Obama llega a un nuevo M¨¦xico
Comercio, seguridad, lucha contra el narcotr¨¢fico e inmigraci¨®n, los asuntos que el presidente de EE UU tratar¨¢ con Pe?a Nieto
Barack Obama llega esta tarde a M¨¦xico con la intenci¨®n de definir una agenda de cooperaci¨®n con su vecino del sur en un momento en que este emprende una nueva etapa pol¨ªtica bajo un joven presidente, Enrique Pe?a Nieto, que ha prometido reformar la econom¨ªa del pa¨ªs, profundizar su democracia y situarlo en una posici¨®n de competencia en el contexto internacional.
Ambos Gobiernos est¨¢n empe?ados en reprogramar sus relaciones bilaterales, muy enfocadas hasta ahora en la seguridad, y darles un mayor contenido econ¨®mico. Tanto M¨¦xico como Estados Unidos se muestran interesados en robustecer sus lazos comerciales, como instrumento para el crecimiento y la creaci¨®n de empleo. Los dos parecen, al mismo tiempo, conscientes de las ventajas que la creaci¨®n de una potente regi¨®n norteamericana puede tener para su influencia mundial.
Antes de salir de Washington, en una rueda de prensa, anunci¨® que sus conversaciones con Pe?a Nieto estar¨¢n ¡°en gran parte enfocadas en la econom¨ªa¡±.
M¨¦xico y Estados Unidos siguen enfrentando, no obstante, problemas urgentes de seguridad y narcotr¨¢fico que obligan a buscar soluciones conjuntas. El Gobierno mexicano est¨¢ elaborando una nueva estrategia de lucha contra el crimen organizado que pretende restar responsabilidades al Ej¨¦rcito y los servicios de Inteligencia y a?adirle a la polic¨ªa y la secretar¨ªa de Gobernaci¨®n.
Ese cambio podr¨ªa restar capacidad de maniobra en territorio mexicano a las agencias estadounidenses antinarc¨®ticos, que en el pasado han contribuido a la localizaci¨®n y detenci¨®n de varios jefes mafiosos.
Estados Unidos comparte la posici¨®n de Pe?a Nieto de quitarle relevancia p¨²blica a la guerra contra los narcos, pero no quisiera que eso se hiciera a costa de permitirles a los delincuentes campo libre para operar.
Preguntado sobre esta pol¨¦mica, Ben Rhodes, viceconsejero Nacional de Seguridad de la Casa Blanca, declar¨® ayer que ¡°una de las razones por las que Obama quiere sentarse con Pe?a Nieto en este comienzo de su mandato es para conocer pronto los t¨¦rminos de su colaboraci¨®n¡±.
El propio Obama dijo que no quer¨ªa pronunciarse sobre la estrategia de seguridad del Gobierno mexicano ¡°hasta que no escuche directamente lo que pretenden hacer¡±.
Rhodes precis¨® que el prop¨®sito de EE UU, que ha ayudado con inteligencia y recursos militares en la guerra desatada por Felipe Calder¨®n contra el narcotr¨¢fico, no es el de tener una determinada presencia en esa lucha, sino el de ¡°colaborar para que el resultado sea beneficioso para ambas naciones¡±.
M¨¦xico tambi¨¦n tiene reclamaciones que presentar en esta cumbre. El fracaso de la reglamentaci¨®n de la venta de armas en EE UU es considerado aqu¨ª como una gran victoria de los carteles de las drogas, que llenan sus arsenales al otro lado de la frontera.
No es muy probable, sin embargo, que las diferencias puntuales en materia de seguridad puedan perjudicar la voluntad de los dos Gobiernos de cooperar en una lista m¨¢s amplia de objetivos comunes, desde la incorporaci¨®n de M¨¦xico a la Alianza Transpac¨ªfico a la reforma migratoria en EE UU.
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