El Senado de Brasil convierte el delito de corrupci¨®n en ¡°crimen atroz¡±

Las protestas en las calles de Brasil han conseguido este mi¨¦rcoles uno de sus mayores triunfos con la aprobaci¨®n por parte del Senado de la Rep¨²blica del proyecto que transforma el delito de corrupci¨®n en ¡°crimen atroz¡± (tipificado como crimen hediondo). La decisi¨®n deber¨¢ ser ratificada por la C¨¢mara de diputados donde ya han adelantado que no encontrar¨¢ obst¨¢culos.

Con la nueva ley, los condenados por corrupci¨®n tendr¨¢n penas mucho mayores que pueden llegar a los 12 a?os de c¨¢rcel. Pierden tambi¨¦n el derecho a la amnist¨ªa, indulto y pago de fianza para dejar la c¨¢rcel y los condenados tendr¨¢n mayores dificultades para obtener la libertad condicional.

El proyecto ha sido aprobado 48 horas despu¨¦s de que la presidenta Dilma Rousseff manifestara su deseo de que el texto, que dorm¨ªa en el Congreso desde 2011, fuera adoptado r¨¢pidamente. El Senado dio su visto bueno durante el partido entre Brasil-Uruguay y la aprobaci¨®n tuvo lugar en una votaci¨®n simb¨®lica dado el grado de aceptaci¨®n del proyecto.

El concepto de corrupci¨®n engloba la corrupci¨®n activa y pasiva; la extorsi¨®n llevada a cabo por servidores p¨²blicos, incluso fuera de su funci¨®n; el peculado, es decir, la corrupci¨®n perpetrada por servidores p¨²blicos, as¨ª como el cobro de tributos indebidamente. Los homicidios comunes y no s¨®lo los cualificados tambi¨¦n entrar¨¢n en esa categor¨ªa gracias a una enmienda presentada en el ¨²ltimo momento por el senador y expresidente de la Rep¨²blica, Jos¨¦ Sarney.

Lo que m¨¢s ha llamado la atenci¨®n de la opini¨®n p¨²blica es que un proyecto que dorm¨ªa en el Senado desde hace dos a?os fue aprobado a la velocidad de la luz. Los senadores han confesado que dicha aprobaci¨®n rel¨¢mpago supone ¡°una respuesta a la principal reivindicaci¨®n de las protestas en todo el pa¨ªs¡±, seg¨²n afirm¨® el senador ?lvaro Dias, del PSDB, quien record¨® que la palabra ¡°corrupci¨®n¡± fue ¡°la m¨¢s pronunciada estos d¨ªas en las calles y plazas por los j¨®venes brasile?os¡±. Incluso el presidente del Senado, Ren¨¢n Calheiros, admiti¨® sin rodeos que dicha votaci¨®n fue una ¡°consecuencia de los gritos de la calle¡±.

La decisi¨®n de convertir la corrupci¨®n en crimen atroz se une a la victoria del martes por parte de los manifestantes que consiguieron que el Congreso retirase la famosa y pol¨¦mica P.7, que pretend¨ªa despojar de poderes de investigaci¨®n a la Fiscal¨ªa de la Rep¨²blica para dejarla en manos de la polic¨ªa.

Dicho proyecto de ley tuvo su origen despu¨¦s de las condenas del mensal?o, que nunca hubiesen llegado a t¨¦rmino sin el trabajo de siete a?os de investigaci¨®n del Fiscal General del Estado, Roberto Gurgel.

Con estas dos decisiones del Congreso, se puede decir que la protesta de la calle ha conseguido hasta ahora su mayor victoria contra la corrupci¨®n. Le seguir¨¢ la reforma pol¨ªtica que ser¨¢ llevada a cabo a trav¨¦s de un plebiscito popular y que podr¨¢ suponer un paso decisivo en la modernizaci¨®n de los engranajes de una forma de ejercer la pol¨ªtica partidaria que ha sido todos estos a?os, la mayor fuente de corrupci¨®n y de divorcio entre el palacio y la calle.