La transici¨®n birmana agrava tensiones pero logra treguas con guerrillas
La persecuci¨®n de musulmanes (el 5% de la poblaci¨®n) por parte de los budistas se ha aumentado
El proceso de democratizaci¨®n de Birmania ha sacado de las c¨¢rceles a prisioneros pol¨ªticos, ha llevado a la Nobel Aung San Suu kyi al Parlamento, ha supuesto el fin de la censura y el nacimiento de decenas y decenas de medios de comunicaci¨®n, sobre todo en Internet. Pero tambi¨¦n ha intensificado dos fen¨®menos que afectan a las minor¨ªas ¨¦tnicas y religiosas. El positivo es que el Gobierno firm¨® la semana pasada un alto el fuego con la ¨²ltima de las guerrillas, la de los Kach¨ªn, que segu¨ªa alzada en armas contra el poder central. El negativo es que los episodios de persecuci¨®n de musulmanes (el 5% de la poblaci¨®n) por parte de los budistas se han incrementado en los ¨²ltimos meses. El drama de los Rohingya, la mayor minor¨ªa ¨¦tnica sin Estado en Asia, sigue ah¨ª, sin que las autoridades hayan decidido por el momento prestarle atenci¨®n.
¡°(Las autoridades) deben responder r¨¢pido a los disturbios y dejar bien claro qu¨¦ est¨¢ permitido y qu¨¦ no¡±, explica por tel¨¦fono el ex primer ministro holand¨¦s Wim Kok, que visit¨® Birmania hace unos d¨ªas en calidad de presidente del Club de Madrid. Muchos observadores han criticado la tardanza de la polic¨ªa en reaccionar ante las agresiones. Kok recuerda que insisti¨® ante sus interlocutores de que ¡°si los inversores no est¨¢n seguros de que habr¨¢ estabilidad desaparecer¨¢n¡±. Quiz¨¢ por eso la semana pasada las autoridades enviaron soldados y decretaron el estado de emergencia en la ciudad de Lashio (en la frontera con China) tras dos d¨ªas de ataques a bienes de vecinos musulmanes y convirtieron un templo budista en el improvisado refugio de centenares de familias isl¨¢micas, informa Reuters. Este episodio de violencia religiosa dej¨® un muerto; el anterior, en marzo, en la ciudad de Meikhtila, dej¨® 44 muertos. Entonces las autoridades solo reaccionaron tras tres d¨ªas de enfrentamientos.
Pero los incidentes inter¨¦tnicos m¨¢s graves de la transici¨®n han tenido como v¨ªctimas a los Rohingya (de credo musulm¨¢n), que viven en el noroeste, en la frontera con Bangladesh. La organizaci¨®n Human Rights Watch ha acusado a las autoridades de limpieza ¨¦tnica contra esta minor¨ªa que, a diferencia de otras minor¨ªas ¨¦tnicas en el pa¨ªs, carecen de ciudadan¨ªa y son generalmente considerados meros inmigrantes ilegales. De hecho, aunque internacionalmente son conocidos como rohingya, en Birmania los denominan bengal¨ªes. HRW acus¨®, en un informe difundido en abril, a las autoridades locales y a las fuerzas de seguridad de participar en ataques coordinados a varias comunidades Rohingya en junio y octubre pasados. Murieron casi 200 personas y m¨¢s de125.000 tuvieron que abandonar sus hogares y viven ahora en unos muy precarios campos de desplazados. ¡°El Gobierno de Birmania particip¨® en una campa?a de limpieza ¨¦tnica contra la comunidad rohingya que todav¨ªa contin¨²a en la actualidad, al negarles asistencia y restringir su circulaci¨®n¡±, dijo el subdirector para Asia de la organizaci¨®n, Phil Robertson.
¡°Al principio, los soldados nos dijeron: ¡®No hagan nada, nosotros los vamos a proteger, los vamos a salvar¡¯; entonces, confiamos en ellos¡±, relat¨® a HRW un superviviente de 25 a?os. ¡°Pero luego, no cumplieron su promesa. Para los arakaneses fue f¨¢cil golpearnos y asesinarnos. Ya que las fuerzas de seguridad no nos protegieron contra ellos¡±. Las im¨¢genes de sat¨¦lite recopiladas por los activistas proderechos humanos muestran la destrucci¨®n derivada de los ataques.
Las autoridades deben responder r¨¢pido a los disturbios y dejar bien claro qu¨¦ est¨¢ permitido y qu¨¦ no, explica el exprimer ministro holand¨¦s Wim Kok
El presidente del club de Madrid opina que a¨²n queda mucho por hacer para que la situaci¨®n de esta minor¨ªa se ¡°resuelva decentemente¡± y lamenta que los pa¨ªses vecinos tambi¨¦n les den la espalda. La reciente imposici¨®n de una pol¨ªtica de dos hijos a los rohingya en dos distritos levant¨® semejantes cr¨ªticas de la ONU que el Gobierno central anunci¨® que revisar¨¢ la restricci¨®n.
En el haber de la transici¨®n, sin embargo, se pueden incluir la firma de 14 acuerdos de cese al fuego con otras tantas guerrillas en los ¨²ltimos dos a?os. La ¨²ltima tregua, preliminar, ha sido con los Kach¨ªn, silenciando as¨ª un conflicto que solo este a?o ha supuesto la muerte de 300 soldados y, desde 2011, el desplazamiento de 100.000 civiles. ¡°El alto el fuego (con los Kach¨ªn) es un paso importante pero no es m¨¢s que un paso¡±, precisa Kok, que se entrevist¨®, entre otros, con el ministro Aung Min, un exmilitar encargado de las negociaciones de paz. Explica el presidente del club que agrupa a antiguos presidentes y primeros ministros que el Gobierno birmano espera lograr un alto el fuego general en todas las regiones este verano¡±. A partir de ah¨ª, empezar¨¢ la parte clave, el proceso de paz. Advierte que Yagon no permitir¨¢ que los Estados donde viven minor¨ªas ¨¦tnicas se independicen pero sostiene que el poder central ¡°est¨¢ listo para pensar en la reestructuraci¨®n de la uni¨®n¡±. ¡°La palabra federalismo ya no est¨¢ prohibida. Quieren pensar, hablar de ello¡±.
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