La Ciudad de M¨¦xico olvida a los j¨®venes muertos en la discoteca News Divine
Este jueves se cumplen cinco a?os del operativo policial que provoc¨® la muerte de nueve j¨®venes y tres agentes en la capital
Comenzaba el verano, las clases ya eran historia. Patricia Dom¨ªnguez le dio permiso a su hijo de 15 a?os para pasar la tarde de viernes en la discoteca News Divine, situada en la humilde Delegaci¨®n de Gustavo Madero, al norte del Distrito Federal. Unos 500 j¨®venes bailaban a ritmo de reggaeton cuando el caos policial se col¨® en su fiesta de fin de curso. Nueve chicos y tres agentes perdieron la vida, a plena luz del d¨ªa, v¨ªctimas de la m¨¢s absurda redada policial que se recuerda en la ciudad. El hijo de Patricia, Daniel Al¨¢n Ascorbe, muri¨® por asfixia antes del anochecer del 20 de junio de 2008.
Unos 200 agentes irrumpieron en las inmediaciones del local minutos antes de las seis de la tarde para llevar a cabo su operativo. La orden era clausurar la News Divine, que operaba de manera ilegal y, seg¨²n denuncias ciudadanas, vend¨ªa alcohol a menores.
Los polic¨ªas comenzaron a detener (ilegalmente) a los chicos, las supuestas v¨ªctimas del delito. Por la fuerza los introdujeron en camiones para dirigirlos a la comisar¨ªa, donde quedaron acreditados numerosos abusos. Algunos j¨®venes denunciaron que lo que pretend¨ªan era extorsionarles. Dentro de la discoteca se desat¨® el p¨¢nico, el due?o dio orden de desalojar el edificio, pero los agentes en el exterior decidieron cerrar las puertas para que nadie pudiera escapar. El pasillo de salida se convirti¨® en una trampa. El sudor hizo que Daniel se soltara de la mano de su hermano, de 16 a?os, que lo perdi¨® de vista.
Un v¨ªdeo mostrado por el Gobierno del Distrito Federal a varios medios de comunicaci¨®n muestra la descoordinaci¨®n, la falta de unidades sanitarias, el nulo tacto de los agentes, que apilaban cuerpos de ni?os en el asfalto, algunos inertes, otros con la mirada ya perdida.
¡°Doce d¨ªas antes se hizo un operativo en una discoteca de lujo de Lomas de Chapultepec, el trato fue muy distinto, hasta trasladaron a los j¨®venes a sus casas. Vemos con claridad un tema de discriminaci¨®n por la pobreza y exclusi¨®n social de estos j¨®venes¡±, dice Carlos Cruz, fundador de la asociaci¨®n Cauce Ciudadano, que acompa?a y asesora legalmente a las v¨ªctimas.
El entonces jefe del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, aplac¨® el esc¨¢ndalo destituyendo al entonces procurador del DF y al secretario de Seguridad P¨²blica, Joel Ortega, que volvi¨® a la pol¨ªtica el pasado mes de diciembre como responsable del metro de la capital.
¡°El culpable de la muerte de mi hijo es mi patr¨®n¡±, dice al tel¨¦fono Patricia Dom¨ªnguez, taquillera del suburbano, haciendo notar lo macabro de su destino. La soledad acompa?a a estas familias humildes, que desde el primer momento sintieron caer miradas culpabilizadoras por haber permitido a sus hijos ir a bailar una tarde de viernes. ¡°Soy culpable de no tener dinero para enviar a mis hijos al Pedregal o la Zona Rosa, a lugares donde no se hacen esos operativos¡±, dice Dom¨ªnguez. ¡°Nos hemos sentido muy solos, solo cada 20 de junio se arriman a nosotros¡±, apunta Carmen Rivas, mam¨¢ de Leonardo.
Leo ten¨ªa 24 a?os y trabajaba cada viernes como camarero en la discoteca. ¡°Le iban a pagar 200 pesos, por 200 pesos me lo mataron¡±, se lamenta su madre. La familia nunca lleg¨® a ver su cad¨¢ver. ¡°Solo a trav¨¦s de una computadora para identificarlo. Luego lo echaron en un ata¨²d que no pudimos abrir. Nunca revisamos a mi hijo y no saber c¨®mo muri¨® me mata¡±.
El pasado mes de abril el Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal dict¨® penas de 5 a 24 a?os contra 19 mandos intermedios y agentes y absolvi¨® a otros 11 implicados. El propio Ministerio P¨²blico, en nombre de las familias, ha apelado la sentencia, lo mismo que los condenados, la mayor¨ªa polic¨ªas rasos que participaron en el operativo. ¡°Es como si los polic¨ªas no fueran los representantes del Estado mexicano y hubieran actuado por su cuenta. La sentencia establece que hubo una l¨ªnea de mando y que los polic¨ªas recibieron ¨®rdenes, por lo que se deber¨ªa de proceder contra los funcionarios p¨²blicos de alto nivel. La sentencia es una de las peores en materia de derechos humanos en M¨¦xico¡±, sostiene el abogado Cruz.
En ese proceso judicial no se incluy¨® a ninguno de los altos mandos, como exig¨ªan las familias, en una ristra de nombres que inclu¨ªan desde jefe de delegaci¨®n hasta al propio Marcelo Ebrard. La denuncia contra ellos fue desestimada por el propio Ministerio P¨²blico, que en este caso se estaba investigando a s¨ª mismo. ¡°Ebrard no nos vio nunca la cara, Mancera [el actual alcalde] tampoco¡±, denuncia Dom¨ªnguez. Las familias no esperan nada de la apelaci¨®n, m¨¢s que cumplir los cauces legales que les permitan llevar el caso a la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Entonces s¨ª volver¨¢n a se?alar a los que ellos consideran responsables. Cinco a?os despu¨¦s el ¨²nico encarcelado por el caso es el due?o del local, condenado a 29 a?os por corrupci¨®n de menores (venderles alcohol).
Muchos capitalinos a¨²n piensan que los chavos de la Madero murieron asfixiados en un incendio. Solo un pu?ado de personas acompa?ar¨¢ a las familias este jueves, al cumplirse cinco a?os de los hechos. Luego toca seguir viviendo. Carmen ir¨¢ ¡°todos los domingos a lavar la l¨¢pida de Leo y ponerle flores¡± y Patricia seguir¨¢ vendi¨¦ndole a usted sus boletos de metro.
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