La insurgencia golpea al n¨²cleo del r¨¦gimen en un atentado en Damasco
El primer ministro sirio, Wael al Halqi, sale indemne en un ataque en su contra en la capital siria
Damasco vuelve a ser el epicentro de la guerra en Siria. El Ej¨¦rcito del r¨¦gimen ha lanzado una ofensiva para recuperar los bastiones en manos de los opositores, con hasta 40 puntos de enfrentamiento a lo largo de la capital, seg¨²n grupos disidentes. Los rebeldes, en respuesta, han retomado su pol¨ªtica de atentados selectivos, esta vez apuntando alto, al primer ministro, Wael al Halqi, quien ha salido ileso este lunes del estallido de una bomba activada al paso del convoy que lo transportaba.
![El primer ministro sirio, Wael al Halqi, en una foto de archivo.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/HTISZZN4T5MDASW2K2LXMHYDWE.jpg?auth=fb5e0fee448f81d597cc2db6813e33bd0d09feaa4b9acbb1a40396884f7de279&width=414)
Ocurri¨® a las nueve de la ma?ana, hora local, en el barrio de Mezze de la capital, donde se concentran las principales oficinas del Gobierno y numerosas residencias de militares. El acceso de los autores materiales a la zona y la acertada inteligencia que les hizo reventar la comitiva de Al Halqi ¨Cmatando a seis personas, entre ellas un guardaespaldas, e hiriendo a unas 20 m¨¢s, seg¨²n la televisi¨®n oficial- hacen pensar en una recuperaci¨®n de las redes rebeldes pr¨®ximas al poder.
Ya hace dos semanas, en el mismo distrito, acabaron con la vida de Ali Balan, responsable gubernamental de la ayuda de emergencia para civiles. Lo mataron a balazos ante su casa. Al Nusra, el grupo vinculado a Al Qaeda, se atribuy¨® el asesinato. La vigilancia intensa de sus calles y los bloques de hormig¨®n que lo a¨ªslan no han servido a la ¨¦lite siria para protegerse. Nadie ha reivindicado por ahora el ¡°atentado terrorista¡±, como lo denominan los medios oficiales.
Los opositores Comit¨¦s Locales de Coordinaci¨®n emitieron una nota en la que denuncian que las detenciones de contrarios al r¨¦gimen se han ¡°acentuado¡± en Damasco desde inicios del a?o, con una media de cien arrestos diarios, una cifra que no se alcanzaba desde las grandes manifestaciones populares del inicio de la revoluci¨®n, hace dos a?os. Eso ha ¡°mermado la capacidad¡± de infiltrarse en c¨ªrculos de poder, asumen, pero afirman, pese a todo, que est¨¢n ¡°activos y firmes¡± contra el Gobierno y sus pesos pesados.
El ataque a Halqi -nombrado primer ministro en agosto pasado tras la dimisi¨®n de su predecesor, Riad Hijab, en protesta por la violenta represi¨®n de la revuelta- es el m¨¢s importante desde diciembre, cuando la c¨²pula de Interior sufri¨® otro atentado con coche bomba en el que murieron 20 civiles, seg¨²n la agencia oficial SANA. El golpe m¨¢s da?ino se produjo en julio, cuando una bomba mat¨® al ministro y al viceministro de Defensa e hiri¨® al titular de Interior cuando asist¨ªan a una reuni¨®n. Una explosi¨®n en la sede misma de la seguridad.
La sensaci¨®n de erosi¨®n de los ataques pasados fue mayor, no obstante, porque vinieron acompa?ados de deserciones de altos mandos del Ej¨¦rcito de Bachar el Asad, hoy muy espor¨¢dicas y menos estrat¨¦gicas.
Los choques abiertos entre leales y detractores del r¨¦gimen se concentran en tres barrios de Damasco, Zabadany y Babila, bombardeados desde hace cuatro d¨ªas, donde hoy se registraron 26 muertos seg¨²n el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, y Barzeh, donde se ubica un complejo relacionado seg¨²n el Ej¨¦rcito Libre de Siria con la producci¨®n de armas qu¨ªmicas. Mientras la ONU llama a El Asad a permitir que una avanzadilla de expertos que aguardan en Chipre acceda al pa¨ªs para aclarar si se est¨¢n usando o no este tipo de armas y altos funcionarios israel¨ªes filtran a la prensa local que hay ¡°pruebas e incluso m¨¢s que pruebas¡± sobre su empleo sobre civiles, los rebeldes confiesan que no tienen armas suficientes para acceder al recinto, donde podr¨ªa haber respuestas. La ca¨ªda de Otaiba, al este de Damasco, tras 37 d¨ªas de asedio, les ha dejado sin v¨ªas de suministro. En la periferia est¨¢ ganando Asad.
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