Morales inicia campa?a por la reelecci¨®n en medio de conflictos sociales
Las protestas por la Ley de Pensiones sacuden un pilar de las bases de apoyo del presidente boliviano

El Movimiento Al Socialismo (MAS) ha iniciado una madrugadora campa?a electoral a favor del presidente boliviano Evo Morales, que aspira elegirse para un tercer mandato en las elecciones de 2014, aun antes de que el Poder Ejecutivo promulgue la Ley de Aplicaci¨®n Normativa, que da v¨ªa libre a la reelecci¨®n del l¨ªder cocalero.
¡°S¨ª a la reelecci¨®n. Evo presidente 2015-2020, por la continuidad del cambio¡±, rezaba una enorme pancarta de tela azul que se expuso el viernes en los actos de entrega de obras que, en medio de un ambiente electoralista, Morales encabez¨® en varios municipios de Cochabamba.
El MAS ha sorteado con ¨¦xito los obst¨¢culos que, en un comienzo, parec¨ªan frenar la nueva carrera de Morales a la presidencia. El mayor de ellos, un art¨ªculo transitorio en la nueva Constituci¨®n que establece que ¡°los mandatos anteriores a la vigencia de esta Carta Magna se tomar¨¢n en cuenta a efectos del c¨®mputo de los nuevos periodos de funciones¡±, lo que imped¨ªa la tercera reelecci¨®n del presidente boliviano. No obstante, el Tribunal Constitucional ha fallado dando v¨ªa libre a la candidatura de Morales bas¨¢ndose en la refundaci¨®n de Bolivia como Estado Plurinacional y, por tanto, que su actual presidencia no es su segundo, sino su primer mandato. Adem¨¢s, su primera gesti¨®n (2006-2009) fue acortada para dar paso a los cambios en el sistema pol¨ªtico.

El fallo, recibido por cr¨ªticas de sus adversarios, ha sido respaldado con la inmediata aprobaci¨®n de la ley de Aplicaci¨®n Normativa en la C¨¢mara de Diputados, que en un plazo de 10 d¨ªas tiene que ser promulgado por el Poder Ejecutivo y permite autom¨¢ticamente la tercera reelecci¨®n de Morales. La oposici¨®n ha se?alado el deliberado olvido de la promesa del presidente boliviano de no intentar mantenerse en el cargo m¨¢s all¨¢ de 2014.
¡°Puede que no guste el fallo del Tribunal Constitucional o se considere que viola la Constituci¨®n, pero hay que aceptarlo como la resoluci¨®n de un conflicto. El paso siguiente es la decisi¨®n del ciudadano de participar o no en los comicios y ejercer su derecho a elegir con su voto al candidato de su preferencia¡±, considera el profesor universitario Carlos Cordero, en desacuerdo con las impugnaciones a la decisi¨®n del Tribunal pues opina que inciden en el debilitamiento de las instituciones democr¨¢ticas.
Las intenciones de algunos l¨ªderes pol¨ªticos de acudir al sistema interamericano para lograr que el presidente Morales desista de un tercer mandato han sido desde?adas por el constitucionalista Jos¨¦ Antonio Rivera. ¡°El sistema interamericano acaba de ser gravemente herido por los pa¨ªses miembros, cuyos cancilleres han determinado profundos cambios en la Comisi¨®n Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)¡±, en la reuni¨®n de Tiquipaya, Cochabamba, la pasada semana.
¡°Resulta clara la voluntad del MAS de permanecer en el poder y apostar a la reelecci¨®n de Evo Morales, pues no ser¨ªa posible continuar en el poder sin el caudillo, sin Evo¡±, expresa la analista pol¨ªtica Mar¨ªa Teresa Zegada, que hace notar que el partido gobernante cuenta ya con un plan de desarrollo de largo plazo y la agenda del bicentenario 2025, adem¨¢s de otros dos factores importantes: la popularidad de Morales ¡ªcon periodos de desgaste y recuperaci¨®n¡ª y la ausencia de una oposici¨®n fuerte y clara que le haga frente.
La decisi¨®n del partido gobernante de inaugurar la carrera electoral, casi 18 meses antes, ha pasado un tanto desapercibida por la ciudadan¨ªa que vive sacudida por la incesante detonaci¨®n de explosivos en las inacabables manifestaciones de protesta de la Central Obrera Boliviana (COB) en demanda de rentas de jubilaci¨®n m¨¢s dignas que las actuales.
La COB ha sacado a las calles de ocho ciudades bolivianas a miles de trabajadores, mineros, universitarios, m¨¦dicos y personal de sanidad, maestros y obreros para respaldar su exigencia de revisar la ley de Pensiones que, sin embargo, el presidente Morales se empe?a en mantenerla inalterable ¡°digan lo que digan y hagan lo que hagan¡± los l¨ªderes sindicales y sus bases, hasta hace poco un pilar de sustento del Gobierno y, a partir de estas protestas, bajo sospecha oficial de conspirar contra la estabilidad del r¨¦gimen.
Ante la falta de acuerdos de soluci¨®n al conflicto laboral de 14 d¨ªas, que tiende a agravarse, el presidente Morales ha formulado un llamamiento a sus seguidores para ¡°defender primero la democracia y, si somos de este proceso, defender el proceso de cambio para todos los bolivianos¡±.
¡°No es responsable alentar la confrontaci¨®n entre hermanos cuando los problemas deben ser atendidos en el ¨²nico camino v¨¢lido y democr¨¢tico del di¨¢logo¡±, han advertido los obispos cat¨®licos que creen que la convocatoria presidencial a movilizaciones ¡°lejos de aportar soluciones, profundizan el conflicto y prefiguran consecuencias imprevisibles que todos lamentaremos en el futuro¡±.
La primera respuesta al pedido de Morales se ha registrado en Potos¨ª, donde grupos de campesinos se enfrentaron a trabajadores afiliados a la COB, que realizaban una manifestaci¨®n de protesta en esa ciudad colonial.
Para el lunes se anuncia la llegada a la ciudad de La Paz de otros centenares de ind¨ªgenas aimaras convocados por los dirigentes de la Confederaci¨®n Sindical ?nica de Trabajadores Campesinos de Bolivia y su filial femenina de ¡°las bartolinas¡± y la Federaci¨®n de Colonizadores. A Cochabamba llegar¨¢n, el mismo lunes, alrededor de 20.000 productores de hoja de coca de Chapare, adem¨¢s de los sindicatos campesinos de los valles aleda?os para protagonizar una manifestaci¨®n de apoyo a su l¨ªder, el presidente Morales, pero tambi¨¦n como una demostraci¨®n de fuerza ante sus ex aliados y la posibilidad de agudizar al extremo el conflicto, que marca el divorcio de Morales con un importante segmento de su base.
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