La crisis pol¨ªtica se eterniza en Lisboa

El presidente de Portugal, el conservador An¨ªbal Cavaco Silva, se ha convertido en el tercer actor de la crisis pol¨ªtica y ha vuelto a poner el panorama pol¨ªtico luso patas arriba cuando todo parec¨ªa enderezarse. El mi¨¦rcoles, en un discurso inesperado, atrevido, tan solemne como opaco e intencionadamente ambiguo, el jefe del Estado portugu¨¦s rechaz¨® el nuevo Gobierno propuesto por la coalici¨®n que sustenta el Ejecutivo, exigi¨® un acuerdo entre los tres grandes partidos portugueses (los que actualmente gobiernan m¨¢s el Partido Socialista, en la oposici¨®n). Y defini¨® este acuerdo como un ¡°compromiso de salvaci¨®n nacional¡±. Tambi¨¦n se mostr¨® partidario de convocar elecciones en junio de 2014, es decir, cuando la troika haya dejado el pa¨ªs y Portugal haya vuelto (en teor¨ªa al menos) a financiarse a los mercados por s¨ª solo. La manera sibilina que Cavaco tuvo de rechazar el Gobierno propuesto el s¨¢bado fue sintom¨¢tica: no lo mencion¨® en el discurso. Lo ignor¨®. No dijo que lo rechazaba pero tampoco que lo aceptaba: un discurso extra?o en el que lo importante era lo que no se dec¨ªa.

El mandatario no quiere convocar elecciones antes de junio de 2014

El s¨¢bado pasado, despu¨¦s de una semana de locos, el primer ministro, el conservador Pedro Passos Coelho, del mismo partido que Cavaco Silva, se dispon¨ªa a cerrar la crisis pol¨ªtica desatada d¨ªas atr¨¢s por la dimisi¨®n del democristiano Paulo Portas, ministro de Asuntos Exteriores y l¨ªder del partido menor de la coalici¨®n gubernamental. Tras cinco reuniones cara a cara (y de comprobar c¨®mo los mercados se cebaban con Portugal al olfatear la inestabilidad pol¨ªtica), Passos Coelho y Portas llegaban a un acuerdo raro pero viable: Portas renunciaba a dimitir, se manten¨ªa en el Gobierno y se tragaba su palabra y su dimisi¨®n ¡°irrevocable¡±; a cambio, Passos Coelho le nombraba vice primer ministro y responsable de coordinar la pol¨ªtica econ¨®mica, lo que, hoy por hoy, en Portugal, quiere decir todo. Solo faltaba que Cavaco Silva aprobarse el acuerdo para proseguir la legislatura, aun con el Gobierno debilitado. El jefe de Estado portugu¨¦s, entre sus competencias, cuenta con la de ratificar los cambios en el Gabinete y la de disolver la Asamblea y el Gobierno y la de formar, en caso de necesidad, un Gobierno presidencial designado por ¨¦l mismo. En los dos ¨²ltimos a?os de su segundo mandato, Cavaco Silva se ha caracterizado por ponerse de perfil, por apoyar silenciosamente al Gobierno de Passos Coelho casi siempre y por ejecutar una presidencia tan irrelevante como nimia. Por eso todo apuntaba a que Cavaco Silva dar¨ªa un visto bueno protocolario.

No ha sido as¨ª. Ahora, oficialmente, Portas vuelve a ser ministro de Asuntos Exteriores dimisionario: renunci¨® pero Passos Coelho no acept¨® la renuncia. Lo que le coloca en una situaci¨®n surrealista y en un descr¨¦dito creciente. De hecho, ayer no particip¨® en la reuni¨®n ordinaria del Consejo de Ministros y fue sustituido por un secretario de Estado. El resto de cambios previstos en el Gabinete (aireados ya por la prensa, que los daba por hechos) han vuelto a los cajones ante el sonoro portazo de Cavaco Silva, colocado de un plumazo por encima de los partidos tras ganar estatura pol¨ªtica. Mientras, todo se desliza hacia la incertidumbre. ¡°?Tenemos Gobierno?¡±, se preguntaba un comentarista pol¨ªtico hoy.

?Y ahora? ?Qu¨¦ va a pasar? Nadie se atreve a hacer previsiones dada la capacidad de la pol¨ªtica portuguesa (representada por el tr¨ªo Passos Coelho, Portas y Cavaco Silva) para sorprender. Hay varias posibilidades. Si hay acuerdo entre los tres partidos, tal y como exige Cavaco Silva, podr¨ªa haber un Gobierno con incorporaci¨®n de varios ministros socialistas. O un Gobierno monocolor, integrado solo por miembros de la coalici¨®n de centroderecha con un apoyo parlamentario de los socialistas en asuntos cruciales: deuda, pol¨ªtica econ¨®mica¡­ Si no hay acuerdo (lo m¨¢s probable, dado que el PS reclama desde hace meses elecciones anticipadas) pueden pasar tres cosas: que Cavaco, ¡ªque ayer se reuni¨® por separado con Passos Coelho, Portas y Ant¨®nio Jos¨¦ Seguro, l¨ªder del PS¡ª acepte otra propuesta gubernamental como la que ha rechazado, que forme un Gobierno de iniciativa presidencial o que convoque elecciones ya. Esto ¨²ltimo parece ser el ¨²ltimo recurso, ya que ayer, en ese corrosivo discurso que sacudi¨® el pa¨ªs con el efecto de una bomba retardada, se refiri¨® a ellas como algo ¡°esencialmente negativo¡± para el pa¨ªs.