M¨¦xico recibe a Obama con la esperanza de definir una nueva relaci¨®n estrat¨¦gica

La cuarta visita de Barack Obama a M¨¦xico este jueves y el viernes, pero la primera en la que se encontrar¨¢ con un presidente del PRI, Enrique Pe?a Nieto, se produce en un momento decisivo para definir una nueva relaci¨®n estrat¨¦gica entre ambos pa¨ªses. La idea de que la cumbre representa una extraordinaria oportunidad para un cambio de enfoque en una cooperaci¨®n compleja, sometida a un vaiv¨¦n hist¨®rico entre el amor y el odio, y dominada en los ¨²ltimos a?os por la seguridad frente al narcotr¨¢fico, ha sido repetida como un mantra por pol¨ªticos y comentaristas mexicanos en los ¨²ltimos d¨ªas. El presidente de EE UU llega cuando las expectativas internacionales ante el despegue econ¨®mico del vecino del Sur han llegado hasta el extremo de bautizarlo como el tigre azteca y cuando su Administraci¨®n ha establecido como prioridad la reforma migratoria, dado el creciente peso pol¨ªtico de la comunidad hispana en el gigante del Norte.

El ¡°momento M¨¦xico¡±, como ha llamado la prensa estadounidense a las esperanzas suscitadas por la agenda de reformas recogidas en el Pacto por M¨¦xico, suscrito por los tres principales partidos mexicanos, invita a que la econom¨ªa, el comercio y la inversi¨®n ocupen un lugar destacado en las conversaciones entre los dos mandatarios, dejando quiz¨¢ en segundo plano por una vez la cooperaci¨®n en materia de seguridad.

Las reformas energ¨¦tica y fiscal anunciadas por el Gobierno del PRI para el segundo semestre de este a?o alientan la posibilidad de un relanzamiento o al menos de una puesta al d¨ªa del Tratado de Libre Comercio de Am¨¦rica del Norte (TLCAN), firmado hace casi 20 a?os. M¨¦xico es el tercer socio comercial de EE UU tras China y Canad¨¢. El 80% de las exportaciones mexicanas tiene por destino el vecino del Norte y el 40% de lo que ¨¦ste exporta est¨¢ hecho en el pa¨ªs del sur. La cooperaci¨®n en energ¨ªa, sobre todo en la explotaci¨®n del shale gas, podr¨ªa ser adem¨¢s uno de los pilares de esa Plataforma Norteam¨¦rica de la que ya hablan algunos expertos y que tendr¨¢ sin duda consecuencias geopol¨ªticas en la pr¨®xima d¨¦cada.

La reforma migratoria, que prev¨¦ legalizar a 11 millones de indocumentados en EE UU, en su mayor¨ªa mexicanos, as¨ª como la seguridad en los m¨¢s de 3.000 kil¨®metros de frontera com¨²n, por donde diariamente circulan armas y drogas, ser¨¢n tambi¨¦n temas centrales en la conversaci¨®n de los dos presidentes. Las autoridades mexicanas quieren ser vistas como socios y no como una amenaza ¨Cel flujo migratorio se ha detenido en los ¨²ltimos a?os- e imponer la idea de ¡°responsabilidad compartida¡± ante los problemas. Como declar¨® el ministro de Exteriores, Jos¨¦ Antonio Meade, a este diario hace unos d¨ªas, ¡°M¨¦xico no es un actor pasivo¡± en ambos debates.

No obstante, la seguridad frente al narcotr¨¢fico seguir¨¢ siendo una parte crucial de la relaci¨®n. Funcionarios estadounidenses han expresado recientemente su sospecha sobre la existencia de una tregua entre el Gobierno del PRI y los carteles de la droga y, sobre todo, su temor a mayores restricciones por parte del Ejecutivo de Pe?a Nieto a la presencia de agentes gringos en el pa¨ªs, cuya libertad de movimientos durante el sexenio del presidente Felipe Calder¨®n provocaba profundos recelos entre los mexicanos.

El Gobierno del PRI ha defendido una estrategia preventiva ante el narcotr¨¢fico, fij¨¢ndose un objetivo ¨C¡°reducir la violencia¡±- que no parece haber sido entendido por el establishment estadounidense. La violencia no ha disminuido de momento ¨Cha habido m¨¢s de 3.000 muertos en incidentes relacionados con el crimen organizado desde que Pe?a Nieto tomara posesi¨®n el pasado 1 de diciembre- al tiempo que el Ej¨¦rcito ha reducido en un 36% el n¨²mero de sus efectivos ¨Cde 50.000 a 32.000- desplegados en la lucha contra el narco. Tambi¨¦n ha habido recortes en la Armada y la Polic¨ªa Federal y, seg¨²n el excanciller Jorge G. Casta?eda, los militares est¨¢n ¡°desmontando retenes en las carreteras¡± y ¡°dejando de patrullar v¨ªas y pueblos¡± en algunos Estados. Significativamente, M¨¦xico anunci¨® el martes la detenci¨®n de In¨¦s Coronel, suegro de Joaqu¨ªn El Chapo Guzm¨¢n, jefe del cartel de Sinaloa.

Otro flanco de la guerra contra el narcotr¨¢fico heredada de Calder¨®n es el de la violaci¨®n de los derechos humanos y de la impunidad de sus responsables, un problema que preocupa a congresistas de EE UU y ONGs de los dos pa¨ªses. En este sentido, se pretende que la Iniciativa M¨¦rida ¨C el acuerdo de cooperaci¨®n en la lucha contra el crimen organizado que entr¨® en vigor en 2008 bajo la presidencia de George W. Bush- se oriente hacia el fortalecimiento del Estado de derecho.

Tras su entrevista el jueves con Pe?a Nieto, Obama dar¨¢ un discurso al d¨ªa siguiente a los j¨®venes mexicanos en el Museo Antropol¨®gico de la capital. La cooperaci¨®n en educaci¨®n, sobre todo el intercambio de estudiantes entre los dos pa¨ªses, ser¨¢ otro de los aspectos a tratar por ambos mandatarios.

Sin embargo, la cumbre que hace tan solo un mes estaba cargada de buenos augurios llega cuando la luna de miel de Pe?a Nieto con los mexicanos parece tener sus d¨ªas contados ¨Cfisuras en el Pacto por M¨¦xico, rebeli¨®n de los maestros, desgobierno en algunos Estados-y Obama se enfrenta al dilema de una intervenci¨®n en Siria de imprevisibles consecuencias mundiales.