El Congreso de Brasil propone recortar los poderes del Supremo

A pesar de que Brasil es uno de los pa¨ªses en desarrollo con instituciones democr¨¢ticas m¨¢s fuertes que muchos de sus vecinos latinoamericanos y de los pa¨ªses que integran a los Brics, el partido de los Trabajadores (PT), en medio a la pol¨¦mica desencadenada por el proceso del caso mensal?o, ha abierto un contencioso entre el Congreso y el Supremo.

Un proyecto de ley presentado el pasado 23 de abril por el diputado Nazareno Fonteles, del PT, que es el partido del Gobierno, propone que las decisiones del Supremo en materia de reforma constitucional sean sometidas al voto del Congreso Nacional.

Al mismo tiempo, el PT propone que la Fiscal¨ªa General de la Rep¨²blica pierda la prerrogativa de la que actualmente goza de ser un ¨®rgano investigativo previo a las investigaciones policiales.

El Presidente del Supremo, Joaquim Barbosa, que se ha convertido en una especie de h¨¦roe nacional despu¨¦s de su actitud firme como instructor del mensal?o, y que es aplaudido cuando aparece en p¨²blico, ha calificado de ¡°peligro a la democracia¡± dicha decisi¨®n del Congreso.

El diputado Alvaro Dias, del partido opositor PSDB, ha afirmado que la tentativa del Congreso de querer someter al legislativo las decisiones del Supremo, est¨¢ ¨ªntimamente relacionada con el descontento del PT con la actuaci¨®n de la Corte Suprema que ha condenado en el hist¨®rico proceso del mensal?o a la c¨²pula del partido del primer Gobierno del expresidente Lula da Silva.

¡°Es inevitable constatar que existe en el PT una especie de revancha a las decisiones del Supremo sobre el mensal?o¡±, afirma.

Por su parte, el partido de Gobierno defiende que no se trata de someter el Supremo al ejecutivo sino de impedir que pueda entrometerse en su poder que tambi¨¦n es independiente.

Por ejemplo, el Congreso no vio con buenos ojos que fuera el Supremo el que zanjase temas pol¨¦micos en la sociedad como la legalidad del matrimonio de personas del mismo g¨¦nero; la aprobaci¨®n del uso de las c¨¦lulas madre o del aborto cuando el feto presenta una malformaci¨®n grave e irreversible.

El Supremo aleg¨® que zanj¨® como constitucionales los tres temas en discusi¨®n porque el Congreso se sinti¨® incapaz de ponerse de acuerdo y las personas que sufr¨ªan esos problemas ¡°no pod¨ªan esperar¡±.

?ltimamente, otro episodio ha creado un nuevo enfrentamiento entre el legislativo y el judicial. El Congreso, en v¨ªsperas de unas elecciones presidenciales, decidi¨® en 24 horas un tema discutido sin acuerdo durante diez a?os: la prohibici¨®n de crear nuevos partidos y que los ¨²ltimos creados no pudieran gozar en las elecciones del a?o pr¨®ximo del tiempo de televisi¨®n gratuita y de la ayuda econ¨®mica del Gobierno, lo que supondr¨ªa condenarlos al ostracismo.

El Supremo vio en aquella decisi¨®n tomada tan r¨¢pidamente una forma de anular la acci¨®n del nuevo partido La Red, que est¨¢ fundando por la ecologista Marina Silva y que en las ¨²ltimas presidenciales hab¨ªa conseguido 20 millones de votos obligando a Dilma Rouesseff a disputar una segunda vuelta y que podr¨ªa tambi¨¦n esta vez arrancarle muchos votos. Silva es vista como una Lula con faldas por sus or¨ªgenes humildes, por ser negra y haber sido analfabeta hasta los 16 a?os cursando despu¨¦s la Universidad. Y por su apuesta por una econom¨ªa sostenible y compatible con la defensa del Planeta.

El ministro del Supremo Gilmar Mendes, par¨® la votaci¨®n del Congreso hasta que el Supremo no decidiera sobre la constitucionalidad de la medida ya que la Carta Magna prev¨¦ la libertad de crear nuevos partidos.

A ello hay que a?adir que en la Comisi¨®n de Constituci¨®n y Justicia (CCJ) del Senado, que aprob¨® el control del Supremo por parte del Congreso, figuran los diputados Jos¨¦ Genoino, expresidente del PT, y Jo¨¢o Paulo Cunha, expresidente del Congreso, ambos condenados ya por el Supremo en el proceso del mensal?o a ocho y diez a?os de c¨¢rcel respectivamente y que siguen en activo porque la sentencia del Supremo a¨²n no ha sido ejecutada, pero que su presencia en la Comisi¨®n m¨¢s importante del Senado desorienta a la opini¨®n p¨²blica.

La tentativa de controlar el Supremo en un momento en que goza, gracias al proceso del mensal?o, de un consenso popular como nunca hab¨ªa tenido en el pasado ha hecho que, ante las presiones de las redes sociales, la propuesta del Senado de recortar los poderes del Supremo, haya quedado moment¨¢neamente parada en el Congreso que deber¨ªa ratificar la decisi¨®n del Senado.