La inacci¨®n de Occidente refuerza a El Asad y reaviva el conflicto sirio

Despu¨¦s de 27 meses de conflicto, con 93.000 fallecidos y m¨¢s de 1,5 millones de desplazados, los aliados occidentales de los rebeldes sirios han despertado de un letargo diplom¨¢tico para leer informes de inteligencia en los que se advierte de que Bachar El Asad no s¨®lo puede mantenerse en el poder en los meses pr¨®ximos, sino que, sin intervenci¨®n externa, bien puede acabar ganando esta guerra. En las pasadas semanas, el Gobierno sirio ha conseguido retomar la estrat¨¦gica localidad de Qusair en la frontera con L¨ªbano y ha intensificado sus ataques a¨¦reos y con misiles en otras plazas rebeldes. Su superioridad b¨¦lica es indudable. Y el principal problema que ten¨ªa, la p¨¦rdida de soldados por bajas y defecciones, ha quedado solventado con el apoyo, cada vez m¨¢s claro y directo, de Ir¨¢n y, sobre todo, la milicia libanesa Hezbol¨¢.

Queda ahora claro que, desde los primeros meses de conflicto, El Asad ha seguido una estrategia de retirada consciente y contraofensiva escalada. En los primeros meses de la revuelta, el r¨¦gimen se repleg¨® de diversos puntos del norte, este y sur de Siria, donde los rebeldes se reforzaron sobre todo en torno a Alepo, Homs y Deraa. A su suerte qued¨®, al nordeste, la minor¨ªa kurda, que se ha resistido a unirse a los opositores de mayor¨ªa sun¨ª. El Gobierno mantuvo el control del norte, la costa occidental y Damasco, la capital, fortificando adem¨¢s la red de carreteras que une esas zonas. Paralelamente intensific¨® los ataques sobre las zonas rebeldes, primero con artiller¨ªa pesada, y m¨¢s recientemente con ataques a¨¦reos y misiles. Aquello hizo de muchos bastiones opositores zonas sumidas en el caos y el desgobierno.

Hoy, reforzado dentro y fuera de su pa¨ªs, a El Asad ni siquiera le hace falta el apoyo de otras naciones ¨¢rabes. El s¨¢bado, Mohamed Morsi, presidente de Egipto, anunci¨® que cortaba lazos diplom¨¢ticos con Damasco, cerrando su embajada all¨ª, algo que el Gobierno de El Asad tild¨® de ¡°irresponsable¡± en un comunicado. Recientemente, Jordania pidi¨® que Estados Unidos mantuviera en su frontera un destacamento de misiles Patriot y cazas F-16 que recientemente tomaron parte en un ejercicio militar en ese pa¨ªs. El Pent¨¢gono anunci¨® el s¨¢bado que ha aprobado esa petici¨®n. ¡°Si el mundo no ayuda como debe, y el asunto amenaza a nuestro pa¨ªs, estamos preparados, en cualquier momento, para tomar las medidas para proteger nuestro pa¨ªs¡±, dijo este domingo el rey Abdal¨¢ de Jordania en un acto militar.

¡°En Siria se ha roto ahora el punto muerto en el que se hallaba el conflicto¡±, explica Amr Al Azm, disidente sirio y profesor en la universidad de Shawnee en Ohio. ¡°El r¨¦gimen ten¨ªa suficiente armamento y potencia de fuego pero no ten¨ªa los soldados necesarios. Los opositores ten¨ªan suficientes guerrilleros pero no ten¨ªan armas. Occidente, especialmente Estados Unidos, hizo una serie de amenazas, diciendo que intervendr¨ªa si se cruzaban algunos l¨ªmites, y dio la ca¨ªda de El Asad por sentada, sin en realidad hacer nada al respecto. Finalmente lo que ha sucedido es que los aliados de El Asad han escuchado esas advertencias y han actuado, proporcion¨¢ndole al r¨¦gimen lo que m¨¢s necesitaba: operativos, milicianos que luchan en el campo de batalla, permiti¨¦ndole ganar ventaja¡±.

En agosto, el presidente norteamericano, Barack Obama, advirti¨® de que el uso de armas qu¨ªmicas por parte de El Asad tendr¨ªa ¡°enormes consecuencias¡±. En abril, el m¨¢ximo responsable de investigaci¨®n en la inteligencia militar de Israel, general Itai Brun, dijo tener pruebas fehacientes de que el r¨¦gimen hab¨ªa empleado esas armas. Francia y Reino Unido secundaron esa afirmaci¨®n. Obama ha tardado dos meses en anunciar que actuar¨¢, armando a los rebeldes, algo que hizo el jueves, sin avanzar planes o plazos de actuaci¨®n. Todo este tiempo le ha permitido a El Asad ganar un valioso terreno con la asistencia sobre el terreno de Ir¨¢n, cuya Guardia Revolucionaria ha entrenado a milicias paramilitares, y Hezbol¨¢, que seg¨²n la inteligencia francesa ha enviado a hasta 4.000 milicianos a luchar en Siria.

En un comunicado, el viernes, el primer ministro sirio, Wael al Halqi, dijo que los recientes avances del Ej¨¦rcito le permiten al Gobierno centrarse ya ¡°en la fase de reconstrucci¨®n¡±. Con las miras aparentemente puestas en el d¨ªa posterior al conflicto, dijo que ¡°el mayor y m¨¢s importante inter¨¦s del Gobierno en esta fase es reducir la carga econ¨®mica sobre los ciudadanos¡±, seg¨²n informa la agencia de noticias Sana. Triunfalismos aparte, en realidad, lo que esos avances sobre el terreno le permiten al r¨¦gimen es llegar a la pr¨®xima conferencia de paz, que se deber¨ªa celebrar en Ginebra en las pr¨®ximas semanas, con la confianza y seguridad de que puede formular exigencias a los rebeldes. Y ello a pesar de que, seg¨²n fuentes de la inteligencia israel¨ª, El Asad s¨®lo controla el 40% del pa¨ªs.

Si la asistencia militar de Ir¨¢n y Hezbol¨¢ ha sido crucial para El Asad sobre el terreno, el apoyo diplom¨¢tico de Rusia le ha dado al r¨¦gimen ox¨ªgeno en la escena pol¨ªtica internacional. Mosc¨², que junto a EE UU ha convocado la conferencia de Ginebra, ha vetado en tres ocasiones otras tantas resoluciones de condena del Consejo de Seguridad de la ONU al Gobierno de Siria por uso excesivo de fuerza contra los opositores. Y ante las demoras de la Casa Blanca a la hora de decidir si armaba a los rebeldes o no, el Kremlin ha defendido, en claro desaf¨ªo a occidente y a Israel, que mantendr¨¢ ciertos compromisos de venta de armas a El Asad que hab¨ªa adquirido antes del conflicto, incluida una futura entrega de misiles antia¨¦reos S-300 y F16.

Israel, que desde su nacimiento est¨¢ formalmente en guerra con el Gobierno de Siria, teme que esas armas puedan emplearse en el futuro para atacar objetivos civiles en su territorio nacional. El lunes pasado, el ministro israel¨ª de Asuntos Estrat¨¦gicos, Yuval Steinitz, advirti¨® a occidente de las consecuencias de su inacci¨®n. ¡°Siempre he pensado que podr¨ªa darse el caso, finalmente, de que El Asad, con un fuerte apoyo de Ir¨¢n y Hezbol¨¢, acabe tomando la delantera¡±, dijo en una conferencia en Jerusal¨¦n. ¡°Creo que es posible, y de hecho he cre¨ªdo que es posible desde hace ya bastante tiempo¡±. Puede que Israel lo supiera desde hace tiempo, pero en Washington parecen haberse dado cuenta en los pasados d¨ªas.