras que s¨®lo el 62,2% opina lo mismo del ascendiente estadounidense. Uno de cada cinco consultados cree, adem¨¢s, que China ya es el pa¨ªs m¨¢s influyente, por delante de Jap¨®n, India y EE UU.
Liu Kang, profesor de Estudios Culturales Chinos del Departamento de Estudios Asi¨¢ticos y director del Centro de Investigaci¨®n sobre China de la Universidad de Duke, justifica esa impresi¨®n positiva en ¡°la diplomacia pragm¨¢tica¡± que ha optado por desarrollar en la regi¨®n el Gobierno chino. ¡°La inversi¨®n de China en Am¨¦rica Latina no est¨¢ basada en la ideolog¨ªa, esta pol¨ªtica de no intervenci¨®n se ha demostrado mucho m¨¢s eficaz que la desarrollada en Oriente Medio o en ?frica, que ha suscitado mucha m¨¢s controversia¡±. Kang resalta, como ejemplo de esa falta de implicaci¨®n pol¨ªtica, que sus relaciones comerciales ya no se supeditan al reconocimiento a Taiw¨¢n por parte de algunos pa¨ªses de la regi¨®n.
La estad¨ªstica ayuda a ilustrar el impacto transformador de la presencia china en Am¨¦rica Latina. De acuerdo con el Ministerio de Comercio Chino, la regi¨®n es el segundo mayor destino inversor del pa¨ªs, tras Asia. En 2000, Pek¨ªn invirti¨® 10.000 millones de d¨®lares en la regi¨®n, en 2009 eran 100.000 millones y dos a?os despu¨¦s, en 2011, superaba los 245.000 millones, de acuerdo con el Centro Woodrow Wilson. Esa inversi¨®n fue determinante para que Am¨¦rica Latina soslayara el impacto de la recesi¨®n econ¨®mica de 2009 -Ese a a?o las exportaciones de Am¨¦rica Latina a EE UU y Europa disminuyeron el 26 y el 28% respectivamente, las que ten¨ªan como destino China, se incrementaron en un 5%-.
Uno de cada cinco consultados cree, adem¨¢s, que China ya es el pa¨ªs m¨¢s influyente, por delante de Jap¨®n, India y EE UU
EE UU tambi¨¦n aborda de manera emp¨ªrica el peso creciente de China en el continente Americano. Washington, no obstante, alerta sobre las pr¨¢cticas comerciales de China, las condiciones de su mercado laboral -con una mano de obra m¨¢s barata que permite rebajar los costes de producci¨®n- y la falta de garant¨ªas hacia los derechos humanos, como factores que favorecen la relaci¨®n comercial de los pa¨ªses emergentes de la regi¨®n con EE UU, por su afinidad pol¨ªtico-econ¨®mica, que con Pekin.
Esta l¨ªnea de pensamiento podr¨ªa explicar por qu¨¦ Brasil, Chile, Argentina o M¨¦xico son los pa¨ªses que, pese a tener a China como uno de sus principales socios econ¨®micos, tienen una visi¨®n m¨¢s negativa de su influencia, de acuerdo con el Bar¨®metro de las Am¨¦ricas. Del mismo modo, pese al inapelable ¨¦xito del modelo econ¨®mico chino, el 27,5% de los consultados prefiere el sistema estadounidense, frente al 16,3% que se decanta por el chino, seguidos del japon¨¦s (12,4%), brasile?o (7%), venezolano (2,1%) y mexicano (1,7%).
Otro de los problemas que se plantean a medio plazo es la posible competencia entre China y los pa¨ªses emergentes de Am¨¦rica Latina, como Brasil o M¨¦xico. De hecho, en ambos Estados ya se han empezado a sentir las consecuencias de la inevitable rivalidad derivada de sus respectivas pujanzas econ¨®micas. Mauricio Mosquita Moreira, economista del Banco Interamericano de Desarrollo, asegur¨® en 2011 que China era la ¡°principal amenaza¡± para la expansi¨®n industrial de Brasil, ya que ambos pa¨ªses producen bienes similares. La diferencia entre las pol¨ªticas laborales y el respecto al medioamebiente de determinadas empresas chinas instaladas en la regi¨®n tambi¨¦n han provocado fricciones con algunos Gobiernos americanos.
La inversi¨®n de China en Am¨¦rica Latina no est¨¢ basada en la ideolog¨ªa, esta pol¨ªtica de no intervenci¨®n se ha demostrado mucho m¨¢s eficaz que la desarrollada en Oriente Medio o en ?frica, que ha suscitado mucha m¨¢s controversia"
La relaci¨®n con M¨¦xico es sintom¨¢tica de la creciente rivalidad econ¨®mica entre ambos pa¨ªses. China se ha convertido en uno de los principales competidores de M¨¦xico en el mercado estadounidense. En 1980, el Gobierno mexicano comenz¨® a adoptar medidas protectoras en respuesta a la proliferaci¨®n de productos chinos de bajo coste dentro de sus fronteras. La reestructuraci¨®n del mercado laboral chino, que ha acordado una subida salarial a los trabajadores, ha permitido el renacimiento de la industria automovil¨ªstica y aeron¨¢utica mexicana, en competencia directa con la china. Pese a todo, la postura de M¨¦xico debe ser cauta, ya que los productos que exporta tienen una alta dependencia de las importaciones chinas.
La dependencia de la econom¨ªa de Am¨¦rica Latina de China es importante, por cada 1% que crece el PIB en el pa¨ªs asi¨¢tico, crece un 0,4% el de la regi¨®n; por cada 10% que crece China, aumentan las exportaciones de Am¨¦rica Latina a ese pa¨ªs, en un 25%. La presencia del gigante asi¨¢tico en el hemisferio Sur americano ha servido garantizar la estabilidad econ¨®mica de la regi¨®n.
Aunque EE UU vigila que esa influencia no traspase las fronteras de la pol¨ªtica, de momento, parece aceptar la expansi¨®n comercial. Desde 2006, ambos pa¨ªses mantienen un di¨¢logo peri¨®dico para intercambiar ideas sobre la regi¨®n. Desde que Barack Obama est¨¢ en la Casa Blanca ese forum se reuni¨®n en 2010 y 2012 y est¨¢ prevista otra reuni¨®n a finales de este a?o. La existencia de la Alianza Transpac¨ªfica (TPP), de la que forman parte Chile, EE UU, Per¨² o M¨¦xico -China no-, o la Alianza de Pac¨ªfico, integrada por M¨¦xico, Chile, Colombia y Per¨², como miembros plenos -ni China ni EE UU forman parte- da una idea de la importancia que Am¨¦rica Latina da a las relaciones comerciales con el Pac¨ªfico Sur.
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