El Senado y la C¨¢mara de Diputados se enfrentan por la ley de deuda
Los grandes partidos mexicanos aprueban la reforma sobre el d¨¦ficit en la C¨¢mara Alta Los parlamentarios creen que el tema es de su competencia
La reforma constitucional para aumentar el control sobre el endeudamiento de los Estados y municipios ha generado un singular panorama en la pol¨ªtica mexicana. El escenario de la pol¨¦mica no es el t¨ªpico enfrentamiento entre partidos, esta vez son las c¨¢maras de Diputados y de Senadores las que no se ponen de acuerdo por una cuesti¨®n de competencias.
Los senadores aprobaron este martes la reforma constitucional que pretende un mayor control sobre la deuda de los Estados. La norma quiere evitar esc¨¢ndalos como el de Coahuila, cuyo gobernador y luego presidente del PRI Humberto Moreira, que hoy est¨¢ en Espa?a estudiando una maestr¨ªa, dej¨® al Estado con una deuda de 34.000 millones de pesos (m¨¢s de 2.000 millones de d¨®lares) pese a que cuando lleg¨® al poder era de apenas 300 millones de pesos. O como el caso de Chiapas, en el que el ex gobernador Juan Sabines aument¨® la carga en un 5.000% durante su mandato entre 2006 y 2012.
Cien de los 128 senadores votaron en el pleno a favor de la reforma y la enviaron a la C¨¢mara de Diputados para ser analizada, pero un problema de competencias parece interponerse en el camino de una ley que el Senado considera una prioridad. La llamada c¨¢mara baja alega que es su competencia iniciar los tr¨¢mites en reformas que afectan a materia de endeudamiento. La c¨¢mara alta asegura que al tratarse de una reforma constitucional esta puede surgir de cualquiera de los dos cuerpos que componen el Congreso de la Uni¨®n.
El presidente de la Mesa Directiva de los diputados, Francisco Arroyo Vieyra, ha dicho este mi¨¦rcoles que la c¨¢mara estudiar¨¢ el contenido de la reforma del Senado "para eventualmente adaptarlo y procesarlo como c¨¢mara de origen para que la minuta sea de diputados al Senado" y no al contrario. En caso de que no se pongan de acuerdo sobre la c¨¢mara de origen, la decisi¨®n recaer¨¢ sobre la Suprema Corte de Justicia de la Naci¨®n, ha dicho Arroyo Vieyra.
El acuerdo aprobado en el Senado obliga, entre otras medidas, a que la deuda de los Estados y municipios se destine a gasto productivo, al tiempo que proh¨ªbe su uso para gasto corriente. En M¨¦xico, salvo el Distrito Federal, los otros 31 Estados son soberanos y pueden solicitar tanta deuda como autoricen sus respectivos congresos locales. Aunque la reforma no toca esa soberan¨ªa, al no incluir un techo de deuda, s¨ª obliga a que la petici¨®n de deuda sea aprobada por la mayor¨ªa calificada del respectivo congreso, en lugar de mayor¨ªa simple como hasta ahora. Los cambios tambi¨¦n incluyen que no se pueda solicitar deuda en los ¨²ltimos tres meses de gesti¨®n de un gobernante, como pas¨® en el caso del Estado de Chiapas y en el Tabasco.
La aprobaci¨®n constituir¨ªa un primer paso para una nueva ley de deuda que tendr¨¢ que desarrollarse m¨¢s adelante con otras normativas. El director general del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), Juan Pardinas, uno de los expertos consultados para la elaboraci¨®n de la reforma, aplaude la aprobaci¨®n pero lamenta que no se toque el tema de la impunidad de aquellos que incurrieron en el despilfarro.
¡°Para mantener la estabilidad financiera el primer reto es combatir la impunidad porque hay gobernadores que multiplicaron por diez el tama?o de sus deudas y hoy est¨¢n impunes. Esta reforma es positiva y deber¨ªa haberse aprobado hace 15 a?os, pero si no resolvemos en problema de la impunidad creo que se quedar¨¢ corta¡±, augura el director del IMCO.
Las deudas de los estados y municipios mexicanos ascienden a 430.000 millones de pesos (m¨¢s de 35.365 millones de d¨®lares) y han crecido m¨¢s del 100% desde el a?o 2008, inform¨® en febrero la Secretar¨ªa de Hacienda y Cr¨¦dito P¨²blico. Solo en 2012, el endeudamiento creci¨® a un ritmo de 120 millones de pesos al d¨ªa. Pardinas dice que M¨¦xico no tiene un problema de deuda como puede tener Espa?a, pero s¨ª alerta de que la tendencia es ¡°preocupante¡±. ¡°El problema no es la deuda per se, sino en qu¨¦ se gasta¡±.
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