Rohan¨ª despierta esperanzas incluso con las manos atadas
Del nuevo presidente iran¨ª se esperan cambios muy limitados y graduales
La vi?eta de Chappatte en The International Herald Tribune resume muy bien la ambivalencia que plantea la elecci¨®n de Hasan Rohan¨ª como presidente de Ir¨¢n. Un grupo de iran¨ªes celebra el resultado electoral junto a un cl¨¦rigo que se cubre la cara con una m¨¢scara sonriente. ?Est¨¢ la alegr¨ªa de los iran¨ªes justificada, o la careta esconde m¨¢s de lo mismo? Desde que se conociera su triunfo el pasado d¨ªa 15, los analistas tratan de responder a esa pregunta. Sus primeras palabras como presidente electo han sonado conciliadoras, pero ?van a traducirse en un cambio real? Parte del debate tiene que ver con qui¨¦n es Rohan¨ª; otra parte, con cu¨¢les son los l¨ªmites al ejercicio del poder del presidente. En cualquier caso, como ha advertido un antiguo colaborador, ¡°no es Superm¨¢n¡±.
El mandato de los iran¨ªes est¨¢ claro. Quieren una reforma del sistema y, tras el trauma de la controvertida reelecci¨®n de Mahmud Ahmadineyad en 2009, se han resignado a que sea paso a paso. Aunque Rohan¨ª no es un reformista, su estilo moderado y pragm¨¢tico ha despertado esperanzas dentro y fuera de Ir¨¢n.
Este es un repaso de los posibles cambios:
Econom¨ªa. El asunto que m¨¢s preocupa en Ir¨¢n y el ¨¢mbito en el que sus presidentes tienen m¨¢s autonom¨ªa. Durante la campa?a, Rohan¨ª se hizo eco del malestar popular. Tras el desastre en la gesti¨®n de Ahmadineyad, las expectativas son muy altas. ¡°La Admnistraci¨®n no puede hacer milagros. No podemos librarnos de la inflaci¨®n y el paro devastadores de hoy para ma?ana¡±, se ha sentido obligado a advertir el expresidente reformista Mohamed Jatam¨ª, cuyo apoyo a Rohan¨ª fue crucial. El presidente electo ha dicho que va a mantener los subsidios ¡°por ahora¡±, y vinculado la grave crisis econ¨®mica con las sanciones por el programa nuclear. Se espera que encomiende los ministerios econ¨®micos a tecn¨®cratas en vez de a amiguetes. Su jefe de campa?a, Mohamad-Reza Nematzadeh, est¨¢ considerado uno de los gestores m¨¢s capaces que ha dado la Rep¨²blica Isl¨¢mica.
Crisis nuclear. El asunto que m¨¢s preocupa fuera de Ir¨¢n y el que est¨¢ fuera de sus competencias, ya que como todo lo relativo a la seguridad nacional, depende del l¨ªder supremo, el ayatol¨¢ Ali Jamene¨ª. Rohan¨ª, que tiene buenas relaciones con ¨¦ste, fue el primer jefe negociador nuclear y, como tal, acord¨® una suspensi¨®n temporal del enriquecimiento de uranio en 2004. Ahora ha dicho que ¡°el tiempo de suspender el enriquecimiento¡± ha pasado; sin embargo se ha mostrado partidario de una ¡°mayor transparencia¡± para convencer al resto del mundo de que Ir¨¢n no busca el arma at¨®mica. Es un claro cambio de tono y estilo respecto al bomb¨¢stico Ahmadineyad. Podr¨ªa ayudar a reanudar la cooperaci¨®n con el OIEA y fomentar medidas de confianza, pero s¨®lo ser¨ªa el inicio de un largo proceso. Si EEUU no responde levantando algunas sanciones, todo quedar¨¢ en agua de borrajas.
Relaciones con EEUU. Estrechamente vinculado con lo anterior y similares advertencias. Muchos analistas est¨¢n convencidos de que el dosier nuclear no va a avanzar, mientras ambos pa¨ªses no restablezcan los lazos diplom¨¢ticos interrumpidos tras la revoluci¨®n de 1979 y la toma de la Embajada norteamericana en Teher¨¢n. Rohan¨ª ha dicho: ¡°Existe una vieja herida, pero tenemos que buscar la manera de curarla; no queremos aumentar la tensi¨®n¡±. No cabe esperar un cambio radical durante su mandato, pero s¨ª puede iniciarse la distensi¨®n.
Pol¨ªtica exterior. Rohan¨ª ha subrayado su deseo de mejorar las relaciones con los vecinos, en particular con Arabia Saud¨ª, el principal rival de Ir¨¢n por la hegemon¨ªa regional. Ambos pa¨ªses se consideran adem¨¢s cabeza de dos ramas antag¨®nicas del islam (sun¨ª y chi¨ª respectivamente). En su primera comparecencia ante la prensa, mencion¨® La Meca y se refiri¨® a los saud¨ªes como hermanos. Desde el reino ¨¢rabe se ha respondido con un apoyo condicionado.
Pero en el conflicto clave de Siria, donde Teher¨¢n y Riad libran una guerra por interposici¨®n , el nuevo presidente iran¨ª ha reiterado la postura oficial de su pa¨ªs: es un asunto interno que tienen que solucionar los sirios y el futuro de Bachar el Asad debe decidirse en las elecciones previstas para 2014. Para Ir¨¢n, se trata de una aliado estrat¨¦gico cuya p¨¦rdida dificultar¨ªa adem¨¢s sus contactos con Hezbol¨¢ , el partido-milicia chi¨ª liban¨¦s.
Israel. Ni mencionarlo. Sigue siendo una de las l¨ªneas rojas de la Rep¨²blica Isl¨¢mica, junto con el velayat-e faqih (literalmente, gobierno del jurisconsulto; es el principio que antepone el poder del l¨ªder supremo al de las instituciones electas, incluido el presidente) y los cap¨ªtulos pol¨ªticos de la Constituci¨®n.
Mujeres. Durante toda la campa?a, Rohan¨ª ha hablado de los derechos de las mujeres y de las minor¨ªas ¨¦tnicas. Eso ha ca¨ªdo bien entre las feministas iran¨ªes que aunque acalladas por la represi¨®n de los ¨²ltimos cuatro a?os, ha seguido manteniendo sus redes de activismo en la clandestinidad y constituyen uno de los movimientos m¨¢s interesantes de la sociedad civil. Sin embargo, el presidente electo no ha concretado en qu¨¦ se traduce su compromiso con ellas. Nadie espera que levante la obligaci¨®n del velo. Tal vez pueda alentar que la polic¨ªa moral les atosigue menos y volver a autorizar las asociaciones que les cerraron los ultraconservadores. Pero es un tema delicado porque es tambi¨¦n el m¨¢s f¨¢cil de manipular por los sectores reaccionarios.
Sociedad civil. Es en este terreno donde los analistas ven m¨¢s posibilidades de que deje una impronta. Durante su primera conferencia de prensa habl¨® de mejorar la libertad de expresi¨®n, de reabrir las asociaciones profesionales clausuradas (de periodistas, sindicatos, etc) y del papel intermediador de las organizaciones de la sociedad civil.
Presos pol¨ªticos. La puesta en libertad de los l¨ªderes reformistas Mir-Hosein Musav¨ª, Zahra Rahnavard y Mehdi Karrubi, adem¨¢s de los numerosos activistas detenidos a ra¨ªz de las protestas de 2009, ha sido una petici¨®n constante de los asistentes a sus m¨ªtines. Sin comprometerse directamente, ha contestado: ¡°Intentaremos liberarlos a todos¡±. En realidad, eso est¨¢ en manos del aparato de seguridad (que ha ganado un enorme poder en los ¨²ltimos cuatro a?os) y, en ¨²ltima instancia del l¨ªder.
Estado policial. Rohan¨ª ha defendido que ¡°debe ponerse fin a la supresi¨®n y el radicalismo de los ocho ¨²ltimos a?os¡±. No est¨¢ claro que quienes controlan el poderoso aparato de seguridad est¨¦n dispuestos a ceder terreno a quienes no opinan como ellos. De momento, observan desde el tendido.
¡°Rohan¨ª ha ganado legitimidad interna y externa para la Rep¨²blica Isl¨¢mica¡±, interpreta Luciano Zaccara, profesor de la Universidad de Georgetown en Doha (Qatar). ¡°Su talante m¨¢s dialogante, ya ha rebajado la tensi¨®n internacional¡± concede. No obstante, este especialista que ha seguido el proceso electoral en directo en Teher¨¢n, advierte contra las expectativas exageradas. ¡°Su impacto [en pol¨ªticas concretas] va a ser muy limitado y los avances muy graduales¡±, concluye.
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