Grupos violentos se enfrentan con dureza a las fuerzas del orden en Belo Horizonte

Decenas de violentos asaltaron y prendieron fuego este mi¨¦rcoles en Belo Horizonte, capital del rico Estado de Minas Gerais, a un concesionario de autom¨®viles y a otros dos edificios en las inmediaciones del estadio de f¨²tbol de Mineir?o, donde las selecciones de Brasil y Uruguay se enfrentaban en semifinales de la Copa Confederaciones. El resultado de la refriega entre violentos y polic¨ªas fue de 25 detenidos y ocho heridos, uno de ellos grave tras caer desde un puente mientras hu¨ªa de las cargas de la polic¨ªa.

El peligro al incendiarse el concesionario de autom¨®viles era que dentro de los coches pudiera haber gasolina y producirse explosiones. En grupos, algunos con la cabeza cubierta y provistos de m¨¢scaras antig¨¢s, los violentos saquearon otras tiendas y edificios cercanos y encendieron hogueras en las calles.

Un helic¨®ptero de la polic¨ªa volaba sobre ellos, pero los v¨¢ndalos actuaban tranquilamente sin que las fuerzas del orden llegasen al lugar.

Los enfrentamientos en Belo Horizonte con las fuerzas del orden ya hab¨ªan sido considerados d¨ªas atr¨¢s como inevitables por la misma polic¨ªa que esperaba la llegada de grupos violentos procedentes de S?o Paulo, R¨ªo de Janeiro y Rio Grande do Sul, como alertaron los servicios secretos. La polic¨ªa de Minas Gerais hab¨ªa montado un cerco en un per¨ªmetro de tres kil¨®metros alrededor del estadio, instalando barreras en las calles para impedir el acceso al recinto y que solo pudieron franquear las personas provistas de una entrada para el partido.

Los grupos extremistas provocaron directamente el enfrentamiento con la polic¨ªa, que respondi¨® con una nube de gases lacrim¨®genos que provoc¨® desmayos en decenas de manifestantes. La violencia se prolong¨® finalizado el partido. Sin embargo, la polic¨ªa inform¨® de que la marcha hacia el estadio de f¨²tbol, que reuni¨® a m¨¢s de 50.000 personas, fue totalmente pac¨ªfica, con familias enteras en la calle e incluso con hijos peque?os.

Frente a los violentos, grupos de manifestantes hicieron cordones de seguridad y ofrecieron un ejemplo de solidaridad cuando abrieron v¨ªas en medio de la trifulca para poder socorrer a una persona herida, a la que la trasladaron en brazos hasta una ambulancia.

En Brasilia y Recife se registraron dos manifestaciones que discurrieron con total tranquilidad. En la capital federal, donde se dieron cita unas 2.000 personas, una ONG llev¨® 584 balones blancos que simbolizan a diputados y senadores con el siguiente mensaje: ¡°Ahora el bal¨®n en vuestras manos¡±, refiri¨¦ndose a las medidas que deben aprobar para dar respuesta a las reivindicaciones de los manifestantes. En la protesta de Recife participaron tan solo unas 500 personas.

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