Miss Liberty reabre sus puertas el D¨ªa de la Independencia
Las visitas a la estatua fueron canceladas tras el Hurac¨¢n Sandy Hoy, 4 de julio, 300 de entre cerca de 15.000 visitantes podr¨¢n subir hasta la corona
La Estatua de la Libertad fue inaugurada m¨¢s de un siglo despu¨¦s de que Thomas Jefferson y los cuatro padres fundadores, firmaran el cuatro de julio de 1776 la Declaraci¨®n de Independencia que establec¨ªa la escisi¨®n de las 13 colonias del Reino Unido, y el nacimiento de Estados Unidos. La Estatua, construida en Francia y dise?ada por Fr¨¦d¨¦ric Auguste Bartholdi, lleg¨® por partes en barco hasta Nueva York, donde fue instalada en un islote al sur de Ellis Island, el puerto de entrada de millones de inmigrantes a la ciudad.
En la mano derecha, firmemente alzada, Miss Liberty levanta una antorcha, ese faro cuya tenue luz fue criticada en la prensa de la ¨¦poca, tras su inauguraci¨®n en octubre de 1886. En la izquierda la ic¨®nica dama neoyorquina sostiene una tabla donde est¨¢ inscrita la fecha de independencia, cuyo aniversario se celebra hoy, 4 de julio,?con la fiesta nacional del D¨ªa de la Independencia. A las tradicionales barbacoas, fuegos artificiales y desfiles, se suma en esta ocasi¨®n la reapertura al p¨²blico de Liberty Island y de la estatua. No es probable que los 300 visitantes que compraron las entradas con un mes de antelaci¨®n, puedan leer las palabras, pero pueden estar dentro de las entra?as y tener acceso al interior de la corona del monumento.
Cerrada intermitente en la ¨²ltima d¨¦cada, el calvario del monumento a la Libertad arranc¨® con los atentados a las Torres Gemelas del 11 de septiembre de 2001. El terrorismo limit¨®, en este caso literalmente, el acceso a la Libertad. Se decidi¨® entonces cerrarla a las visitas por miedo a que se produjeran atentados. En 2004 qued¨® reestablecido el servicio de ferries que traslada a los visitantes desde la punta sur de Manhattan y desde Nueva Jersey hasta el islote y se permiti¨® el acceso al pedestal. La administraci¨®n Obama presion¨® para que en 2009 la estatua quedara totalmente abierta, aunque con un n¨²mero muy limitado de visitas. Dos a?os despu¨¦s, el islote y Miss Liberty quedaron de nuevo clausurados, en esta ocasi¨®n para acometer obras que dotaran al monumento de escaleras de emergencia y otras infraestructuras que pusieran al d¨ªa la seguridad. El octubre pasado se abrieron las puertas de la remozada estatua, tan s¨®lo un d¨ªa antes de que el Hurac¨¢n Sandy asolara el islote. ¡°Quedaron da?ados el embarcadero y las zonas de acceso, la estatua en s¨ª, no¡±, explica en conversaci¨®n telef¨®nica John Harlan Warren, portavoz del Servicio de Parques Nacionales, organismo del que depende este monumento. ¡°En Ellis Island los da?os fueron mayores y por eso sigue cerrada al p¨²blico¡±.
Apenas siete meses despu¨¦s del paso de la tormenta, se reinicia el servicio de ferries a Liberty, gestionado por una empresa privada Statue Cruises. Aunque el acceso al monumento es en principio gratuito, dado que ninguna otra embarcaci¨®n est¨¢ autorizada a fondear, la ¨²nica forma de llegar es por medio de estos barcos privados, que cobran entre 17 y 20 d¨®lares a los adultos dependiendo del nivel de acceso (las entradas m¨¢s caras son las que permiten subir hasta la misma corona). Desde hoy, celebraci¨®n del D¨ªa de la Independencia, y hasta el dos de septiembre, el servicio de barcos ser¨¢ diario desde las 8.30 am hasta las 4.30 pm con una frecuencia de 15 minutos desde Manhattan y de 30 desde Nueva Jersey. Se estima que ma?ana cerca de 15.000 personas usar¨¢n este servicio.
El ascenso por la Libertad no est¨¢ exento de dificultades, f¨ªsicas m¨¢s que metaf¨®ricas en este caso. Las entradas deben ser compradas con antelaci¨®n por Internet o por tel¨¦fono y son nominales; en las terminales de Manhattan y Nueva Jersey se debe atravesar un control de seguridad; se debe mostrar un documento de identidad que muestre el mismo nombre que en la entrada; y aquellos que suban hasta la corona deber¨¢n dejar sus enseres en taquillas (previo pago de dos d¨®lares) para emprender el ascenso por los 377 escalones, con tan s¨®lo una c¨¢mara de fotos y medicamentos en caso que los necesiten. Una vez superados los escalones, dentro de los pies de la estatua, se puede tomar un ascensor para llegar a la corona. Los ni?os menores de cuatro a?os no pueden subir. ¡°La escalada es dura y no carece de riesgos f¨ªsicos¡±, advierte la p¨¢gina web,?que desaconseja el plan a aquellos que padezcan v¨¦rtigo, claustrofobia, problemas card¨ªacos o respiratorios.
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