Unidos por la austeridad

Las recetas de austeridad y reformas para los socios del sur encuentran un respaldo sin muchas fisuras en la Uni¨®n Dem¨®crata Cristiana de la canciller ?ngela Merkel (CDU) y en la oposici¨®n socialdem¨®crata del SPD. Tambi¨¦n Los Verdes han votado a favor de todos los rescates europeos, con sus respectivos programas de recortes y austeridad, desde que empez¨® la crisis de la deuda hace m¨¢s de tres a?os. El centroizquierda alem¨¢n est¨¢ en una posici¨®n complicada respecto a los recortes propuestos como panacea contra la crisis en Europa: fueron ellos, en la coalici¨®n que presidi¨® Gerhard Schr?der entre 1998 y 2005, los que inventaron la Agenda 2010, que introdujo los minijobs y pod¨® el frondoso sistema social alem¨¢n. Muchos alemanes, con Merkel por delante, consideran que aquello fue la base para capear la crisis mucho mejor que sus socios.

El SPD, liderado por pol¨ªticos que como el jefe parlamentario Frank-Walter Steinmeier prepararon aquellas medidas, no puede distanciarse mucho sin desconcertar a parte de sus votantes. Menos cuando ahora se trata de aplicarlas fuera.

La discusi¨®n sobre pol¨ªtica interna es m¨¢s diversa. Las generosas promesas electorales que esta semana pusieron a Merkel en el blanco de duras cr¨ªticas desde su propia coalici¨®n de centroderecha, podr¨ªan socorrer a los socios europeos golpeados por la crisis. En su af¨¢n de ocupar todas las posiciones del centro ante la incipiente campa?a para las elecciones del 22 de septiembre, Merkel habla de subir las subvenciones que el Estado paga por cada hijo a las familias, aumentar las pensiones de las madres que dejaron de cotizar para criar a sus ni?os y de invertir 4.000 millones de euros m¨¢s en infraestructuras de transporte y telecomunicaciones. Seg¨²n c¨¢lculos oficiosos, ser¨ªan unos 28.500 millones de euros en total, alrededor del 1% del PIB. Un programa, quiz¨¢ discreto y oportunista, pero que estimular¨ªa la reptante econom¨ªa alemana y, por ende, la de sus socios hundidos en la recesi¨®n. El aumento del consumo en Alemania ayudar¨ªa a compensar los desequilibrios comerciales y mitigar¨ªa parcialmente algunos de los efectos de la austeridad.

Una encuesta reciente de la televisi¨®n p¨²blica ZDF se?ala el apoyo masivo de los alemanes a estos gastos, criticados por algunos dirigentes democristianos y por sus socios en el actual Gobierno, los liberales del FDP. El SPD descalific¨® las promesas de ¡°estafa¡±, porque seg¨²n su presidente, Sigmar Gabriel, Merkel no cumplir¨¢. Su problema es que la canciller ha mejorado parte de las propuestas del SPD, que, por ejemplo, quiere aumentar las desgravaciones fiscales por hijo, lo que supondr¨ªa una ventaja menor para las familias.

Otro plan democristiano, el de imponer un freno a los alquileres en las grandes ciudades, es un hurto del programa electoral del SPD. Adem¨¢s, Merkel ha dado pasos hacia la introducci¨®n de un salario m¨ªnimo en Alemania. Hace m¨¢s de dos a?os se apropi¨® de la principal aspiraci¨®n ecol¨®gica de Los Verdes y orden¨® el cierre de las centrales nucleares en la pr¨®xima d¨¦cada. Ahora prepara, a instancias del Tribunal Constitucional, una ley para equiparar antes del verano el trato fiscal dado a los matrimonios tradicionales y a las uniones civiles entre personas del mismo sexo. La fagocitosis ideol¨®gica como estrategia.

El FDP podr¨ªa quedarse fuera del Bundestag. Ante la preponderancia de la CDU (40-42% frente al 27% del SPD), Los Verdes podr¨ªan resultar cruciales para formar Gobierno con su actual 13-15% de intenci¨®n de voto. Ante la crisis, el presidente verde Cem ?zdemir hace suya la frase de Merkel: ¡°Necesitamos m¨¢s Europa¡±. La cuesti¨®n es cu¨¢l. ?zdemir respond¨ªa por escrito a este peri¨®dico criticando el ¡°curso de austeridad cruda¡± fijado por Merkel por ¡°socialmente desequilibrado¡± y centrado en el modelo alem¨¢n. Propone ¡°un pacto europeo para combatir la evasi¨®n fiscal en el continente¡± y una Convenci¨®n para avanzar en una uni¨®n pol¨ªtica que armonice las pol¨ªticas econ¨®micas y fiscales en toda la Eurozona.

Adem¨¢s de la nueva formaci¨®n conservadora y antieuro Alternativa Para Alemania, cuyo nombre es una parodia de un latiguillo de Merkel sobre la ¡°ausencia de alternativas¡± de su pol¨ªtica, los m¨¢s alejados de ella son el partido La Izquierda. Quieren ¡°mantener el euro como moneda ¨²nica¡± pero expresa ¡°en¨¦rgicas cr¨ªticas¡± a las pol¨ªticas de austeridad de Merkel.