Un centenar largo de rebeldes ponen en evidencia la debilidad de David Cameron
Conservadores y liberales-dem¨®cratas intercambian ataques por el refer¨¦ndum
David Cameron ha sufrido este mi¨¦rcoles un serio revolc¨®n pol¨ªtico cuando un centenar largo de diputados conservadores votaron contra ¨¦l en los Comunes. Aunque la C¨¢mara ha rechazado esta noche por 277 votos a 130 una enmienda presentada por diputados conservadores euroesc¨¦pticos criticando al Gobierno por no presentar en este programa una ley de refer¨¦ndum sobre la permanencia o salida de Reino Unido de la Uni¨®n Europea, se estima que entre 110 y 115 de los votos a favor de la enmienda fueron de diputados conservadores.
T¨¦cnicamente no se trata de una rebeli¨®n porque el primer ministro conservador se hab¨ªa puesto la venda antes de la herida al dar libertad de voto a su grupo parlamentario y permitir la abstenci¨®n a los miembros del Gobierno. Pero Cameron hab¨ªa intentado reventar la enmienda promoviendo la presentaci¨®n de un borrador de ley de refer¨¦ndum en forma de iniciativa privada de los diputados, o sea del Partido Conservador, pero no del Gobierno.
El hecho de que un centenar largo de diputados votaran a pesar de eso a favor de la enmienda supone un notable incremento respecto a los 81 que votaron tambi¨¦n contra el Gobierno por el mismo asunto en octubre pasado y pone de relieve la creciente debilidad de Cameron como primer ministro y como l¨ªder conservador.
Cameron y los rebeldes se han puesto de acuerdo en una cosa: echarle la culpa a los liberales-dem¨®cratas por no aceptar como pol¨ªtica de la coalici¨®n la convocatoria de un refer¨¦ndum sobre Europa. El l¨ªder conservador se ha comprometido a convocarlo en 2017, despu¨¦s de negociar una amplia reforma de la situaci¨®n de Reino Unido en la UE. Lo ha hecho forzado por el creciente euroescepticismo de su partido y de sus votantes, que est¨¢ dando alas al populista Partido para la Independencia de Reino Unido (UKIP). Pero tambi¨¦n como caramelo para atraerse a los votantes en las elecciones generales de 2015.
La crisis de los tories por la cuesti¨®n europea ha llegado ya a la coalici¨®n de conservadores y liberales-dem¨®cratas, que siempre han tenido visiones opuestas sobre Europa. Horas antes de que la C¨¢mara de los Comunes rechazara la enmienda euroesc¨¦ptica conservadores y liberales se enzarzaron en un intercambio de acusaciones que ponen de relieve las dificultades que va a atravesar la coalici¨®n en los dos a?os que quedan de legislatura.
Con David Cameron de viaje en Estados Unidos, el primer ministro adjunto y l¨ªder liberal, Nick Clegg, ocup¨® su lugar en la tradicional sesi¨®n de preguntas en los Comunes. El diputado conservador Edward Leigh le reproch¨® a Clegg que su partido no apoye ahora un refer¨¦ndum a pesar de que en su programa electoral en los comicios de 2010 s¨ª defend¨ªan la celebraci¨®n de esa consulta. El diputado mostr¨® en la c¨¢mara un folleto propagand¨ªstico de aquellas elecciones defendiendo el refer¨¦ndum en el que aparec¨ªa una foto de Clegg y le pregunt¨® se?alando a esa foto: ¡°?Es este hombre un impostor o solo un hip¨®crita¡±.
Clegg se defendi¨® recordando al diputado que ese compromiso estaba condicionado a que hubiera un cambio significativo en las relaciones entre Londres y Bruselas. Es decir, que si hab¨ªa un nuevo tratado importante, el refer¨¦ndum no deber¨ªa ser ¨²nicamente sobre ese tratado, sino sobre la permanencia brit¨¢nica en la Comunidad.
El l¨ªder liberal acus¨® a los conservadores de estar cambiando las reglas de juego por su propio debate interno acerca de Europa. Y, haciendo un s¨ªmil futbol¨ªstico, le espet¨® a un parlamentario tory que est¨¢n ¡°moviendo los postes de la porter¨ªa¡±. O sea, cambiando las reglas de juego.
Desde Estados Unidos, donde se encuentra desde el lunes, el primer ministro David Cameron entr¨® poco despu¨¦s en el rifirrafe y acus¨® tanto a liberal-dem¨®cratas como a laboristas de ¡°esconder la cabeza bajo la arena, haciendo ver que nada ha cambiado y seguir como siempre aceptando todo lo que viene de Bruselas¡±.
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