Portugal recobra la memoria
El Parlamento aprueba dar la nacionalidad a descendientes de los sefard¨ªes lusos
Como tantas cosas hoy, esto tambi¨¦n comenz¨® en Facebook. Hace m¨¢s de tres a?os, Jos¨¦ Ribeiro de Castro, diputado del CDS (partido conservador que actualmente gobierna Portugal, entonces en la oposici¨®n) recibi¨® un mensaje en el que se le ped¨ªa que se interesase por la suerte de los sefard¨ªes de origen portugu¨¦s expulsados hace m¨¢s de cinco siglos de suelo luso. Ribeiro de Castro comenz¨® a mover el asunto y hace m¨¢s de un mes, present¨® una ley que ha sido aprobada por unanimidad y que otorgar¨¢ la nacionalidad portuguesa a todos los descendientes de los jud¨ªos que dejaron Portugal a finales del siglo XV. Muchos de ellos ya hab¨ªan sido echados de Espa?a en 1492 y hab¨ªan buscado, infructuosamente, refugio tras la frontera.
¡°Es posible que exista un peque?o ¨¦xodo¡±
En Portugal, en puridad, no hubo orden de expulsi¨®n, pero fueron bautizados en masa y a la fuerza, obligados a olvidarse de practicar su religi¨®n y perseguidos por un sistema inquisitorial tan cruel y eficiente como el espa?ol. As¨ª, miles de sefard¨ªes portugueses (se calcula que de Espa?a pasaron a Portugal cerca de 120.000, que se sumaron a los 50.000 existentes) decidieron exiliarse: algunas familias, a lo largo de los a?os, pasaron por Holanda, Italia, Turqu¨ªa, Siria, L¨ªbano, Brasil y Estados Unidos. Sin abandonar sus ra¨ªces, ni la persistente nostalgia de una tierra cada vez m¨¢s remota, ni su vieja lengua sefard¨ª, el ladino.
Promesas espa?olas
En Espa?a, los sefard¨ªes ¨Ccomo cualquier otro ciudadano- pueden solicitar la nacionalidad por dos v¨ªas: acreditando un tiempo m¨ªnimo de residencia en el pa¨ªs (dos a?os, en su caso) o, excepcionalmente, por ¡°carta de naturaleza¡±, que el Gobierno concede de forma discrecional si aprecia un v¨ªnculo especial del solicitante con la historia o la cultura espa?olas. Esta segunda v¨ªa es la que el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, se comprometi¨® a agilizar para los sefard¨ªes hace seis meses, aunque a¨²n no lo ha hecho. Gallard¨®n anunci¨® que la ¡°carta de naturaleza¡± para los descendientes de los jud¨ªos expulsados de Espa?a en 1492 tendr¨ªa un procedimiento menos excepcional, m¨¢s autom¨¢tico, y que la Federaci¨®n de Comunidades Jud¨ªas de Espa?a colaborar¨ªa a la hora de acreditar los requisitos de cada solicitante. Adem¨¢s, los sefard¨ªes podr¨ªan mantener su nacionalidad anterior a la vez que la espa?ola ¨Cuna de las principales reclamaciones del colectivo-, como sucede ahora con los latinoamericanos, filipinos y portugueses.
El anuncio de Justicia no se ha materializado a¨²n porque formaba parte de un proyecto de ley, el de Registros, que est¨¢ paralizado en fase de borrador. Gallard¨®n quiere ahora sacar del proyecto esa parte referida a la nacionalidad de los sefard¨ªes y presentarla como una regulaci¨®n independiente (que implicar¨ªa una reforma puntual del C¨®digo Civil) antes del verano, seg¨²n fuentes del ministerio. En ese caso, la reforma empezar¨ªa a aplicarse previsiblemente a final de a?o. En la actualidad hay cerca de 2.900 solicitudes de nacionalidad de sefard¨ªes pendientes de tramitaci¨®n. Hace unos a?os se cifraban en 250.000 las personas que hablan el judeoespa?ol en todo el mundo, seg¨²n Justicia.
Hace unos d¨ªas, desde Colorado (EE UU), Carlos Zazur, de 42 a?os, habl¨® con este peri¨®dico por tel¨¦fono en esa lengua casi m¨¢gica, una suerte de espa?ol del siglo XV, con injertos portugueses, ¨¢rabes, balc¨¢nicos o franceses, perfectamente comprensible para un hispanohablante de la era del i-Pad. ¡°Soy descendiente de jud¨ªos sefard¨ªes por los cuatro costados. Portugueses y espa?oles. Mi madre me la ense?¨® como primera lengua, as¨ª que fue lo primero que habl¨¦ siendo ni?o¡±, explica Zazur, antrop¨®logo, experto en cultura sefard¨ª. Zazur, nacido en Brasil, asegura que la ley portuguesa es buena (Espa?a aprob¨® otra ley parecida en noviembre), que aguarda los detalles del reglamento, actualmente en proceso de redacci¨®n, para decidirse a pedir la nacionalidad. Otros lo har¨¢n. ¡°Es posible que exista un peque?o ¨¦xodo¡±, a?ade este experto, que calcula que en el mundo hay dos millones de descendientes de jud¨ªos sefard¨ªes.
Zazur recuerda que los jud¨ªos de origen portugu¨¦s que se trasladaron a ?msterdam participaron en la eclosi¨®n del comercio holand¨¦s, haci¨¦ndose con el mercado del caf¨¦, del chocolate, del tabaco o de los esclavos. Y que hab¨ªa jud¨ªos portugueses en el origen de la proto-Nueva York, cuando a¨²n se llamaba Nueva-?msterdam. ¡°Estas familias de jud¨ªos expulsados, debido a su capacidad, a su empuje, y a su cultura, siempre fueron un motor econ¨®mico y social de la historia¡±, explica.
En Florida, Luciano Lopes, propietario de una peque?a empresa que comercializa yogures y k¨¦fir, descendiente tambi¨¦n de una familia jud¨ªa originaria y expulsada de las cercan¨ªas de Oporto hace m¨¢s de 400 a?os tambi¨¦n se piensa si pedir la nacionalidad portuguesa. Confiesa que siempre le gust¨® el pa¨ªs, que le tienta el sur de Europa porque, a pesar de la omnipresente crisis y el descalabro econ¨®mico, ¡°siempre ser¨¢ un buen sitio para vivir¡±.
"Se trata de acabar con una verg¨¹enza hist¨®rica"
¡°Para reglamentar la ley servir¨¢n cosas como los apellidos, el idioma, la descendencia, eso se est¨¢ estudiando ahora para evitar el oportunismo¡±, cuenta el diputado Ribeiro de Castro. Pero, m¨¢s all¨¢ de estos formulismos, de lo que se trata, a?ade, ¡°es de acabar con una verg¨¹enza hist¨®rica y dar la bienvenida a los que nunca tuvieron que partir¡±.
Cuando los antepasados de la rama espa?ola de la familia de Carlos Zazur abandonaron Zamora en 1492 se llevaron la llave que abr¨ªa una sinagoga de esa ciudad. Dentro de unos meses, Zazur ir¨¢ a dar unas conferencias a Zamora. Ya no est¨¢ la sinagoga, ni el edificio que la albergaba, destruido hace mucho. Pero ¨¦l llevar¨¢ consigo la llave, que ha pasado, generaci¨®n tras generaci¨®n, pa¨ªs tras pa¨ªs, continente tras continente, como la met¨¢fora de la memoria, m¨¢s fuerte que los muros de piedra o de ladrillo. ¡°Ya no hay puerta que abra esa llave¡±, dice Zazur. ¡°Mi abuelo dec¨ªa que Sefarad dej¨® de ser un lugar en la tierra para pasar a ser un lugar en el coraz¨®n¡±.
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