Siria, dos a?os despu¨¦s para nada
Nadie en el bando rebelde, ni siquiera el ELS, parece en condiciones de derribar al r¨¦gimen por la fuerza
Dos a?os despu¨¦s del estallido de la crisis siria es dif¨ªcil determinar a favor de qui¨¦n corre el tiempo. Por una parte, el r¨¦gimen sigue mostrando la misma determinaci¨®n de resistir a sangre y fuego. Aunque ha perdido el control de algunas partes del pa¨ªs, Bachar el Asad sigue conservando Damasco y la vital franja costera mediterr¨¢nea, con fuerzas (tanto terrestres como, sobre todo, a¨¦reas) y apoyos internos (no solo de la minor¨ªa alau¨ª, sino tambi¨¦n de drusos, kurdos, cristianos y hasta sun¨ªes) y externos (Rusia, Ir¨¢n y Hezbol¨¢) que considera suficientes para mantenerse en el poder en medio de una masacre que deja peque?a la que protagoniz¨® en 1982 su padre en la ciudad de Hama.
Por otra, los rebeldes han aumentado su experiencia de combate y sus capacidades para retar a las fuerzas del r¨¦gimen, hasta el punto de controlar algunas zonas del pa¨ªs. Tras varios intentos fallidos han logrado unificarse bajo un mismo mando ¡ªtanto en su rama pol¨ªtica (Coalici¨®n Nacional Siria, CNS) como militar (Consejo Supremo Militar)¡ª, aunque siguen existiendo actores que se mueven al margen de sus directrices. Menci¨®n especial merece en ese sentido el grupo Frente al Nusra, que combina una buena imagen como disciplinado y altamente eficaz, con la inquietud provocada por su vinculaci¨®n directa con la red Al Qaeda. Nadie (incluyendo al Ej¨¦rcito Libre de Siria, ELS) parece en cualquier caso en condiciones de derribar al r¨¦gimen por la fuerza. Una opci¨®n que se complica a¨²n m¨¢s tras la reciente dimisi¨®n de Moaz al Jatib al frente de la CNS y el rechazo del ELS a reconocer al islamista Ghassam Hitto como primer ministro de un gobierno provisional que no concita el consenso en las filas opositoras.
De poco ha servido hasta aqu¨ª el formal reconocimiento de la CNS como interlocutor v¨¢lido por parte del Grupo de Amigos de Siria, en la medida en que buena parte de ellos se muestra reticente a pasar a los hechos (apoyo militar directo a los rebeldes). As¨ª se ha vuelto a demostrar en la reuni¨®n convocada por dicho Grupo, celebrada en Roma el pasado 28 de febrero (cuarta tras las escasamente exitosas de Par¨ªs, Estambul y Marraquech), a¨²n sabiendo que la ayuda prestada hasta ahora ¡ªsobre todo econ¨®mica y pol¨ªtica, adem¨¢s de la militar facilitada por Arabia Saud¨ª, Catar y Turqu¨ªa¡ª es insuficiente para volcar definitivamente la balanza en su favor.
Las experiencias de Afganist¨¢n, Irak y, m¨¢s recientemente, Libia no animan ni a EE UU ni a la UE a meterse en el pantano que supone armar directamente a los rebeldes sirios. Una vez convencidos de que ni Ankara ni Riad son socios totalmente fiables (m¨¢s interesados en apoyar a los actores afines a los Hermanos Musulmanes, intentando que sean estos quienes garanticen una Siria pos-Asad de dominio sun¨ª, que en promover opciones laicas y plenamente democr¨¢ticas), parece obligado implicarse directamente. As¨ª lo entienden al menos Gobiernos como el franc¨¦s y el brit¨¢nico que han querido forzar (sin ¨¦xito) una decisi¨®n de apoyo armament¨ªstico de la UE a los rebeldes.
Pero el primer problema que esta medida plantea es definir al receptor de esas hipot¨¦ticas armas, dado que tampoco est¨¢ claro cu¨¢l puede ser el comportamiento del Consejo Supremo Militar y el resto de actores combatientes. A partir de ah¨ª, el principal temor es que las armas terminen en manos equivocadas (Al Nusra, en concreto), alimentando un proceso de contaminaci¨®n armament¨ªstica que afecte a otros pa¨ªses del entorno (como vemos hoy en Mal¨ª, a partir de lo ocurrido en Libia).
Cabe entender que ese es el motivo por el que la reuni¨®n de Roma no ha satisfecho a los rebeldes sirios. Los de perfil pol¨ªtico porque entienden que los 45 millones de euros de ayuda adicional estadounidense no se corresponden con las promesas realizadas por Joe Biden y John Kerry para convencer a Al Jatib de asistir a Roma. Y los de perfil militar porque consideran igualmente insuficiente el anuncio de EE UU y de la UE (por iniciativa brit¨¢nica) de que van a suministrarles equipo no letal (visi¨®n nocturna, comunicaciones, veh¨ªculos) e instrucci¨®n militar en alguna base de la regi¨®n.
Si Washington y Bruselas no van m¨¢s all¨¢ en su apuesta ¡ªcon Israel notoriamente acomodado a un r¨¦gimen dictatorial sirio que no le plantea ninguna amenaza real¡ª se ver¨¢n disminuidos en su capacidad para influir en el desarrollo de los acontecimientos tras la hipot¨¦tica ca¨ªda del dictador, frente a otros Gobiernos regionales m¨¢s activos (Riad y/o Ankara). Pero si finalmente se implican m¨¢s, armando a sus aliados locales, se pueden convertir en instigadores indirectos de futuros problemas. Dif¨ªcil disyuntiva que, en todo caso, mantiene la par¨¢lisis y sigue identificando a la sufriente poblaci¨®n siria como la principal damnificada de c¨¢lculos pol¨ªticos que no reparan en la necesidad de atender sus demandas.
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