El Retorno del Paraguay al Mercosur
Argentina, Brasil y Uruguay suspendieron a Paraguay. Ahora su retorno requiere un espec¨ªfico curso de acci¨®n
Argentina, Brasil y Uruguay, en junio de 2013, suspendieron sumariamente al Paraguay del Mercosur, por haber el congreso paraguayo destituido, constitucional y leg¨ªtimamente, al presidente Fernando Lugo, aliado ideol¨®gico de los mandatarios de esos pa¨ªses. Lo hicieron violentando el tratado del Mercosur y sin siquiera permitir a la delegaci¨®n paraguaya exponer su posici¨®n, incorporando adem¨¢s ilegalmente a Venezuela como miembro pleno del bloque. Un verdadero atropello a las normas internacionales y a la soberan¨ªa y dignidad del Paraguay. En la OEA no lograron lo mismo. Por ello el retorno al Mercosur requiere se considere el siguiente curso de acci¨®n:
Buscar la postergaci¨®n de la cumbre del Mercosur hasta despu¨¦s de la asunci¨®n del presidente Cartes, el 15 de agosto.
Solicitar a esos pa¨ªses que se levante la suspensi¨®n de Paraguay con anterioridad a dicha reuni¨®n, ya sea antes o despu¨¦s de la inauguraci¨®n del nuevo presidente.
Requerir que se respete el turno de la presidencia pro-tempore del Paraguay en el Mercosur, tal como le corresponde.
Comprometerse a pedir al Congreso de la Rep¨²blica que ratifique la incorporaci¨®n de Venezuela al Mercosur, antes de la cumbre regional o inmediatamente despu¨¦s, pero bajo la condici¨®n de que el gobierno Venezolano se disculpe por el flagrante intervencionismo del canciller de entonces, Nicol¨¢s Maduro, arengando en Asunci¨®n a militares paraguayos para que defiendan a Lugo en la v¨ªspera de su destituci¨®n; y, en el marco de la cl¨¢usula democr¨¢tica del Mercosur, que ese gobierno reitere su compromiso con la Carta Democr¨¢tica Inter-americana y la Convenci¨®n Inter-americana de Derechos Humanos, la cual ha denunciado.
Solicitar al Mercosur la flexibilizaci¨®n del tratado vigente y en particular de la Resoluci¨®n 32 del 2000 que proh¨ªbe a sus miembros por s¨ª solos negociar acuerdos comerciales con pa¨ªses fuera del bloque. Esto a los efectos de poder ejercer su plena soberan¨ªa comercial y buscar relaciones que beneficien m¨¢s directamente al desarrollo del pa¨ªs. Cuanto m¨¢s abierta una econom¨ªa es, mayor es su prosperidad. Seg¨²n reportes period¨ªsticos, pareciera que Brasil mismo estar¨ªa interesado en esta posibilidad y Uruguay ser¨ªa un entusiasta aliado.
Iniciar conversaciones con el gobierno de USA para activar el Tratado vigente con ese pa¨ªs sobre Amistad, Comercio y Navegaci¨®n de 1859, que esencialmente es un tratado de libre comercio y otorga al Paraguay beneficios de naci¨®n m¨¢s favorecida. Los recientes acuerdos comerciales entre Brasil y M¨¦xico y entre Uruguay y Estados Unidos sirven de precedentes.
Mantener la iniciativa de integrarse como observador y eventual miembro de la Alianza del Pac¨ªfico (Chile, Colombia, M¨¦xico y Per¨²).
Solicitar al gobierno brasile?o que permita acceso a sus archivos de la Guerra de la Triple Alianza, a los efectos de facilitar las investigaciones hist¨®ricas sobre el tema. Los archivos paraguayos de la misma, devueltos por el presidente Figuereido, est¨¢n disponibles al p¨²blico en Asunci¨®n.
Exhortar al gobierno argentino que cancele su deuda de 34 millones de d¨®lares que debe a la Entidad Binacional Yacyret¨¢ en concepto de compensaci¨®n por la cesi¨®n de energ¨ªa el a?o pasado, antes de la asunci¨®n del presidente electo Cartes.
Buscar un acercamiento estrat¨¦gico con las provincias argentinas (Formosa, Chaco, Corrientes y Misiones) y los estados brasile?os (Mato Grosso du Sul, Paran¨¢, Santa Catarina y Rio Grande do Sul), para impulsar una mayor cooperaci¨®n e integraci¨®n comercial y cultural de beneficio mutuo en ambas zonas fronterizas. Sus empresarios, habitantes y gobernadores pueden ser aliados poderosos del gobierno paraguayo en su relacionamiento y negociaciones con los gobiernos centrales de ambos pa¨ªses --siempre alejados e ignorantes de las realidades fronterizas.
Estos lineamientos, entre otros, no s¨®lo podr¨ªan contribuir a fortalecer la dignidad y soberan¨ªa nacional, sino que adem¨¢s podr¨ªan ayudar al Paraguay a recuperar su libertad de acci¨®n, ya que el bloque se ha desvirtuado y no ha generado los beneficios que se esperaban de ¨¦l. Paraguay no deber¨ªa quedarse atado para siempre a un esquema que no le conviene y que est¨¢ dominado por socios que no respetan sus reglas y quieren imponer su modelo pol¨ªtico --que en este caso parece estar alej¨¢ndose de la democracia constitucional que tanto le cost¨® al pa¨ªs recuperar.
Rub¨¦n M. Perina es profesor adjunto del Centro de Estudios para Am¨¦rica Latina de la Universidad de Georgetown.
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