Obama advierte que no actuar¨¢ en Siria a costa de extender el caos en la regi¨®n
¡°Hicimos eso en el pasado y no funcion¨®¡±, dijo, en clara alusi¨®n a la invasi¨®n de Irak
Tratando de hacer frente a la presi¨®n creciente para una intervenci¨®n militar de Estados Unidos en Siria, Barack Obama advirti¨® ayer que, aunque siente ¡°una obligaci¨®n moral y de seguridad nacional¡± para acabar con las matanzas en ese pa¨ªs, no actuar¨¢ al precio de ¡°provocar un caos¡± en toda la regi¨®n. En una rueda de prensa en la Casa Blanca junto a la presidenta de Corea del Sur, Park Geun-Hye, el presidente norteamericano asegur¨® que no est¨¢ parado, que no est¨¢ observando inm¨®vil el desarrollo de los acontecimientos en Siria, pero insisti¨® en que no va a actuar precipitadamente y sin confirmar todos los datos sobre el uso de armas qu¨ªmicas por parte del r¨¦gimen sirio. ¡°Hicimos eso en el pasado y no funcion¨®¡±, dijo, en clara alusi¨®n a la invasi¨®n de Irak durante la presidencia de George W. Bush.
Ante las cr¨ªticas de que est¨¢ poniendo en riesgo su credibilidad y la de EE UU ¡ªun periodista pregunt¨® c¨®mo pod¨ªa Corea del Norte creer las advertencias de Washington cuando Siria se hab¨ªa permitido cruzar la l¨ªnea roja establecida por Obama sin que se haya producido ninguna respuesta¡ª, el presidente record¨® que existen precedentes que demuestran que cumple con su palabra ¡ªmencion¨® la muerte de Osama bin Laden y la ca¨ªda de Muamar el Gadafi¡ª y asegur¨® que tambi¨¦n cumplir¨¢ con su promesa de que Bachar el Asad perder¨¢ el poder.
No dio detalles, sin embargo, de la forma en que lo har¨¢. Admiti¨® que, aunque el p¨²blico est¨¢ esperando ¡°respuestas sencillas¡±, la de Siria no es una situaci¨®n que las permita, y recalc¨® que no se puede intervenir de una forma en que, para prevenir la carnicer¨ªa actual, ¡°se extienda el caos entre los vecinos¡±. M¨¢s de 70.000 personas se calcula que han muerto en la guerra civil que se libra desde hace m¨¢s de dos a?os en ese pa¨ªs, cuya posici¨®n estrat¨¦gica ¡ªtiene frontera con Israel¡ª y su influencia hist¨®rica y pol¨ªtica en Oriente Pr¨®ximo lo han convertido desde hace d¨¦cadas en una pieza fundamental en la estabilidad regional.
Obama insisti¨®, no obstante, en que trabaja a diario para que se produzca ¡°una transici¨®n pol¨ªtica¡± en Siria y que har¨¢ ¡°lo que haya que hacer¡± para conseguirlo. Uno de los campos en los que la Administraci¨®n norteamericana est¨¢ empe?ada con m¨¢s dedicaci¨®n es el de la diplomacia.
M¨¢s de 70.000 personas se calcula que han muerto en la guerra civil que se libra desde hace m¨¢s de dos a?os en ese pa¨ªs
El secretario de Estado, John Kerry, se reuni¨® ayer en Mosc¨² con el presidente de Rusia, Vlad¨ªmir Putin, con el objetivo de lograr la cooperaci¨®n de ese pa¨ªs, el principal aliado internacional que le queda a Siria. Tras entrevistarse con su hom¨®logo ruso, Sergu¨¦i L¨¢vrov, el jefe de la diplomacia estadounidense anunci¨® que Rusia y EE UU van a sumar sus esfuerzos para intentar convocar lo antes posible una conferencia internacional sobre Siria. El objetivo es animar ¡°al Gobierno sirio y a la oposici¨®n a buscar una soluci¨®n pol¨ªtica¡±, dijo Kerry, citado por France Presse.
El apoyo de Rusia no solo es imprescindible para que una eventual intervenci¨®n militar en Siria tuviera el refrendo del Consejo de Seguridad de la ONU ¡ªcomo tuvo el ataque en Libia¡ª, sino que es necesaria tambi¨¦n para que una acci¨®n de ese tipo no degenere en una crisis internacional may¨²scula. EE UU est¨¢ dispuesto a preservar los intereses de Rusia en Siria, donde mantiene la ¨²nica base militar que le queda a ese pa¨ªs en el exterior, y a negociar con Putin los t¨¦rminos de una Siria sin El Asad, pero no acepta la condici¨®n de Mosc¨² de que el actual presidente sirio forme parte de la negociaci¨®n para poner fin a la guerra civil.
A falta de ese apoyo, Washington considera otras acciones militares que permitieran el derrocamiento de El Asad sin implicaci¨®n directa de fuerzas extranjeras. Obama no aclar¨® si en el futuro se les facilitar¨¢ tambi¨¦n armamento suficiente como para cambiar el balance actual de la guerra.
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