El tr¨¢fico ilegal de ¨®rganos se ceba con Kosovo

En octubre de 2008, el bielorruso A. K. vio en Internet una oferta de 10.000 euros por un ri?¨®n. A. K. (el nombre de la v¨ªctima est¨¢ protegido) necesitaba dinero para pagarse los estudios y atender a su padre enfermo. As¨ª que accedi¨® a vender un ri?¨®n a trav¨¦s de dos intermediarios, que le suministraron un primer pago de 6.100 euros y condicionaron el resto a que fuese capaz de encontrar a otros donantes. Al final solo recibi¨® 400 m¨¢s y fue amenazado con sufrir ¡°terribles consecuencias¡± si contaba lo ocurrido. Su ri?¨®n fue trasplantado al israel¨ª Rafael Koralashvili en la cl¨ªnica Medicus de Pristina (Kosovo), seg¨²n declar¨® su hijo Yosef en el juicio, porque Koralashvili ya hab¨ªa muerto.

Al menos 24 historias como esta han llevado a la c¨¢rcel esta semana a cinco personas. Los condenados (el director de la cl¨ªnica y su hijo, as¨ª como otros m¨¦dicos y anestesistas) han recibido en total 20 a?os de prisi¨®n por tr¨¢fico de ¨®rganos, crimen organizado y fraude, entre otros delitos. ¡°Es la primera sentencia en el mundo que condena a m¨¦dicos por estas pr¨¢cticas; hab¨ªa habido otras sentencias, pero nunca con m¨¦dicos¡±, explica al tel¨¦fono el fiscal especial del caso, Jonathan Ratel.

La investigaci¨®n ha ocupado cinco a?os a Ratel, que desarrolla su labor en Eulex, la misi¨®n que la UE instal¨® en Kosovo tras la sangrienta guerra de los Balcanes. Los condenados crearon una red que reclutaba a sus v¨ªctimas en diferentes pa¨ªses y los trasladaba a la cl¨ªnica Medicus para extraerles ¨®rganos que trasplantaban a otras personas a cambio de jugosas sumas. El pliego de cargos del caso atestigua desembolsos de hasta 130.000 euros por parte de los beneficiarios, mientras las v¨ªctimas perd¨ªan sus ¨®rganos a veces sin ni siquiera recibir los pagos prometidos.

¡°Es un tipo de explotaci¨®n, tambi¨¦n de quien recibe los ¨®rganos. Se aprovechan de gente desesperada que practica el llamado turismo de trasplantes¡±, explica el fiscal. ?Por qu¨¦ en Kosovo? ¡°Estos casos se dan en sitios donde hay poca vigilancia, en zonas de conflicto o donde el Estado de derecho es d¨¦bil¡±. Desarrollar las operaciones en Kosovo facilitaba la log¨ªstica por su proximidad con Turqu¨ªa, donde eran reclutadas la mayor¨ªa de las v¨ªctimas y tambi¨¦n los receptores.

El donante tomaba un avi¨®n de 45 minutos entre Estambul y Pristina y se somet¨ªa a la intervenci¨®n. Tres d¨ªas despu¨¦s, hac¨ªa la misma ruta de vuelta. La operaci¨®n no despertaba la sospecha de las autoridades. Hasta que un d¨ªa, en noviembre de 2008, una de esas v¨ªctimas se desvaneci¨® antes de tomar el vuelo de regreso y confes¨® a las autoridades que le hab¨ªan extra¨ªdo el ri?¨®n.

A partir de ah¨ª, se inici¨® una investigaci¨®n que cont¨® con la participaci¨®n de EE UU, Canad¨¢, Alemania, Israel, Turqu¨ªa, Ucrania¡­ ¡°Hemos tenido tambi¨¦n la cooperaci¨®n de las autoridades de Kosovo¡±, aclara Ratel.

El caso recuerda a otro destapado en 2011: una red de tr¨¢fico de ¨®rganos que oper¨® tras el conflicto en Kosovo, entre 1999 y 2000. El caso, investigado por el Consejo de Europa, atribu¨ªa al Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n de Kosovo ¡ªprincipal fuerza rebelde frente a Serbia¡ª el liderazgo de esta red e incluso implicaba al primer ministro kosovar. Los culpables extra¨ªan los ¨®rganos a prisioneros serbios y los mataban de un tiro al terminar. El Consejo de Europa estableci¨® un nexo entre los dos episodios al considerar en 2011 que el caso investigado por Eulex demostraba que esas pr¨¢cticas pod¨ªan llegar hasta hoy.

¡°No hay absolutamente ninguna prueba de conexi¨®n¡±, responde Ratel. Pese a todo, cada episodio resuelto parece destapar otros. El martes, Eulex anunci¨® otra investigaci¨®n con ocho nuevos sospechosos de tr¨¢fico de personas para la extracci¨®n de ¨®rganos. Sin su cooperaci¨®n, asegura la misi¨®n europea, los doctores de Medicus no habr¨ªan podido perpetrar sus delitos.