EE UU y la UE inician las negociaciones para un acuerdo de libre comercio

El presidente de Estados Unidos y los l¨ªderes de los principales pa¨ªses europeos aprovecharon ayer su presencia en la cumbre del G-8, en Irlanda de Norte, para anunciar el inicio formal de las negociaciones con vistas a la firma de un ambicioso acuerdo trasatl¨¢ntico de libre comercio, que servir¨¢, seg¨²n declararon, para impulsar el crecimiento econ¨®mico en ambas orillas del oc¨¦ano.

¡°Este tratado demostrar¨¢ que el Atl¨¢ntico no es el pasado sino el futuro¡±, declar¨® el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy. ¡°Es una oportunidad de profundizar nuestras relaciones comerciales y crear puestos de trabajo¡±, a?adi¨® Barack Obama. El tratado pretende reducir barreras arancelarias y liberalizar otros aspectos del comercio bilateral para facilitar el intercambio de productos.

Adem¨¢s de Obama y Rompuy, participaron en el encuentro, celebrado horas antes del comienzo de la cumbre, el primer ministro brit¨¢nico, David Cameron, la canciller alemana, Angela Merkel, el presidente franc¨¦s, Francois Hollande, el primer ministro italiano, Enrico Letta, el presidente de la Comisi¨®n Europea, Jos¨¦ Manuel Barroso, y el primer ministro de Irlanda, Enda Kenny.

El anuncio oficial de las conversaciones, que comenzar¨¢n el pr¨®ximo mes en Washington, representa un cierto ¨¦xito personal de Cameron, que ha querido rese?ar durante su presidencia del G-8 su apuesta a favor del libre comercio, y constituye tambi¨¦n un espaldarazo a las relaciones de EE UU con los pa¨ªses europeos, que estaban perdiendo protagonismo en las prioridades de Washington en beneficio de los pa¨ªses asi¨¢ticos y otras naciones emergentes.

Las negociaciones pueden, no obstante, durar mucho tiempo, meses o incluso a?os, puesto que tanto EE UU como Europa tienen exigencias que son dif¨ªciles de aceptar por la otra parte. Francia, por ejemplo, y otros pa¨ªses europeos han pedido dejar fuera del libre comercio su industria cultural, que podr¨ªa verse amenazada por la competencia del cine y la m¨²sica norteamericanas.

EE UU tiene sus propias demandas, en lo que respecta, por ejemplo, al tratamiento de la industria financiera o tecnol¨®gica. La agricultura, un terreno tradicional de conflicto trasatl¨¢ntico, ser¨¢ otra de las ¨¢reas en las que ser¨¢ dif¨ªcil el acuerdo. En el caso de la Uni¨®n Europea, es necesario, adem¨¢s, coordinar las necesidades muy diferentes de sus 27 pa¨ªses miembros.

Los l¨ªderes reunidos ayer en Irlanda del Norte pidieron que todas esas dificultades no se interpongan en la consecuci¨®n de un acuerdo que crear¨ªa una realidad diferente, tanto en Europa como EE UU. ¡°No permitamos rebajar nuestras ambiciones porque los obst¨¢culos sean grandes¡±, declar¨® Obama.

Barroso sostuvo que este tratado, no solo ser¨ªa muy beneficioso para quienes pretenden suscribirlo, sino que tendr¨ªa repercusiones favorables en toda la econom¨ªa mundial.