50.000 personas vuelven a tomar de forma pac¨ªfica las calles de S?o Paulo

Decenas de miles de personas volvieron a manifestarse la noche del martes por la legendaria Avenida Paulista, la principal arteria de la ciudad, centro financiero y testigo de las principales protestas contra la dictadura. Mientras en esa parte de la ciudad se desarrollaba una muestra ejemplar de madurez c¨ªvica, en el centro hist¨®rico de la ciudad un grupo minoritario asedi¨® el ayuntamiento.

Horas antes, la presidenta Dilma Rousseff hab¨ªa calificado las manifestaciones como "un mensaje directo a todos los gobiernos de repudio a la corrupci¨®n y al uso indebido del dinero p¨²blico". En el palacio de Planalto, en Brasilia, Rousseff a?adi¨® que su Gobierno "est¨¢ escuchando las voces del cambio". M¨¢s tarde, la mandataria?viaj¨® a Sao Paulo para reunirse con su antecesor, el presidente Luiz In¨¢cio Lula da Silva y el alcalde de la ciudad, Fernando Haddad, quien tras la reuni¨®n?se mantuvo firme en su prop¨®sito de aumentar las tarifas del transporte p¨²blico a partir del pr¨®ximo 1 de julio.

La concentraci¨®n comenz¨® pasadas las cinco de la tarde, cuando el alcalde de la ciudad, Fernando Haddad, march¨® al aeropuerto de Congonhas para reunirse con Lula da Silva y la presidenta Dilma Roussef, quien viaj¨® a S?o Paulo para analizar el problema sobre el terreno.

A las siete, varias decenas de manifestantes se apoderaron de las vallas de protecci¨®n que rodeaban el ayuntamiento y atacaron a los guardias municipales. Despu¨¦s, apedrearon el edificio e intentaron entrar por la puerta principal mientras los guardias los repel¨ªan con gases lacrim¨®genos. Otro grupo de manifestantes intent¨® calmar los ¨¢nimos, volvi¨® a levantar las vallas e impidi¨® la invasi¨®n del edificio.

La mayor parte de la manifestaci¨®n continu¨® su camino hacia la avenida Paulista, pero los violentos siguieron frente al ayuntamiento. Dentro, unos 100 polic¨ªas municipales, 200 funcionarios y varios periodistas, entre los cuales se encontraba el autor de esta cr¨®nica, permanec¨ªan encerrados. Las autoridades municipales intentaron evitar en todo momento la llegada de las tropas antidisturbios. Pero los violentos quemaron un cami¨®n del canal televisivo evang¨¦lico Rede Record y siguieron asediando el edificio. Destruyeron una sede bancaria y saquearon varias tiendas.

"Esa gente no tiene nada que ver con las protestas, son simples delincuentes", reconoc¨ªan los periodistas que trabajan para el ayuntamiento. La polic¨ªa antidisturbios lleg¨® pasada las nueve de la noche y, finalmente, a las diez y media, funcionarios y periodistas pudieron salir del ayuntamiento.

Unos pocos v¨¢ndalos hab¨ªan conseguido por unas horas desviar el foco de la Avenida Paulista. Pero las cifras hablaban por s¨ª solas: los saqueadores de tiendas apenas pasaban de varias decenas, mientras que la Avenida Paulista fue tomada de forma pac¨ªfica por m?s de 50.000 personas.