EE UU relanza las conversaciones de paz con los talibanes en Catar

El d¨ªa que el presidente afgano, Hamid Karzai, anunciaba el inicio del traspaso definitivo de la seguridad desde las tropas internacionales a las fuerzas locales suced¨ªa una nueva demostraci¨®n de fuerza talib¨¢n, con un ataque en una base militar cercana a Kabul que dejaba cuatro soldados estadounidenses muertos y el anuncio de Estados Unidos de la apertura de negociaciones formales con los radicales islamistas para acabar con esos ataques insurgentes.

Este martes, despu¨¦s de 12 a?os de guerra y casi tres de infructuosos intentos de conversaciones, los talibanes anunciaban la apertura de su oficina en la capital de Catar y estar preparados para dar el primer paso hacia las negociaciones de paz con el Gobierno afgano. Todo forma parte de un complicado teatro de operaciones con varios actores implicados, desde la Casa Blanca hasta Pakist¨¢n ¨Cdonde reside el l¨ªder pol¨ªtico talib¨¢n-, y que, por primera vez, podr¨ªa suponer que los dos irreconciliables enemigos en la guerra de Afganist¨¢n se sienten cara a cara desde que el Ej¨¦rcito de EEUU entrase en ese pa¨ªs para perseguir a Al Qaeda en 2001.

Hasta el momento, los talibanes se hab¨ªan negado p¨²blicamente a hablar con el Gobierno elegido por las urnas en Afganist¨¢n. Pero seg¨²n han informado fuentes de la Administraci¨®n norteamericana en teleconferencia con periodistas, las conversaciones entre EEUU y los talibanes ser¨ªan un primer paso para lograr el objetivo final de negociaciones directas entre Kabul y los talibanes. Todo apunta a que este proceso de persuasi¨®n se inici¨® con la visita de Karzai al presidente Barack Obama a principios de a?o.

Por primera vez, podr¨ªa suceder que los dos irreconciliables enemigos en la guerra de Afganist¨¢n se sienten cara a cara desde que el Ej¨¦rcito de EEUU entrase en ese pa¨ªs para perseguir a Al Qaeda en 2001

¡°Hoy es un d¨ªa importante para los esfuerzos en marcha encaminados a alcanzar la paz en Afganist¨¢n¡±, ha dicho en esa teleconferencia un responsable del Departamento de Estado norteamericano, que habl¨® con el compromiso de que se respetara su anonimato. Aun as¨ª, la misma fuente matiz¨® que ¡°el proceso promete ser complejo, largo y en ocasiones conflictivo¡±. ¡°Pero no cabe duda de que es un paso importante¡±, puntualiz¨®.

Desde Irlanda del Norte, donde se pon¨ªa punto final a la cumbre del G8, Obama calific¨® de ¡°importante¡± lo sucedido y defini¨® el inicio de conversaciones como ¡°un proceso paralelo¡± a la transici¨®n militar que se estaba llevando a cabo en Afganistan antes de las elecciones del pr¨®ximo a?o y la retirada final de las tropas de combate de EEUU a finales de 2014. ¡°Es un primer paso importante hacia la reconciliaci¨®n a pesar de que est¨¢ en sus primeras etapas¡±, a?adi¨® el presidente dem¨®crata, qui¨¦n anticip¨®, antes de finalizar, que habr¨ªa ¡°muchos baches en la carretera¡±.

En un discurso televisado desde Catar en el que anunci¨® la apertura de su oficina en ese pa¨ªs del Golfo P¨¦rsico, un portavoz de los talibanes declaraba que sus objetivos militares y pol¨ªticos se limitaban a Afganist¨¢n y que no deseaban da?ar a otros pa¨ªses, en una velada referencia a que romper¨¢n sus lazos con Al Qaeda. Desde Kabul, Karzai aseguraba que no pon¨ªa ¡°condiciones previas¡± para sentarse a la mesa de negociaciones pero s¨ª una serie de principios que resumi¨® en sendas cartas enviadas a Doha y Washington. ¡°Las conversaciones empezar¨¢n en Catar pero se trasladar¨¢n r¨¢pido a Afganist¨¢n; deben de poner fin a la violencia en el pa¨ªs; y no deber¨¢n de ser explotadas como una herramienta a su favor por ning¨²n tercer pa¨ªs para concretar sus intereses en Afganist¨¢n¡±. Los talibanes deben comprometerse tambi¨¦n a aceptar la Constituci¨®n afgana ¨Cincluida la protecci¨®n de los derechos de las mujeres y de las minor¨ªas-.

Los negociadores que representar¨¢n a los talibanes tendr¨ªan la total autorizaci¨®n del l¨ªder de la milicia, el mul¨¢ Omar, que est¨¢ en paradero desconocido tras evitar ser capturado por las tropas norteamericanas tras la invasi¨®n de EEUU de Afganist¨¢n en octubre de 2001

Las conversaciones deber¨¢n de dar comienzo el jueves en Doha y, en principio, la Casa Blanca estar¨ªa representada por James Dobbins, que el pasado 10 de mayo asum¨ªa su puesto en el Departamento de Estado como enviado especial para Afganist¨¢n y Pakist¨¢n. Altos cargos en la teleconferencia llevada a cabo en Washington aseguraron que cre¨ªan que los negociadores que representar¨¢n a los talibanes tendr¨ªan la total autorizaci¨®n del l¨ªder de la milicia, el mul¨¢ Omar, que est¨¢ en paradero desconocido tras evitar ser capturado por las tropas norteamericanas tras la invasi¨®n de EEUU de Afganist¨¢n en octubre de 2001.

Fuentes del Departamento de Estado preguntadas por un posible intercambio de prisioneros entre Washington y los talibanes, aseguraron que esperaban que estuviera en la agenda de conversaciones. En las malogradas conversaciones de 2012, EEUU y los talibanes llegaron a un primer acuerdo de transferir cinco prisioneros de Guant¨¢namo a Catar a cambio de la entrega del sargento Bowe Bergdahl, el ¨²nico militar norteamericano conocido en manos de los radicales.

¡°En la primera reuni¨®n intercambiaremos notas m¨¢s que entrar en discusiones concretas¡±, dijeron. ¡°Les diremos de qu¨¦ queremos hablar y ellos nos dir¨¢n de qu¨¦ quieren hablar¡±, declar¨® pragm¨¢tico el alto funcionario. ¡°Entonces nos retiraremos para consultar los siguientes pasos a dar y nos volveremos a reunir en una semana o algo m¨¢s¡±, finaliz¨®.

En los ¨²ltimos a?os se han sucedido sin ¨¦xito diversas iniciativas de di¨¢logo entre el movimiento integrista talib¨¢n, la comunidad internacional y las autoridades afganas.

Un proceso liderado por Kabul result¨® seriamente afectado a finales de 2011 con el asesinato en un atentado suicida del expresidente Burhanud¨ªn Rabbani, que dirig¨ªa el Consejo de Paz afgano, encargado de dirigir las negociaciones. EEUU lo intent¨® unilateralmente a principios de 2012 mediante encuentros tambi¨¦n en Catar, pero los talibanes pusieron fin al di¨¢logo al cabo de un par de meses alegando que Washington no mostraba un compromiso serio.