Dos detenidos en Espa?a por pedir rescate por los espa?oles liberados en Colombia
?ngel S¨¢nchez Fern¨¢ndez, de 49 a?os, y Mar¨ªa Marlaska Sedano, de 43 se encuentran bien La regi¨®n en la que fueron secuestrados es una zona de desgobierno, contrabando y miseria
En la medianoche del viernes, en medio del desierto colombiano y a solo unos 15 minutos de la frontera con Venezuela, termin¨® el secuestro de los asturianos ?ngel S¨¢nchez Fern¨¢ndez y Mar¨ªa Concepci¨®n Marlaska Sedano. La pareja pas¨® 29 d¨ªas en poder de una banda de delincuentes comunes y fue rescatada por un grupo de polic¨ªas colombianos vestidos de civil en la rancher¨ªa Kalatain, un peque?o poblado de unas cuantas casas ind¨ªgenas donde suelen vivir los wayuu, en la zona rural de Maicao (La Guajira). Se trata de uno de los extremos m¨¢s al norte de Colombia, lleno de caminos de arena dif¨ªciles de seguir si no es en compa?¨ªa de los nativos del lugar.
Los agentes de la polic¨ªa no tuvieron que disparar sus armas durante el rescate. Su principal objetivo era liberar a los espa?oles y as¨ª lo hicieron, en un operativo rel¨¢mpago, mientras los siete delincuentes, entre los que se encuentran ind¨ªgenas wayuu y arihunas (como ellos llaman a los blancos), huyeron para perderse en el desierto. Las autoridades han asegurado que los tienen plenamente identificados, pero se abstuvieron de identificarlos para no entorpecer la investigaci¨®n.
Mar¨ªa y ?ngel, de 43 y 49 a?os, llegaron a la fr¨ªa Bogot¨¢ en un avi¨®n de la Polic¨ªa vestidos como si a¨²n estuvieran de vacaciones, motivo por el que viajaron a Colombia, pero protegidos con chalecos antibalas. Mar¨ªa, de vestido largo rosa y sandalias, y ?ngel, en pantal¨®n corto, bajaron las escalinatas del avi¨®n y se tomaron de las manos. ?ngel sonri¨® y levant¨® su dedo me?ique para indicarle a los periodistas que se encontraban bien e inmediatamente abordaron una ambulancia que los llevar¨ªa al hospital de la Polic¨ªa para hacerles un chequeo m¨¦dico. Isidoro S¨¢nchez, el hermano de ?ngel, ha asegurado que "dentro de lo malo de la situaci¨®n les han tratado relativamente bien".
El director del Gaula de la Polic¨ªa ¨Cunidad dedicada a combatir el secuestro¨C general Humberto Guatibonza, explic¨® que desde que se conoci¨® del rapto participaron en la investigaci¨®n autoridades venezolanas y espa?olas. ¡°Est¨¢n cansados, con dolencias, pero bien¡±, dijo en la base antinarc¨®ticos de la Polic¨ªa. Guatibonza cont¨® a EL PA?S que Mar¨ªa y ?ngel estuvieron amarrados los primeros cinco d¨ªas del secuestro, que los cambiaban continuamente de lugar y que beb¨ªan el agua de r¨ªo que los delincuentes les mandaban ir a buscar en burro, donde la transportaban. Su alimentaci¨®n se reduc¨ªa a la carne de chivo, animal que abunda en ese desierto, y a arepas, una masa de harina de ma¨ªz.
Seg¨²n el oficial, para el operativo de liberaci¨®n ofrecieron un pago, ya que la banda ped¨ªa medio mill¨®n de euros para no atentar contra sus vidas. Esto hizo que el grupo de delincuentes se dividiera entre aquellos que quer¨ªan entregarlos y terminar con el secuestro y los que quer¨ªan seguir. La polic¨ªa tambi¨¦n se logr¨® infiltrar en la banda, lo que facilit¨® el rescate, aunque los secuestradores solo se comunicaban entre ellos en dialecto ind¨ªgena wayuunaiki.
A las pocas horas de que Mar¨ªa y ?ngel quedaran libres, en Madrid y en Paracuellos del Jarama (Madrid), la Polic¨ªa espa?ola captur¨® a dos personas, una de nacionalidad espa?ola y otra de origen sirio, que al parecer eran el enlace de la banda colombiana en Espa?a y los que se encargar¨ªan de cobrar el rescate. Los liberados han manifestado que se quedar¨¢n en Colombia para dar su testimonio a las autoridades.
El secuestro se conoci¨® el 17 de mayo, cuando el coche alquilado en el que se movilizaba la pareja fue encontrado abandonado en una rancher¨ªa wayuu. Seg¨²n Guatibonza, los delincuentes quer¨ªan en un primer momento robar a la pareja, pero cuando escucharon su acento extranjero planearon r¨¢pidamente un secuestro. Despu¨¦s pidieron la autorizaci¨®n al jefe de la banda y terminaron llev¨¢ndoselos. Ahora las investigaciones se centran en capturar a los autores del rapto. Est¨¢ claro que no se trata de una banda peque?a, sino de una que tiene conexiones m¨¢s all¨¢ de las fronteras colombianas.
Aunque La Guajira, departamento donde ocurri¨® el secuestro, es l¨ªder en la producci¨®n de carb¨®n, gas y sal de Colombia se enfrenta a una d¨¦bil presencia del Estado, lo que ha sido aprovechado por bandas de delincuentes que se dedican al tr¨¢fico de drogas, al contrabando de gasolina y a la extorsi¨®n. Seg¨²n informes de la Polic¨ªa colombiana, all¨ª operan las bandas criminales de Los Urabe?os y Los Rastrojos y tiene presencia el frente 59 de la guerrilla de las FARC.
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