Terremoto franc¨¦s
Hollande ha empezado a hundirse en los sondeos, es el presidente que m¨¢s apoyo ha perdido en tan poco tiempo
Todo es posible en pol¨ªtica ¡ªincluso lo imposible¡ª. La dimisi¨®n forzada de Jer?me Cahuzac, ministro de Presupuestos del Gobierno franc¨¦s, su acusaci¨®n por parte de la Justicia por malversaci¨®n y desv¨ªo de fondos al extranjero, han provocado el estallido del espejo gubernamental y probablemente un giro importante en la presidencia de Fran?ois Hollande. Despu¨¦s de las revelaciones del peri¨®dico en l¨ªnea Mediapart, con todo conocido por la fiabilidad de sus fuentes y el rigor de sus acusaciones, las vehementes negaciones de Cahuzac, y las pruebas presentadas por el juez a cargo del asunto, el presidente ha cre¨ªdo sin embargo en la palabra del acusado y le ha mantenido en el Gobierno. La dimisi¨®n hoy de Cahuzac revela que ha hecho trampas, que desde hace una veintena de a?os ha estado depositando fondos en para¨ªsos fiscales, que ¡°se disculpa¡±, etc¨¦tera. Cahuzac ha mentido al jefe del Estado, al ministro de Finanzas, Pierre Moscovici, al primer ministro, Jean-Marc Ayrault, a la Asamblea Nacional, en resumen, a todas las autoridades.
?El presidente, a partir de ahora, est¨¢ en primera l¨ªnea, pues circulan informaciones con que hacen sospechar que ¨¦l estaba al corriente desde hace ya muchos meses a trav¨¦s de una nota de los servicios secretos. Actualmente, la pregunta no es tanto saber si Cahuzac es culpable, como si el presidente ¡°lo sab¨ªa¡± o no, puesto que en ese caso, la complicidad con su ministro quedar¨ªa demostrada. Por supuesto, la oposici¨®n empuja a creerlo as¨ª, encantada de poder hacer olvidar la inculpaci¨®n del ex presidente Nicolas Sarkozy en un asunto de tr¨¢fico de influencias para financiar su campa?a electoral de 2007.
La dimisi¨®n del ministro Cahuzac,? su acusaci¨®n por malversaci¨®n y desv¨ªo de fondos al extranjero, han provocado el estallido del espejo gubernamental y probablemente un giro? en la presidencia de Hollande.
Como las desgracias nunca llegan solas, Hollande debe, asimismo, hacer frente al descubrimiento de que uno de sus m¨¢s pr¨®ximos colaboradores en el El¨ªseo, Jean-Jacques Augier, dispone de fondos en las Islas Caim¨¢n, mientras ostenta responsabilidades pol¨ªticas oficiales. En resumen, el presidente franc¨¦s es como un boxeador que comienza a tambalearse bajo los golpes de su adversario, y la situaci¨®n es todav¨ªa m¨¢s ingrata, injustificada, en cuanto ¨¦ste ha sido siempre un hombre de una irreprochable integridad.
Esta crisis es la m¨¢s peligrosa de todas las que ha padecido desde su acceso al poder en mayo de 2012, porque se trata de una crisis moral, que se a?ade a las crisis econ¨®micas y pol¨ªticas que minan la pol¨ªtica gubernamental. Pues, y esto es una evidencia, Fran?ois Hollande est¨¢ perdiendo la confianza de los franceses. Nicolas Sarkozy tambi¨¦n la hab¨ªa perdido algunos meses despu¨¦s de su llegada al poder por las mismas razones: ligereza, descontrol, confusi¨®n entre lo privado y lo p¨²blico, con un matiz que era, a diferencia de con Hollande, que Sarkozy no hab¨ªa asimilado verdaderamente la cultura republicana basada en un cierta idea de Francia. Jugaba demasiado con la simbolog¨ªa de los ritos oficiales, mientras que Hollande ha tenido hasta ahora mucho cuidado con esta sacralidad republicana. Pero padece de la misma erosi¨®n de confianza, puesto que ha suspendido, de forma muy r¨¢pida, en los dos temas en los que se ten¨ªan m¨¢s expectativas: la econom¨ªa y el rigor pol¨ªtico.
Su campa?a presidencial promet¨ªa una pol¨ªtica de relanzamiento econ¨®mico, de creaci¨®n de empleo, de reorientaci¨®n de la pol¨ªtica europea¡ Diez meses despu¨¦s, se ve obligado, pasando por las horcas caudinas de la se?ora Merkel, a aplicar una pol¨ªtica dr¨¢stica de austeridad. El desempleo ha sobrepasado ampliamente los 3 millones, la construcci¨®n europea se encuentra, m¨¢s que nunca, entre las manos aunadas de la Comisi¨®n de Bruselas, del Banco Central y de los mercados financieros. Pr¨¢cticamente todos los fundamentos de la econom¨ªa est¨¢n amenazados, el d¨¦ficit presupuestario se incrementa, al igual que la deuda p¨²blica. En una palabra: se trata del fracaso en el plano macroecon¨®mico. Pol¨ªticamente, el balance no es mucho m¨¢s positivo. Tras un breve per¨ªodo de euforia, Hollande ha empezado a hundirse en los sondeos, es el presidente que m¨¢s apoyo ha perdido en tan poco tiempo, comparado con todos los otros presidentes de la quinta Rep¨²blica. Su Gobierno no tiene consistencia pol¨ªtica, habla mucho, es desgarrado por las ambiciones de ministros j¨®venes y sin experiencia, que no sue?an m¨¢s que con su propio posicionamiento personal. Parece que todos apuestan por la debilidad de un primer ministro, Ayrault, cuya buena voluntad y sentido de la tolerancia le valen hoy en d¨ªa ser maltratado por sus ministros. Resumiendo, el tiro del Gobierno es ca¨®tico y sin rumbo fijo.
Finalmente, todo esto ser¨ªa administrable si la situaci¨®n econ¨®mica mejorara. Pero produce todo lo contrario, pues lo peor est¨¢ por llegar: probablemente, Francia estar¨¢ en recesi¨®n el pr¨®ximo diciembre. Fran?ois Hollande se ver¨¢ entonces obligado a cambiar de Gobierno si quiere seguir gobernando. A eso, se le llamar¨ªa humillaci¨®n.
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