Una sentencia reaviva el debate sobre la pena capital en Puerto Rico

El 18 de marzo de 2013, el neoyorquino de origen puertorrique?o, Lashuan Casey, fue declarado culpable de asesinar al agente federal encubierto Jes¨²s Lizardi Espada, hallado muerto el 5 de agosto de 2005 en la zona rural de Luquillo, unos 50 kil¨®metros al este de San Juan de Puerto Rico. Este martes comenz¨® la segunda fase del juicio para decidir si Casey es condenado o no a la pena de muerte, el m¨¢ximo castigo estipulado en Estados Unidos para quienes cometen un crimen federal, a¨²n a pesar de que la Constituci¨®n del Estado Libre Asociado de Puerto Rico proh¨ªbe expresamente la aplicaci¨®n de la pena capital.

Finalmente, Casey ha sido condenado a cadena perpetua pero el caso ha reavivado el debate acerca de la aplicaci¨®n de la pena de muerte en Puerto Rico, abolida en la isla en 1929 y ratificada en la Constituci¨®n del Estado Libre Asociado de Puerto Rico en 1952. Sin embargo, por causa de la relaci¨®n pol¨ªtica entre ambos pa¨ªses, la legislaci¨®n puertorrique?a est¨¢ subordinada a las leyes del Gobierno Federal de Estados Unidos, como si se tratara de un Estado m¨¢s de la uni¨®n. De acuerdo a este principio, la pena capital podr¨ªa aplicarse a todo aquel que incurra en delitos federales o militares ¨Chomicidio de un empleado federal, traici¨®n a la patria, espionaje, cr¨ªmenes de guerra, por ejemplo--, a¨²n cuando se le juzgue en un territorio donde las ejecuciones est¨¦n prohibidas.

Hasta hace un par de semanas, el puertorrique?o Alexis Candelario Santana estuvo al borde del corredor de la muerte. Candelario fue hallado culpable de 22 asesinatos, ocho de ellos cometidos en octubre de 2009, en el suceso conocido en Puerto Rico como la masacre de La T¨®mbola. El 23 de marzo, los tribunales lo condenaron a cadena perpetua. ¡°Hoy el cielo est¨¢ de fiesta. Dios es el que da la vida y el que la quita. El mejor castigo es que est¨¢ muerto en vida, preso¡±, dijo aquel d¨ªa Janet Maisonet, sobreviviente de aquella matanza, cuando fue entrevistada por el diario El Nuevo D¨ªa, de San Juan. Ese mismo diario public¨® este martes una encuesta que revela que el 57% de los puertorrique?os est¨¢n en contra de la pena de muerte; un 10% menos que hace cinco a?os cuando, en un estudio id¨¦ntico, el 67% de los encuestados se manifest¨® en contra.

Al d¨ªa de hoy, 14 puertorrique?os son susceptibles de enfrentar la pena de muerte en Estados Unidos por haber cometido cr¨ªmenes federales. ¡°Tres de esos casos ya est¨¢n certificados y los otros once est¨¢n en el proceso de que el Departamento de Justicia Federal certifique que los juicios ser¨¢n de pena de muerte. Es un n¨²mero desproporcionalmente alto de casos a nivel federal, cuando la tendencia en Estados Unidos ha sido que el n¨²mero de certificaciones ha ido descendiendo en los ¨²ltimos a?os¡±, ha dicho Carmelo Campos Cruz, portavoz de la Coalici¨®n Puertorrique?a contra la Pena de Muerte.

Desde 1976, cuando este tipo de castigo fue restablecido en Estados Unidos, 142 reos con sentencia de muerte han sido liberados, luego de determinarse que eran inocentes; entre ellos, dos puertorrique?os: Juan Roberto Mel¨¦ndez, juzgado en Florida, y William Nieves, en Pensilvania. ¡°El caso de Mel¨¦ndez es muy ilustrativo de c¨®mo la pena de muerte est¨¢ sujeta a los errores del sistema judicial. Desde que sali¨® de la c¨¢rcel (donde estuvo 17 a?os), Juan es el embajador de Puerto Rico contra la pena de muerte y eso nos llena de mucho orgullo¡±, dice Campos Cruz.

La m¨¢s reciente ejecuci¨®n en el Estado de Florida, donde en su tiempo fue juzgado Mel¨¦ndez, ocurri¨® este mi¨¦rcoles, a las 7:19 de la noche, en la prisi¨®n estatal ubicada en el condado de Bradford. Larry Eugene Mann, de 59 a?os, fue condenado por secuestrar, abusar y asesinar a una ni?a de 10 a?os en 1980, desde entonces estaba en prisi¨®n. Pidi¨® un plato de mariscos, helado y una soda en su ¨²ltima comida, antes de recibir la inyecci¨®n letal. Grupos de manifestantes a favor y en contra de la ejecuci¨®n aguardaban fuera de la c¨¢rcel.

La pena de muerte est¨¢ vigente en 13 pa¨ªses de la cuenca del Caribe, casi todos ellos angloparlantes, entre los que se cuentan Cuba y Guatemala. En el caso de Puerto Rico, la ¨²ltima ejecuci¨®n ocurri¨® en 1927. Marciano Rivero Vel¨¢squez ¡ªpadre pol¨ªtico de Lashaun Casey, 72 a?os, ex obrero de varias f¨¢bricas en Estados Unidos¡ª ruega que su hijo no sea el siguiente: ¡°Lo que espero es que no me lo sentencien a muerte, que salga de esto. Yo no s¨¦ qu¨¦ decidan ac¨¢, pero para m¨ª, ¨¦l es inocente¡±, dijo el 13 de marzo pasado, en una entrevista con la prensa local.