Par¨ªs y Roma se al¨ªan contra la austeridad

Italia y Francia se han aliado este mi¨¦rcoles en el El¨ªseo con un objetivo: poner a la Uni¨®n Europea a estimular la econom¨ªa y a pensar en los ciudadanos para evitar lo peor: el triunfo del miedo, de la miseria y del populismo. La idea fuerza es sencilla, pero a la vez revolucionaria en esta UE bloqueada por el rigor y la actitud de acreedor de Alemania. Y fue expresada as¨ª por el nuevo jefe del Gobierno italiano, Enrico Letta: ¡°No podemos tener una Europa en la que un pa¨ªs o dos van bien y los dem¨¢s se hunden¡±.

La rebeli¨®n forjada por los l¨ªderes de la segunda y tercera econom¨ªas del euro, el socialista Fran?ois Hollande y el progresista Letta, contra la consolidaci¨®n fiscal y la austeridad sin crecimiento, parece augurar una nueva correlaci¨®n de fuerzas en una Uni¨®n cada vez m¨¢s alejada de sus valores fundacionales.

Letta: ¡°No podemos tener una Uni¨®n en la que uno va bien y los otros se hunden¡±

Los dos presidentes lanzaron una dur¨ªsima requisitoria contra el bloqueo de las pol¨ªticas de recuperaci¨®n y crecimiento. Es urgente, clamaron, salir de la ¡°pesadilla de unas cifras de paro insoportables¡±, combatir ¡°el mayor desempleo juvenil en d¨¦cadas¡±, estimular la demanda europea y cambiar el rumbo pol¨ªtico de una Europa que ¡°desmoraliza a sus ciudadanos en vez de darles esperanza¡±, seg¨²n Letta, y que ¡°sufre los embates del mundo en vez de catalizarlo¡±, seg¨²n Hollande.

¡°Estamos ante un reto no solo econ¨®mico sino sobre todo pol¨ªtico¡±, remach¨® el presidente franc¨¦s. ¡°Lo importante no es si Italia y Francia salen de esta. Se trata de saber si Europa va a sobrevivir y a salir junta de esta crisis¡±.

Letta y Hollande pidieron medidas concretas para el Consejo Europeo de junio, ¡°sin perder m¨¢s tiempo¡±: avanzar en la uni¨®n bancaria seg¨²n lo previsto y reducir los tipos de inter¨¦s, desbloquear los cr¨¦ditos de 60.000 millones del Banco Europeo de Inversiones aprobados en junio pasado para estimular la demanda europea; acelerar las ayudas a los j¨®venes parados para concederlas a finales de a?o, y adaptar la reducci¨®n del d¨¦ficit a la recesi¨®n.

¡°Debemos adem¨¢s coordinar mejor las pol¨ªticas econ¨®micas. No puede ser que unos pa¨ªses tengan d¨¦ficits y recesi¨®n y otros tengan excedentes¡±, dijo Hollande. ¡°Est¨¢ en riesgo la estabilidad pol¨ªtica no solo de Europa, sino de todos sus pa¨ªses¡±. ¡°La prioridad absoluta es el trabajo¡±, enfatiz¨® Letta en su perfecto franc¨¦s. ¡°Europa no debe ser para sus ciudadanos solo el lugar del rigor, sino el del crecimiento, las oportunidades y el bienestar. Tenemos que ser capaces de proteger a los desempleados desde Europa¡±. Y en clara referencia a Berl¨ªn, agreg¨®: ¡°Todos debemos trabajar en esa direcci¨®n con la misma determinaci¨®n que hemos puesto en la consolidaci¨®n fiscal¡±.

El primer ministro italiano ven¨ªa de cenar con Angela Merkel en Berl¨ªn la noche anterior, y se mostr¨® tan amigable (¡°amistad sin tensi¨®n¡±, dijo dando un toque en el brazo de Hollande), como aut¨®nomo. Se?al¨® que el crecimiento no es la alternativa al rigor, sino su complemento, y asegur¨® que su Gobierno, al que defini¨® como ¡°un nuevo laboratorio pol¨ªtico¡±, respetar¨¢ sus compromisos sobre el d¨¦ficit, aunque matiz¨® que ¡°mantendr¨¢ su margen de maniobra para poder crecer, crear empleo y estimular el consumo¡±.

El aumento del malestar social, visible tanto en las ¨²ltimas elecciones italianas como en los sondeos franceses, sobrevol¨® la escena. Hollande dijo que, si no se act¨²a ya, ¡°el proyecto europeo no sobrevivir¨¢ y ganar¨¢n los que juegan con el miedo y los peores instintos¡±. Y Letta afirm¨® que la respuesta no es local sino europea. ¡°No podemos escalar la monta?a solos. No se trata de cuestiones pol¨ªticas internas. El problema es la demanda europea y depende de la pol¨ªtica europea. Si no lo arreglamos entre todos, ser¨¢ imposible. Pero si encontramos soluciones buenas para Europa, eso ser¨¢ bueno tambi¨¦n para Alemania¡±, concluy¨®. ¡°Si Italia crece, es bueno para Alemania¡±.

Era su primera reuni¨®n oficial, pero parec¨ªa que Hollande y Letta se conocieran de toda la vida. La sinton¨ªa fue palpable desde que el flamante jefe de Gobierno italiano baj¨® del coche en el patio del El¨ªseo. Entrelazaron las dos manos, sonriendo, y tras una hora de reuni¨®n, comparecieron ante la prensa llam¨¢ndose por su nombre de pila.

Hollande tiene claro que la soluci¨®n ser¨¢ alemana o no ser¨¢: ¡°Estoy muy satisfecho de saber que podemos trabajar juntos con Italia para obtener, con Alemania, compromisos indispensables para avanzar¡±.

Sobre el borrador del Partido Socialista que atac¨® el ego¨ªsmo de Merkel, Hollande dijo que el ¨²nico texto que cuenta es el que suprimi¨® las menciones a la canciller, y que lo importante es que Francia y Alemania son ¡°pa¨ªses fundadores de la UE y tienen la responsabilidad de pactar. Eso hemos hecho y eso haremos¡±.

El mensaje de Par¨ªs y Roma son¨® como un pu?etazo en la puerta de Berl¨ªn. O Europa cambia o se rompe en pedazos. Ahora falta ver si los l¨ªderes son capaces de pasar de las musas al teatro. Hollande prometi¨® que su pa¨ªs seguir¨¢ controlando el gasto p¨²blico y mejorando su competitividad ¡ª ¡°es lo ¨²nico que podemos hacer en casa para favorecer el crecimiento¡±¡ª, y a?adi¨® que en la cumbre europea de mayo espera avances sobre la pol¨ªtica energ¨¦tica y sobre la lucha contra el fraude fiscal. Pero dej¨® claro que el momento de la verdad ser¨¢ el Consejo de junio. En ese momento habr¨¢ que enviar, dijo, ¡°una se?al clara de que Europa es capaz de salir de esta situaci¨®n¡±.