¡°Los que me ligan con el narco son infames, cobardes y ruines¡±

El general mexicano retirado Tom¨¢s ?ngeles Dauahare abandon¨® la noche del mi¨¦rcoles la prisi¨®n de alta seguridad en la que estuvo encarcelado durante 11 meses. Una investigaci¨®n del anterior Gobierno de Felipe Calder¨®n, que ha resultado ser un fraude, le acusaba de estar relacionado con los hermanos Beltr¨¢n Leyva, un cartel sanguinario y sofisticado que lleg¨® a acumular mucho poder desde Colombia a Estados Unidos. Se esperaba que ?ngeles soltase una bravata a su salida, ofendido como est¨¢ por haber visto mancillado su honor despu¨¦s de a?os de servicio al Ej¨¦rcito mexicano, pero en lugar de eso apareci¨® su disciplina de cuartel: ¡°Veremos qu¨¦ ¨®rdenes recibo como soldado¡±.

Con el pelo a cepillo y un buen aspecto f¨ªsico, este nieto de un h¨¦roe de la revoluci¨®n mexicana dice no querer flagelarse m¨¢s. Pas¨® sus d¨ªas en prisi¨®n leyendo, escribiendo cartas y haciendo ejercicio. En alguna ocasi¨®n se cruz¨® con Edgar V¨¢ldez Villarreal, alias La Barbie, lugarteniente de Arturo Beltr¨¢n Leyva, el Jefe de Jefes abatido por el Ej¨¦rcito mexicano en 2009. No cruzaron ni una palabra. Veinticuatro horas despu¨¦s de ser liberado, ?ngeles, de 70 a?os, atendi¨® a EL PA?S por tel¨¦fono.

Pregunta. ?Ten¨ªa alg¨²n indicio de que se estaba tramando detenerle y ligarle con el narcotr¨¢fico?

Respuesta. Nunca lo sospech¨¦. No hab¨ªa el menor motivo para semejante acci¨®n. No s¨¦ qu¨¦ pas¨® por la mente paranoica de quienes tuvieron esa idea. Si hubiesen sido m¨¢s realistas nunca me hubieran relacionado con la cumbre del narcotr¨¢fico. Con Beltr¨¢n Leyva, con Joaqu¨ªn El Chapo Guzm¨¢n, con el Azul¡­ pues caramba, yo era el se?or de se?ores. Obviamente en la mente de ellos.

P. ?El complot contra usted tiene el germen en el interior del Ej¨¦rcito o en el Gobierno panista?

R. No quiero entrar a valorar esa cuesti¨®n, disc¨²lpeme. Ya sucedi¨®. Me gener¨® un da?o irreversible. F¨ªsico y emocional. No quiero traer ese tema otra vez.

P. ?Ha perdido la fe, si es que alguna vez la tuvo, en la justicia mexicana?

R. Creo en esta administraci¨®n (la de Enrique Pe?a Nieto). Creo en M¨¦xico porque hay manifestaciones de que las cosas van a mejor. En este caso m¨ªo y en otros se ve que hay un deseo de procurar e impartir justicia.

P. Con su detenci¨®n se manch¨® el nombre de una instituci¨®n, el Ej¨¦rcito, que parec¨ªa de las m¨¢s s¨®lidas del pa¨ªs.

R. En un principio fue as¨ª, pero paulatinamente se fue demostrando que no era cierto de lo que se me acusaba hasta llegar hasta donde estamos. No pasa desapercibido para la gente culta, preparada, no necesariamente experta en estos temas, que fue un escenario m¨¢s teatral que real.

P. ?Le pudo pasar factura haber descubierto a otros generales que s¨ª colaboraron con el crimen organizado? (Particip¨® en 1997 en la detenci¨®n de Jes¨²s Guti¨¦rrez Rebollo, un zar antidrogas que en realidad trabajaba para Armando Carrillo Fuentes, el Se?or de los Cielos por su admirable flota para transportar droga).

R. No creo, mi participaci¨®n en esos procesos corresponde a otros sexenios. No tendr¨ªa por qu¨¦ verse reflejado el a?o pasado.

P. Usted critic¨® abiertamente la guerra contra el narco que emprendi¨® Felipe Calder¨®n y particip¨® en un acto de campa?a de Pe?a Nieto. ?Cree que el Ej¨¦rcito deber¨ªa retirarse de las calles y volver a los cuarteles?

R. No me toca a m¨ª decidir eso. Hay gente que ha decidido que as¨ª sea. Lo que s¨ª quiero decir es que hay que apoyar al presidente en su estrategia contra la violencia. Debe pasar alg¨²n tiempo para que se vean resultados. Lo mejor que podemos hacer los ciudadanos es denunciar lo que est¨¢ pasando. Si todos somos denunciantes, ?contra qui¨¦n toman represalias los delincuentes? Vamos a apoyar al presidente.

P. ?Tuvo miedo a manchar su apellido para siempre?

R. Nunca me dio miedo. Siempre confi¨¦ en mi inocencia. Sab¨ªa que este iba a ser el desenlace, no pod¨ªa ser de otra manera. Nunca tuve miedo al nombre manchado. Era m¨¢s el apellido que lo que realmente estaba en contra. La mentira puede correr muchos a?os, pero la verdad con un solo paso la alcanza.

P. ?Qu¨¦ mensaje manda a quienes orquestaron su implicaci¨®n con los criminales m¨¢s perseguidos de M¨¦xico?

R. Ninguno. Prefiero ignorarlos. Sale sobrando todo. ?Qu¨¦ les voy a decir? Infames, cobardes, ruines. ?Qu¨¦ podr¨ªa decir? ?En qu¨¦ beneficia al pa¨ªs? El da?o que ellos hicieron est¨¢ hecho y sobre su conciencia recae.

P. ?Tomar¨¢ alg¨²n tipo de medida judicial contra ellos?

R. Espero tener pronto contacto con mi jefe, el secretario de Defensa nacional, y atenerme a sus instrucciones.