Los socialistas portugueses rechazan entrar en una coalici¨®n de Gobierno

Portugal vive sumida en un caos pol¨ªtico cuyas consecuencias se reflejan puntualmente en los gr¨¢ficos de los mercados: los bonos portugueses a 10 a?os en el mercado secundario se dispararon esta ma?ana hasta llegar a un inter¨¦s del 7,31%. Mientras, los actores, protagonistas y causantes de la crisis buscan una salida al laberinto.

No es f¨¢cil: el presidente de la Rep¨²blica, An¨ªbal Cavaco Silva, que exigi¨® el mi¨¦rcoles un ¡°compromiso de salvaci¨®n nacional¡± a los tres principales partidos (los dos de centroderecha que gobiernan, el PSD y el CDS, y el Partido Socialista, en la oposici¨®n), asegura que los l¨ªderes de las tres formaciones han manifestado ya su intenci¨®n de dialogar y llegar a una conclusi¨®n r¨¢pida. Pero un tormentoso debate sobre el estado de la naci¨®n celebrado hoy indica hasta qu¨¦ punto ese acuerdo puede quedarse en papel mojado o tener una altura m¨ªnima dadas las aparentemente infranqueables divergencias que separan al primer ministro, Pedro Passos Coelho, y al secretario general del Partido Socialista portugu¨¦s, Ant¨®nio Jos¨¦ Seguro.

Por lo pronto, Seguro advirti¨® que su partido no participar¨¢ en ning¨²n Gobierno de unidad nacional ¡ªuna de las posibles interpretaciones de ese ambiguo ¡°compromiso de salvaci¨®n¡± exigido por Cavaco Silva¡ª. Es decir: el PS solo formar¨¢ parte de un Gobierno salido de unas elecciones anticipadas. ¡°Ning¨²n di¨¢logo pol¨ªtico va a hacer cambiar la pol¨ªtica del Partido Socialista¡±, a?adi¨®. Seguro insisti¨® en que el actual Gobierno portugu¨¦s es un cad¨¢ver andante y que hace falta un nuevo Ejecutivo m¨¢s vigoroso ¡°capaz de generar confianza y que sienta el apoyo de la poblaci¨®n detr¨¢s¡±.

Passos Coelho replic¨® que no piensa dimitir (las peticiones de renuncia fueron numerosas desde la bancada de la oposici¨®n) y ret¨® a los socialistas a que les acompa?en a negociar con los representantes de la troika que llegan a Lisboa la semana que viene. Un regalo envenenado, un ofrecimiento a que el PS se involucre en la mec¨¢nica, tortuosa, desacreditadora y peri¨®dica negociaci¨®n de los cortes concretos que hay que hacer para cumplir con el d¨¦ficit prometido. El secretario general del PS tir¨® por elevaci¨®n y pidi¨®, como lleva pedido desde hace meses, una renegociaci¨®n del programa entero con Europa y el FMI. Reclam¨®, en una palabra, m¨¢s tiempo para pagar el pr¨¦stamo. Y luego asegur¨® enf¨¢ticamente: ¡°Yo nunca me he arrodillado frente a la troika¡±, dando a entender que su interlocutor s¨ª.

A la derecha de Passos Coelho permaneci¨® durante todo el debate Paulo Portas, el l¨ªder del CDS, segundo partido de la coalici¨®n de Gobierno, cuya dimisi¨®n ¡°irrevocable¡± como ministro de Exteriores el pasado 2 de julio desencaden¨® toda esta convulsi¨®n pol¨ªtica. La renuncia de Portas, que significaba la desintegraci¨®n de la coalici¨®n gubernamental y pon¨ªa en solfa la estabilidad parlamentaria, no fue aceptada por Passos Coelho, que trat¨® de sujetar as¨ª un andamiaje que se desmoronaba a ojos vista. Despu¨¦s ofreci¨® a Portas el cargo de viceprimer ministro a fin de que aceptara quedarse en el Gobierno y as¨ª garantizar al pa¨ªs (y a los mercados) cierta estabilidad. Pero ese recambio en el Ejecutivo (junto con algunos m¨¢s de varios ministros ya aireados por la prensa) no fueron refrendados preceptivamente por el presidente de la Rep¨²blica, que desconfiaba de esta soluci¨®n y que oblig¨® a Portas y Passos Coelho, en una bofetada pol¨ªtica imprevista y demoledora, a buscar un consenso a¨²n m¨¢s amplio que incluyera a los socialistas, que fueron, al fin y al cabo, los que gobernaban en 2011 cuando Portugal pidi¨® el rescate. De modo que la posici¨®n de Portas en el Gobierno es confusa. Tanto que la diputada ecologista Helo¨ªsa Apol¨®nia pregunt¨®: ¡°?Va a explicarse hoy el se?or ministro de no s¨¦ qu¨¦ o no?¡±.

Portas s¨ª habl¨®. Tras 10 d¨ªas en silencio, eligi¨® este debate para romperlo. Asegur¨® que hab¨ªa puesto, en la soluci¨®n de la crisis, el inter¨¦s del pa¨ªs por encima del de su partido y el de su partido por encima del suyo propio. Al terminar, un diputado del Bloque de Izquierda pidi¨® al primer ministro que especificara en calidad de qu¨¦ hab¨ªa hablado Portas. Passos Coelho, molesto, y terminante, respondi¨®, dando por finalizado el debate (que no la crisis), respondi¨®: ¡°Ya lo he dicho otras veces. Nunca he llegado a aceptar la dimisi¨®n del ministro de Asuntos Exteriores¡±.