¡°La consigna pol¨ªtica era minimizar la amenaza neonazi¡±
El jefe de la comisi¨®n que investiga el asesinato de extranjeros por un grupo racista critica a los servicios de seguridad
El diputado Sebastian Edathy parece aparcar al pol¨ªtico profesional cuando revela su estupefacci¨®n ante las circunstancias ¡°escandalosas¡± que permitieron a un grupo terrorista nazi asesinar sin consecuencias a 10 personas a lo largo y ancho de Alemania. Durante los m¨¢s de 10 a?os que pasaron en la clandestinidad, tres j¨®venes neonazis asesinaron a ocho personas de ascendencia turca, a un griego que tomaron por turco y a una agente de polic¨ªa. Adem¨¢s, perpetraron dos atentados con sendas bombas y cometieron 14 atracos, el ¨²ltimo en 2011, sin que nadie se percatara de su existencia como banda terrorista organizada. En Alemania, un pa¨ªs donde la polic¨ªa apunta los datos de cualquiera que se salte un sem¨¢foro en bicicleta, la impunidad del tr¨ªo descubierto en 2011 tras la muerte violenta (suicidio, seg¨²n la polic¨ªa) de dos de sus integrantes asombra tambi¨¦n al jefe de la Comisi¨®n Parlamentaria de Bundestag encargada de esclarecer los hechos. ?Qu¨¦ sab¨ªan las autoridades? ?Qu¨¦ grado de incompetencia aqueja a los servicios de seguridad?
La ¨²nica superviviente de la banda de terroristas neonazis autodenominada NSU (Resistencia Nacionalsocialista), Beate Zsch?pe, se sentar¨¢ en el banquillo de los acusados a partir del pr¨®ximo d¨ªa 17. Mientras la Audiencia de M¨²nich decide su grado de culpabilidad en todos esos cr¨ªmenes, la Comisi¨®n que preside Edathy se esfuerza en ¡°analizar c¨®mo fue posible tama?o fiasco del Estado de derecho¡±.
Reunido con un grupo de periodistas internacionales a tiro de piedra del edificio del Reichstag, el socialdem¨®crata explicaba el mi¨¦rcoles que tampoco ¨¦l hab¨ªa ¡°podido imaginar que las autoridades alemanas pod¨ªa fracasar de una manera tan masiva¡±. Y planteaba tres de las posibles causas: la falta de colaboraci¨®n entre los diferentes servicios de seguridad, la infravaloraci¨®n de la amenaza neonazi y la obstinaci¨®n de los investigadores en la teor¨ªa de que los cr¨ªmenes eran resultado de tramas mafiosas entre inmigrantes.
Son tres aspectos relacionados. Cuenta Edathy c¨®mo le ¡°choc¨® un apunte de un polic¨ªa en un informe¡± tres a?os despu¨¦s de los primeros asesinatos. El agente escribi¨® que ¡°la mentalidad turca les impide referir la verdad a la polic¨ªa alemana¡±. Las autoridades defend¨ªan la teor¨ªa de que los asesinos pertenec¨ªan al entorno de las v¨ªctimas. Aunque carec¨ªan de pistas s¨®lidas en ese sentido, algunos mandos policiales se empecinaron en que el complicado caso era cosa de mafiosos, de mafiosos extranjeros. Como las diversas autoridades se ocultaban informaci¨®n unas a otras, las investigaciones encallaron siguiendo esa direcci¨®n err¨®nea.
En Alemania hay un servicio de informaci¨®n por cada uno de los 16 Estados federados, con una Oficina Federal que apenas los coordina. Cada uno de ellos desconf¨ªa del vecino y todos ellos de la polic¨ªa. El dimisionario presidente de la Oficina Federal de los servicios secretos internos, Heinz Fromm, dijo a la Comisi¨®n que su ¡°trabajo fue conforme a la ley, pero carec¨ªa de sentido¡±. Edathy est¨¢ de acuerdo en que ¡°hubo evidentes carencias de orientaci¨®n, pero tambi¨¦n demasiadas personas equivocadas cumpliendo tareas de responsabilidad¡±. Entre los esp¨ªas alemanes, ¡°la calidad del personal no es ¨®ptima¡±.
Tras la unificaci¨®n alemana de 1990 se produjeron disturbios ultraderechistas en diversas partes del pa¨ªs, sobre todo en la antigua Rep¨²blica Democr¨¢tica. El auge neonazi provoc¨® escenas violentas que dieron la vuelta al mundo, como el ignominioso asalto a una residencia de refugiados en Rostock, en 1992, ante la pasividad policial y el aplauso de los vecinos. Edathy denuncia que ¡°la consigna pol¨ªtica era minimizar el ultraderechismo¡± y sus consecuencias. En ese caldo de cultivo se radicalizaron los tres j¨®venes del NSU.
Con la calma del que ya ha visto de todo, el parlamentario explicaba el mi¨¦rcoles que ¡°en el caso del NSU, hubo pistas que no se tuvieron en cuenta¡±. Por ejemplo cuando ¡°un neonazi, un criminal con antecedentes muy graves que estaba en n¨®mina como informante, delat¨® que el tr¨ªo estaba interesado en comprar armas¡±. Pero los servicios secretos internos de Brandeburgo, no contentos con haber reclutado a un criminal como informante, ¡°no notificaron a la polic¨ªa sobre la compra de armas por parte de los terroristas. Es un esc¨¢ndalo¡±.
El papel de estos informantes a sueldo de las autoridades es uno de los m¨¢s oscuros en la trama del NSU. Para Edathy est¨¢ claro que ¡°hay que recortar el n¨²mero de informantes pagados¡±. Aunque solo sea porque muchos de ellos desv¨ªan parte de sus emolumentos p¨²blicos a las arcas de los grupos radicales, legales o ilegales, en los que militan.
Destaca el diputado Edathy que ¡°los integrantes del NSU desaparecieron del radar¡± tras el ¨²ltimo asesinato racista, perpetrado en Kassel en 2006. No se sabe a ciencia cierta por qu¨¦ mataron a la agente policial en 2007. Pero es seguro que en la escena del crimen de Kassel hab¨ªa un agente de los servicios secretos de Hesse. Edathy dice que la investigaci¨®n no ha dado ¡°indicios s¨®lidos¡± de su implicaci¨®n en el asesinato: ¡°es posible que estuviera en la escena del crimen por casualidad¡±.
Pero la pregunta es recurrente: ?c¨®mo es posible que no sospecharan de un m¨®vil racista o nazi? Edathy no se lo explica. Ve ¡°interesante que numerosos miembros de las fuerzas de seguridad, llamados a testificar ante la Comisi¨®n, dijeran que no sospecharon de terrorismo ultraderechista porque nadie reivindic¨®¡± las muertes. Pero los expedientes de los servicios secretos demuestran que ¡°el terrorismo ultraderechista en Europa ha perpetrado desde hace d¨¦cadas atentados sin reivindicarlos¡±. Es una estrategia neonazi con varios precedentes internacionales: ¡°atacar de forma an¨®nima y aterrorizar de manera abstracta, un concepto viejo y propagado por grupos nazis como Combat 18¡±. Para el diputado, ¡°lo extraordinario, lo asombroso, es que los servicios secretos, que sab¨ªan todo esto, no dieran con la pista¡±.
Lo ins¨®lito de las casualidades, el alcance de los delitos y la abundancia de zonas oscuras llevan a Edathy a reconocer que ¡°estamos ante un fracaso es masivo, inaudito, sin duda el peor fracaso desde la fundaci¨®n de la Rep¨²blica Federal de Alemania¡±. Al que hay que sumar el esc¨¢ndalo de la destrucci¨®n de expedientes relacionados con la escena neonazi por parte de algunas oficinas regionales de los servicios secretos. Edathy rio brevemente, con tono sombr¨ªo: ¡°se sabe cu¨¢nto se destruy¨®, pero obviamente no sabemos qu¨¦ pon¨ªa en esos documentos¡±. ?Se destruyeron muchos expedientes? ¡°Bastantes, s¨ª¡±.
A?adi¨®: ¡°yo espero que esto sea solo una serie de fracasos¡±.
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